La buena disciplina
TEMA DE PORTADA | ¿DÓNDE FUE A PARAR LA DISCIPLINA?
La buena disciplina
POR supuesto, ser un buen padre no es nada fácil. Pero si usted no da la debida corrección a sus hijos, solo empeorará las cosas. ¿Por qué? Porque sus hijos harán lo que quieran y usted terminará frustrado. Además, si no es claro y constante al corregirlos, sus niños acabarán confundidos.
Disciplinar a los niños con cariño y equilibrio los ayuda a pensar y comportarse como es debido. También les da la orientación necesaria para tomar buenas decisiones y llegar a ser personas de bien. Pero ¿dónde se pueden hallar instrucciones eficaces para educar a los hijos?
Los testigos de Jehová, que publicamos esta revista, estamos convencidos de que la Biblia, como ella misma dice, es “provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas [y] para disciplinar” (2 Timoteo 3:16). De hecho, la Biblia supera a cualquier manual de educación. De sus principios pueden extraerse lecciones sumamente prácticas para las familias. Veamos algunos ejemplos.
LA BIBLIA DICE: “La tontedad está atada al corazón del muchacho” (Proverbios 22:15).
Aunque los niños pueden ser muy buenos y considerados, suelen ser insensatos. Por eso, necesitan disciplina (Proverbios 13:24). Esa es la realidad. Aceptarla, le ayudará a cumplir con su papel de padre.
LA BIBLIA DICE: “No retengas del simple muchacho la disciplina” (Proverbios 23:13).
No piense que si disciplina a sus hijos con equilibrio y amor, los va a traumatizar. Tampoco le guardarán rencor toda la vida. Antes bien, les estará enseñando a ser humildes y a aceptar los consejos que reciban hoy y en el futuro (Hebreos 12:11).
LA BIBLIA DICE: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará” (Gálatas 6:7).
Es normal que los padres quieran proteger a sus hijos, pues ese es su deber. Pero para esto también hace falta equilibrio. No les hará ningún favor a sus hijos si los libra de las consecuencias de sus errores. Tampoco si los defiende cuando un maestro, o cualquier otro adulto, se queja por algo malo que en realidad hayan hecho. Si ve a esos adultos como aliados, y no como enemigos, sus hijos aprenderán a respetar a quienes tienen autoridad (Colosenses 3:20).
LA BIBLIA DICE: “El muchacho que se deja a rienda suelta causará vergüenza a su madre” (Proverbios 29:15).
Sea cariñoso, razonable, claro y constante
Es verdad que los padres no deben abusar de su autoridad, pero tampoco deben irse al otro extremo. El libro El precio del privilegio señala: “Los hijos de padres permisivos tienen poca sensibilidad [o no se dan cuenta] de que los adultos de la casa son quienes están a cargo”. Si usted no toma las riendas de su hogar, sus hijos pensarán que ellos tienen el control. Tarde o temprano meterán la pata, y usted pasará vergüenza (Proverbios 17:25; 29:21).
LA BIBLIA DICE: “El hombre […] se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne” (Mateo 19:5).
La Biblia enseña que el hombre y la mujer deben casarse antes de concebir hijos y que deben seguir juntos incluso después de que estos hayan crecido (Mateo 19:5, 6). Esto quiere decir que usted primero es esposo o esposa antes que padre o madre. Si deja que este orden se invierta, sus hijos podrían pensar que son más importantes de lo que son (Romanos 12:3). Cuando los padres solo piensan en contentar a los hijos, la relación de pareja se debilita.
Si quiere tener éxito como padre, siga las siguientes reglas al disciplinar a sus hijos.
Sea cariñoso. “No estén exasperando [o sacando de quicio] a sus hijos, para que ellos no se descorazonen.” (Colosenses 3:21.)
Sea claro y constante. “Signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (Mateo 5:37.)
Sea razonable. “Tendré que corregirte hasta el grado debido.” (Jeremías 30:11.)*
Hallará más información en el sitio jw.org. Vaya a ENSEÑANZAS BÍBLICAS > MATRIMONIOS Y PADRES. Allí encontrará los artículos titulados “Cómo corregir a los hijos”, “Cómo manejar las rabietas”, “Inculquen en sus hijos valores que los protejan” y “Los hijos y la disciplina”.
Fuente: ¡Despertad!