LA HUMILDAD HACE PARTICIPES A LOS DEMAS DEL DON DE DIOS
La Cruz te lleva a morir y a la vez te resucita. Estos hombres de Dios, serán reconocidos en su eternidad, por los miembros que aquí en la tierra estaban en el discipulado.
La maldad hace que los miembros soberbios de la Iglesia echen tierra sobre los ungidos y así desprestigian la Obra de Dios.
Es bueno y necesario oír a los pastores como el comer bien. Necesitamos para la salud del país (espiritualmente hablando) creer en nuestros pastores y levantar sus brazos.
El Pastor José García ha recibido, a lo largo de su vida, muchas profecías, pero en particular recibió una palabra de la Iglesia de Colombia (Ricardo), que Samaria era un jardín de flores muy bien cuidado, porque la palabra recibida era como un fertilizante idóneo para nuestro país. Incluso fuimos como la vida de David escondidos tras la manada. Hasta evangelistas muy reconocidos como Carlos Annacondia han reconocido la labor y el peso del ministerio de los Pastores José y Maru, su esposa.
Un ungido de Dios puede llegar a ser un surtidor de vida espiritual para el resto del pueblo.
Somos seres espirituales y debemos llegar a practicar la espiritualidad auténtica celestial.
Las maravillas de las maravillas solo las disfrutan los amigos del esposo. Uno de los lemas del Pastor es “más bienaventurado es dar que recibir”. Nunca sabemos dónde están los límites de uno que entró en el corazón de Dios. Hay que saber decir la verdad, sean las mentiras que sean, las que estemos oyendo.
Los que creen ya no dudan y no menosprecian jamás al ungido de Jehová.
El corazón del Pastor José, siempre ha estado abierto a los hermanos que de todo corazón sirven a un Dios vivo.
Como conocer a alguien si primero no se abre el interior. La vida diferente nos descubre ante los incrédulos y les revela que somos
hijos de luz.
Que los hijos hagan participes a los padres espirituales del don recibido a través de la humildad, es imprescindible.