La Importancia De La Justicia

La importancia de la justicia en las relaciones del hombre con Dios

Introducción:

Justicia Esta palabra es muy utilizada por el autor tanto en Romanos como en sus demás escritos. Cuando Pablo habla de justicia, la utiliza en dos campos semánticos básicamente para referirse a Dios como el que obra justicia y para referirse a la justicia que evoca la equidad y honradez. La justicia de Dios: Con esto Pablo se refiere a la obra de Jesús a través de su sacrificio voluntario; Dios quien es justo (recto, verdadero), es el que puede obrar justicia.

Este concepto también encierra el carácter propio de Dios, el cual rechaza todo lo que es injusto (pecado). Dios al manifestar su justicia condena el pecado; la justicia divina está en contraposición a la justicia del hombre (Rom 3:5), es una justicia que realmente nos hace amigos o aceptos delante de Dios.

Podemos decir que Pablo lo que dice es esto: La justicia de Dios es la que nos aprueba delante de él y no nuestra justicia. Notamos que esta justicia que viene de Dios es manifestada en el evangelio, es decir, Jesús que es la buena noticia para todos revela (presenta) la justicia de Dios (Rom 1:17).

Si nos referimos a la justicia en el sentido ético o moral del hombre, es necesaria ya que aunque el hombre no es bueno, en su interior guarda el sentido de lo que es bueno y lo que es malo. Partiendo de este punto la palabra nos muestra que no hay nadie justo yo debo entender que no hay nadie inocente (todos somos culpables de pecado) Una persona justa es aquella que tiene el don de la justicia pero en el sentido de conciencia rechaza los actos de injusticia según su ética.  Y la justicia según el diccionario es una Virtud que se Inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Si hacer justicia es dar a cada uno lo que se merece, es lógico pensar que Dios mismo siendo justo por excelencia dará retribución a todos, es donde entra en juego la misericordia de El al justificarnos a través del sacrificio de Cristo.

La justicia es probablemente el atributo menos favorito de Dios. A la gente no le gusta la idea que Dios podría juzgar con justicia ya que muy en el fondo sabemos que por muy éticos o morales no alcanzamos la cúspide. Los no creyentes quieren ignorar la, justicia de Dios.  El pecado ofende a Dios por lo tanto el hombre no debe practicar el pecado deliberadamente cuando el hombre se complace y se deleita en el pecado esta actuando injustamente. Así la injusticia nos aleja de Dios no es que el hombre puede actuar justamente por si solo si no que necesita tener presente que hay un Dios soberano y supremo al cual ofendemos si damos rienda suelta a nuestras mas baja pasiones.

Indiscutiblemente hay una barrera entre Dios y el hombre que solo el poder del evangelio la derriba ya que es a través de Cristo como ser justo que podemos ser justificados pero no inocentes ya que si somos culpables de ofender la santidad de Dios y era necesario que su hijo nos rescatara.

¿Es culpa de Dios que el hombre sea malo? No lo creo pues por fe se que Dios es bueno pero aun no se como el hombre influenciado por el diablo (quien también es criatura de Dios) logra inducir al hombre a pecar pues el pecado ofende a Dios.

Es difícil hacer lo bueno y creo que por tal motivo necesitamos la ayuda de Dios a través de su Espíritu ya que solos no podemos. Pero aunque la palabra señala que el hombre no es justo, si vemos casos en los que el hombre por sentido común o por se semejanza a Dios muchas veces rechaza lo malo por lo que su corazón o su razón le dicta.

Eso no suficiente ya que todos necesitamos el acto redentor de Cristo en nuestra vida para ser aceptos delante de dios. Habiendo entendido lo que es justicia, es fácil notar que cuando Pablo habla de justificación se refiere a la aceptación que tenemos ahora delante de Dios.

Si la justicia del hombre es considerada escasa para lograr ser declarados aceptos, entonces es la justicia de Dios la que obra esto en nosotros. Pablo deja claro que el hombre no merece ser declarado libre delante de Dios (Rom 3:24). Es notable que ninguna obra del hombre puede alcanzar la aceptación de Dios y es por eso que Pablo nos dice que es una cuestión de fe (Rom 3:17).

La obra de Jesús en la cruz es la justicia de Dios para el hombre, es la que nos hace ser aceptados delante de Dios. La justificación es un cambio de estado, si antes estábamos muertos y lejos de Dios, entonces ahora estamos con vida y somos aceptados por Dios.

Conclusión:

La justicia desde el punto de vista humano es importante para tener una buena relación con Dios pues como vemos el caso de Cornelio aunque era un hombre piadoso necesitaba la presencia redentora de Cristo para ser justificado por su pecado.

Pero esto no significa que hasta el más vil pecador no pueda alcanzar el perdón ya que esto es lo maravilloso del amor de Dios quien nos ve a través del acto redentor de Cristo Dios hecho hombre para rescatar su más preciada creación.