La institución de la Eucaristía en la Última Cena – Jesús, el Pan de Vida

Jesús, el Pan de Vida

La institución de la Eucaristía en la Última Cena es un momento fundamental en la vida de Jesús y en la tradición cristiana. Este evento se describe en los Evangelios y marca el origen de uno de los sacramentos centrales del cristianismo, la Eucaristía. Aquí está la narración de la institución de la Eucaristía en la Última Cena según los Evangelios:

Evangelio de Mateo 26:26-28 (NVI)

26 Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo y, partiéndolo, se lo dio a sus discípulos, diciendo: —Tomen y coman; esto es mi cuerpo. 27 Luego tomó una copa, y, después de dar gracias, se la entregó diciendo: —Beban todos de ella, 28 porque esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.

Evangelio de Marcos 14:22-24 (NVI)

22 Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: —Tomen; esto es mi cuerpo. 23 Luego tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. 24 —Esta es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —les dijo—.

Evangelio de Lucas 22:19-20 (NVI)

19 Luego tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo: —Este es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí. 20 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: —Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.

Evangelio de Juan 6:53-56 (NVI)

53 Jesús les dijo: —Ciertamente les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

En la Última Cena, Jesús tomó pan y vino, pronunció una bendición sobre ellos y los ofreció a sus discípulos. En ese momento, instituyó la Eucaristía como un memorial de su cuerpo y su sangre, que serían entregados en la cruz para la redención de los pecados. Los cristianos creen que, a través de la Eucaristía, participan de manera espiritual en el sacrificio de Jesús y reciben su presencia real en el pan y el vino consagrados.

La institución de la Eucaristía en la Última Cena es un acto de amor y entrega de Jesús a sus seguidores y un recordatorio constante de su sacrificio y su presencia en la vida de los creyentes. La Eucaristía se celebra en la mayoría de las denominaciones cristianas como un acto de adoración y comunión con Dios.