La integridad de un gánster influye en su hijo
por No Aplica
Texto de referencia Proverbios 22:6; Tito 2:6-8
La Segunda Guerra Mundial produjo muchos héroes. Uno fue Butch O´Hare, un piloto de combate asignado a un portaaviones en el Pacífico Sur.
Un día en que estaba en una misión, Butch observó su indicador del nivel de gasolina y se dio cuenta de que alguien había olvidado tapar el tanque de combustible. Incapaz de de concluir su misión, dio la vuelta y se dirigió de regreso al portaaviones. Cuando regresaba vio un escuadrón de naves japonesas que se dirigían directamente contra la armada estadounidense. Todos los aviones estadounidenses de combate estaban en misión de combate, dejando a la armada prácticamente indefensa.
Butch entro en picada dentro de la formación de aviones japoneses en un intento desesperado de desviarlos de la armada. Después de una aterradora batalla aerea, las naves japonesas abandonaron su asalto a la armada. El destrozado avión de Butch O´Hare volvió destrozado al portaaviones. Fue reconocido como héroe y recibió uno de los más altos honores militares de la nación. Además al Aeropuerto Internacional de Chicago le pusieron el nombre de O´Hare.
Algunos años antes hubo en Chicago un hombre llamado»Tranquilo Eddie. En esa época Al Capone prácticamente era el dueño de la ciudad, y su banda estaba implicada en contrabando de licores, asesinatos y prostitución. Tranquilo Eddie era abogado de Al Capone y lo mantenía fuera de la prisión. A cambio, Eddie ganaba mucho dinero y vivía como un rey en una propiedad tan grande que abarcaba toda una manzana.
Sin embargo, Tranquilo Eddie tenía un punto débil: un hijo a quien amaba de veras. Se preocupaba de que el muchacho tuviera lo mejor de todo: ropa, autos y buena educación. A pesar de estar con la mafia. Eddie trató de enseñarle a su hijo a distinguir entre el bien y el mal. Quería que fuera mejor hombre de lo que él era.
Pero había dos cosas que Eddie no podía darle a su hijo: un buen nombre y buenos ejemplos. Decidió que darle estos dos aspectos era más importante que prodigarle riquezas, y debió rectificar el mal que había hecho. Fue ante las autoridades y les contó la verdad acerca de Al Capone.
Finalmente Tranquilo Eddie testificó contra Al Capone y la mafia. Sabía que el precio sería enorme, pero quería ser un ejemplo para su hijo, además de dejarle un buen nombre.
Un año después de testificar contra la mafia, la vida de Eddie terminó en un tiroteo en una solitaria calle de Chicago. Había dado a su hijo el regalo más fabuloso que tenía para ofrecer, al más grande precio que alguna vez pagaría.
¿Qué tienen de común estas dos historias? Butch O´Hare era el hijo de Tranquilo Eddie.
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.