LA PALABRA DEL PASTOR DEBE TENER TRIGO

Un hombre o una mujer para Dios, es una promesa para el pueblo de Dios, éstas personas han sido revalorizadas por Él. Por muchas obras, trabajos, esfuerzos que tengamos no le dice nada a Dios. Sólo alguien que tiene un corazón para servirle al Señor, es el que suma.

Dios viene a demandarnos el talento que nos regaló; debemos de invertir nuestra vida en todo lo que es Dios. Nadie puede decirnos como lo tenemos que hacer, pues es muy personal.

Dios busca nuestro agrado, nuestros besos, nuestra voluntad como señal, pues es lo único que tenemos.

La palabra que trae el Profeta es la que nos juzgará en el día del juicio. Nos pensamos que ignorar la palabra no tiene consecuencias negativas en nuestra vida. El pensamiento de los que tienen el espíritu de Marta (hermana de María) es que continuamente se les mire a ellas, se les considere y se les reconozca.

Ponernos nosotros como la atención en la congregación equivale a sentarnos en el trono. (Aunque pensemos que solo son pequeñas cosas).

Efesios 4:30

4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Ser cristianos es, sentir a Dios. Los dones del Espíritu no convencen; es el Amor de Dios el que cuenta. Hay muchos predicadores de hoy en día que no tienen trigo, sino que traen  paja, hojarasca, éstos, no alimentan a las congregaciones.

El Espíritu Santo no estaba en la tierra antes del pentecostés. Sólo venía  un Ángel en misiones especiales. Pero cuando fue enviado a la tierra, pasó a vivir en los corazones de aquellos que no lo contristan. Él no puede o le es imposible habitar donde no se le recibe con pureza y santidad.

Si sentimos que el Espíritu Santo nos viene de frente y no nos acompaña es porque lo estamos resistiendo. Si buscamos su voluntad, Él se pone detrás y nos impulsa a servir al Padre.

1 Corintios 2:4,5

2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.


Cuando el Pastor tiene trigo en sus palabras, quiere decir que le ha sido dada autoridad  y poder de lo alto para gobernar.

Génesis 27:28

27:28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto.

El Espíritu nos lleva a tristeza, para poder desenmascarar al diablo que se esconde bien adentro nuestro. Jesús desenmascaró a Satanás cuando se escondió en las palabras de Pedro. Los sentimientos son tropiezos para que el espiritual avance. Las palabras de Pedro eran un tropiezo para que Jesús subiese a la cruz.

El Pastor de Samaria siempre está buscando trigo para traer a la congregación. Él no recibe nada de los hombres, él se alimenta del pan que recibe directamente de la revelación del Espíritu Santo. Habrá continuamente pan en la casa de Dios pues su provisión es primeramente para los hijos.

Dios va dándole carácter a su siervo (Pastor) y a la vez éste, con la palabra de Dios debe darle formación y carácter a la Iglesia. Las pruebas y la aflicción sirven para ser prosperados.

Salmo 81:6

81:6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos.

El sustento de la Iglesia, es el trigo y la miel de la peña, es Cristo.

La Fe de la congregación de Samaria debe ir en paralelo con la Fe del Pastor. La Fe es para construir ahora, no es para tenerla en el cielo, pues allí ya no será necesaria.

del Espíritu Santo. Habrá continuamente pan en la casa de Dios pues su provisión es primeramente para los hijos.

Dios va dándole carácter a su siervo (Pastor) y a la vez éste, con la palabra de Dios debe darle formación y carácter a la Iglesia. Las pruebas y la aflicción sirven para ser prosperados.

Salmo 81:6

81:6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos.

El sustento de la Iglesia, es el trigo y la miel de la peña, es Cristo.

La Fe de la congregación de Samaria debe ir en paralelo con la Fe del Pastor. La Fe es para construir ahora, no es para tenerla en el cielo, pues allí ya no será necesaria.