2a Timoteo 2:3-4
Sin lugar a dudas que para muchos hombres, y también algunas mujeres en el presente tiempo, es un gran privilegio alcanzar o llegar a ser soldados de una nación, pero para llegar a serlo, hay que cumplir algunos requisitos, pues tienen que prepararse FÍSICA, MENTAL Y ESPIRITUALMENTE, de no ser así, quien fuera aspirante a soldado, quedará eliminado de este privilegio.
EN EL ASPECTO FÍSICO
Ya sea hombre o mujer tiene que preparar su cuerpo de tal manera que pueda superar el cansancio y la fatiga, aún soportar algún tiempo sin probar alimento alguno, además debe estar dispuesto a soportar el castigo físico y asimilar el dolor que pueda producirle un ataque del enemigo, de no ser así, no podrá estar apto para ser soldado, ya que en tiempo de guerra eso le podría generar un rotundo fracaso, perder la batalla y morir sin pena ni gloria.
EN EL ASPECTO MENTAL
Esta preparación es muy importante, pues debe estar muy bien preparado pues mucha veces tendrá que tomar decisiones rápidas sin dudar en ningún momento, es decir que debe tener una mente muy ágil y despierta, ya que el más leve titubeo le puede costar muy caro, su mentalidad debe ser POSITIVA, pues una mente en esas condiciones y unida a un cuerpo bien preparado, le garantizará la victoria, pero si su mentalidad es fluctuante, la derrota es segura y ese soldado será la vergüenza y el oprobio de su nación y será tildado de COBARDE.
EN EL ASPECTO ESPIRITUAL
No importa el credo o la forma de adoración a Dios que tenga el soldado es bien cierto que en los momentos más cruciales el NOMBRE DE DIOS, siempre está presente, más aún, en peligro inminente de muerte en la guerra el soldado no sabe si esa será la última ocasión que invoca el nombre de Dios, por lo tanto su espíritu debe estar preparado en oración.
Esto es a breves rasgos en lo que respecta a la preparación de un soldado en el aspecto material, veamos ahora la preparación que debe tener un soldado de CRISTO.
La preparación es casi la misma que la de un soldado secular, a saber: FÍSICA, MENTAL Y ESPIRITUAL.
EN EL ASPECTO FÍSICO.
Así como el soldado secular se prepara par su lucha contra un enemigo visible, el soldado espiritual también se prepara para su lucha, pero su enemigo no se puede ver con los ojos materiales, “PUES NO TENEMOS LUCHA CONTRA CARNE NI SANGRE SINO CONTRA PRINCIPADOS, POTESTADES Y GOBERNADORES DE LAS TINIEBLAS………….” Efesios 6:12, por lo tanto como soldados cristianos usted y yo tenemos que prepararnos de manera que podamos soportar los ataques del maligno, pues él tratará de aniquilarnos, pues él como león rugiente anda dando vueltas par lograr su cometido, 1a Pedro 5:8, por lo que preparación debe ser con AYUNO, ORACIÓN, LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS, VIGILIA Y OTRAS ACTIVIDADES que lo fortalezca, Mateo 17:21–26:41—-Marcos 9:29–14:38—-1a Tesalonicenses 5:17.
EN EL ASPECTO MENTAL
Si el soldado secular debe tener su mente ágil, cuanto más el soldado espiritual, que aunque tal vez parece no estar en peligro inminente de muerte, no es así prr esa causa el soldado espiritual debe renovar su mente cada día para que ésta, se encuentre apta para recordar LA PALABRA DE DIOS y tomar la decisión correcta para contrarrestar los ataques del maligno, así qué, nuestra mente debe ser la de Cristo, a Corintios 2:16.
EN EL ASPECTO ESPIRITUAL
En este aspecto como soldados espirituales, debemos someter nuestro espíritu al ESPÍRITU DE DIOS para que sea él quien ocupe todo nuestro ser, porque aquí está la verdadera lucha, pues la carne no estará muy conforme que digamos, así lo hace notar el Apóstol Pablo cuando dice: “MISERABLE DE MI, ¿QUIÉN ME LIBRARÁ DE ESTE CUERPO DE MUERTE? Romanos 7:24, pero nos recomienda “ANDAR SIEMPRE EN EL ESPÍRITU” Gálatas 5:16 al 25.
Así que si somos unos buenos soldados de Cristo, bien preparados para toda buena obra, venceremos y al final podremos repetir las palabras del Apóstol Pablo: “HE PELEADO LA BUENA BATALLA, HE ACABADO LA CARRERA, HE GUARDADO LA FE,POR LO DEMÁS ME ESTÁ GUARDADA LA CORONA DE JUSTICIA QUE ME DARÁ EL SEÑOR, JUEZ JUSTO, EN AQUÉL DÍA; Y NO SOLO A MÍ, SINO A TODOS LOS QUE ESPERAN SU VENIDA” 2a Timoteo 4:7-8.
Fuente: www.centraldesermones.com