Biblia

La senda recta

La senda recta

Dios ha establecido un paradigma para ayudarnos a escapar de la tumba de la preocupación. Este principio de causa y efecto está tan presente como en la ley de la gravedad. Dios introduce tres mandatos al hijo de Dios: tenemos la responsabilidad de confiar, de no apoyarnos y de reconocerlo a Él. El cuarto verbo, enderezar, es parte de una declaración de la promesa de Dios. Su parte del trato es que, cuando confiamos en Él, en vez de confiar en nuestra perspectiva y opinión, Él promete “enderezar nuestra senda”. La imagen aquí representa una práctica antigua en la construcción de los caminos. En esos tiempos, para crear una senda, había que quitar obstáculos, rellenar hoyos y aplanar montículos sobre superficies montañosas o irregulares. De manera figurativa, la frase significa “facilitar el progreso” o “hacer realidad los planes”. En tanto que confiamos en Dios y profundizamos en nuestra experiencia personal del conocimiento de Él, Dios facilita nuestro progreso en la vida y nos ayuda a seguir la senda que ha trazado para nosotros (Salmo 139:16).

Ahora que hemos analizado todas las partes vitales del texto, usamos los versículos mediante esta paráfrasis ampliada:

Ríndase completamente al Señor. Entregue todas sus necesidades presentes y futuras a su Dios y Salvador . . . y encuentre en Él seguridad y tranquilidad. Haga esto sinceramente y con toda su voluntad. Para lograrlo, no debe depender de las muletas del racionalismo humano. Más bien, estudie al Señor. Aprenda de Su amor y del cuidado que Él tiene por usted en cada una de sus circunstancias. Una vez que Él tenga el control completo de su vida, Dios hará que sus caminos se enderecen, y quitara los obstáculos.

Reflexión
Piense en tres problemas o situaciones que le causen preocupación. Entrégueselas a Dios de manera formal, pidiéndole que se encargue a Su manera y de acuerdo a Su tiempo. Durante la siguiente semana, cada mañana, lea esta paráfrasis que acabo de escribir. Luego, cada vez que esas situaciones lleguen a su mente y empiecen a preocuparle, recuerde que debe entregarle esa preocupación a Dios y  pídale Su dirección.

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2015 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.