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La unción del gallo

La unción del gallo

Predicas Cristianas | Estudios Biblicos

La importancia de la unción del Espíritu.

“La unción del gallo” es una forma creativa de hablar sobre el poder del Espíritu que debe reposar sobre nuestra vida. El concepto se deriva del siguiente pasaje:

Lucas 22:59-62 – Como una hora después, otro afirmaba, diciendo:  Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo. 60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba,  el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

“El gallo tuvo más unción al cantar que la que muchos ministros de alabanza de hoy. El gallo cantó y pasó algo, nosotros cantamos y no pasa nada.

¡Necesitamos la unción del gallo!”

“La unción del gallo” es una manera de ilustrar lo que nos debería caracterizar como ministros de Dios: la unción del Espíritu.

Comencemos con una pregunta importante: ¿Qué es la unción? ¿Lo sabe? Yo le soy sincero, me cuesta encontrar una definición para ella.

Alguien dijo: “¿Qué es la unción?…” “No lo sé, pero sí sé cuando alguien no la tiene”.

He aquí algunas lecciones del ministerio de canto de este gallo anónimo…

1. El gallo cantó cuando el Señor le dijo que cantara.

El Señor lo había profetizado: (Mateo 26:34). El gallo había recibido instrucciones divinas: “Gallo, necesito que me ayudes con un amigo. Quiero que te conviertas en una voz que hable a su conciencia. Cuando él me niegue la tercera vez, necesito que cantes”. El gallo dijo: “¡Ok, Señor!”

Esto a mí me habla de obediencia. Aquel que ha sido llamado al ministerio del canto debe ser obediente a la voz del Señor. Como ministros de música hemos recibido la instrucción divina de cantar. No condiciones la alabanza por tu estado emocional.

2. El gallo cantó donde el Señor le dijo que cantara.

El evangelio de Lucas dice que cuando arrestaron a Jesús (Lucas 22:54-55).

¿Dónde estaba Pedro la vez que negó a Jesús? En el patio de la casa de Caifás. ¿Dónde estaba el gallo? Allí mismo. El gallo estuvo en el lugar donde el Señor le había indicado que estuviera.

Como ya mencioné, como cantantes y músicos ya nos fue dada la orden de cantar, y además se nos ha especificado el lugar donde debemos hacerlo: la iglesia local.

Deberíamos ser más dependientes del Espíritu Santo en cuanto a la alabanza.

Si el gallo pudo saber dónde debía ir a cantar, ¿no podríamos aprender un poquito de dicha sensibilidad?

3. El gallo cantó lo que el Señor le dijo que cantara.

Que el gallo cantó, cantó. Eso lo sabemos. La pregunta es: ¿Qué cantó?

Como cantantes y músicos, debemos buscar en oración lo que dios quiere oír de nosotros.

¿No deberíamos esforzarnos más en buscar la voluntad del Señor en cuanto a este tipo de cosas? Claro, no exagerando la búsqueda creyendo que veremos una visión o siempre oiremos una voz que diga: “Canta esto…” No, pero cuando nos toque preparar nuestra lista de cantos deberíamos humillarnos ante Dios y solicitar su dirección. El Señor valora dicha actitud.

¿Qué cantó el gallo aquella noche? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que cantó lo que el Señor dijo que cantara.

4. El gallo cantó y Pedro recordó las palabras del Señor.

El texto dice: “El gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la Palabra del Señor” (Lucas 22:60-61).

Por lo tanto, nosotros predicamos por medio de nuestras canciones. Las canciones son el medio a través del cual le recordamos a la gente las palabras del señor.

5. El gallo cantó y Pedro fue quebrantado.

Lucas dice: “Y Pedro se acordó de la palabra del Señor que le había dicho:  Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22:61-62).

Conclusión:

¿Sabe usted quién fue el gallo que cantó la noche de la negación de Pedro?   ¡Tampoco! Usted no tiene que ser conocido para que la unción del Espíritu repose sobre usted. Ni siquiera debe haber grabado un disco o producido un video musical, es cuestión de consagrarnos a una búsqueda diaria e intensa del Señor para que Él nos conceda la gracia de usarnos en el canto.