Biblia

La Vida Cristiana y los Atajos

La Vida Cristiana y los Atajos

La Vida Cristiana y los Atajos

“RECONÓCELO… Y ÉL HARÁ DERECHAS TUS VEREDAS” (Proverbios 3:6)

¿Estás cansado de esperar a que Dios actúe? ¿Tienes ganas de ponerte “detrás del volante” y asumir el control? Antes de que lo hagas, recuerda esto: un “atajo” puede hacer un “cortocircuito” hacia tu destino… Las cosas ocurren en el horario de Dios, y no en el nuestro…

Después de que Samuel ungió a David como rey, éste tenía que “dar un paso hacia atrás” y esperar siete largos años mientras que Saúl ponía en peligro al futuro de Israel, obligándole a esconderse. Entonces apareció uno de esos “atajos”… Uno de los soldados de David descubrió que Saúl estaba indefenso y durmiendo en su tienda, por lo que fue a David y le dijo: “Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano… déjame que le hiera…” (1 Samuel 26:8).

¡Qué oportunidad, deshacerte del hombre que quiere matarte! ¡Salir de tu escondite y reclamar tu trono! Después de todo, ¡ya fuiste ungido para ser rey! Todo tenía sentido, menos una cosa: no era parte del plan de Dios… Aunque David quería reinar sobre Israel, él sabía que si quería tener éxito, debía hacerlo a la manera de Dios, y en el “horario” de Dios, porque si no, no dispondría de su bendición ni de su visto bueno.

Cuando Abisai se ofreció para matar a Saúl, sólo tenía el bienestar de David en mente. ¡Eso da que pensar…! Amigos bienintencionados pueden aconsejarte contra el plan de Dios. En ese momento es difícil no seguir la corriente o defender tu decisión analizando por lógica que el fin justifica los medios… Nunca permitas que nadie, por muy bienintencionado que sea, te convenza que hagas algo que sabes que está mal. En lugar de eso, “(R)[r]econóce(lo) [al Señor]… y Él hará derechas tus veredas” (Proverbios 3:6).