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Lecciones aprendidas de la experiencia con nuestra hija lesbiana

Lecciones aprendidas de la experiencia con nuestra hija lesbiana

Esta carta fue escrita por una amiga del Ministerio Reconciliación (1) y miembro del grupo de apoyo para padres Sanando Corazones (2). Ella comparte de la sabiduría que adquirió de los muchos años de confiar en la ayuda del Señor para amar a su hija identificada con la vida lésbica a la vez que mantenía sus convicciones cristianas. Ella escribió el artículo en forma anónima para proteger la identidad de su hija.

Sin entrar en muchos detalles, voy a empezar diciendo que cuando pensamos que nuestra hija (vamos a llamarla María) estaba segura y felizmente casada, recibimos una llamada de ella diciéndonos que estaba dejando a su esposo de sólo nueve meses y que ella “nunca tendría otro hombre en su vida”.

Me quedé muy sorprendida y asumí que ella quería decir que sus experiencias pasadas, junto con su experiencia actual le habían enseñado que no necesitaba un hombre en su vida para ser feliz. PERO, la llamada telefónica de un amigo en común que recibí un poco después me tomó por sorpresa cuando me dijo preocupado que María podría perder la custodia de nuestra nieta de cinco años debido a su decisión de vivir un estilo de vida gay. Nos quedamos impactados. Nunca hubiéramos esperado esto.

No había nada que hubiera sucedido en su vida que nos llevara a esperar eso (de hecho, todo indicaba justamente lo contrario). Cuando llamé a María y le comenté lo que me dijeron, no lo manejé muy bien e incluso puse la carta religiosa sobre la mesa. PERO, Dios ya tenía un plan y no era necesariamente para ella, sino para mí.

LAS LECCIONES EMPIEZAN

Lección #1

No podíamos caminar solos este camino. Necesitábamos al cuerpo de Cristo y Dios en su gracia nos llevó a mi marido y a mí a Sanando Corazones a través de un amigo. La siguiente escritura se convirtió en una parte muy importante de nuestras vidas.

Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca. Hebreos 10:24-25 (NTV)

Lección #2

Dios me mostró que tenía que amarla a ella y a su pareja (vamos a llamarla Ana) también. Era mucho más fácil amar a mi hija que amar a quien estaba segura la había conducido por mal camino. Pero Dios impresionó mi corazón al recordarme que Él amó al mundo incondicionalmente y que yo necesitaba encontrar una manera de amar a Ana. Empecé a ver las cosas positivas que esa persona había traído a la vida tanto de María como de nuestra nieta. Cosas como no más abusos, estabilidad financiera, e incluso que Ana dejó de beber cuando se dió cuenta de que ahora era responsable de nuestra nieta. (Ana hasta hoy ha estado sobria durante más de 10 años).

Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.  Filipenses 4:8 (NTV)

Esto no me ha hecho mirar la relación como aceptable de acuerdo a la Palabra de Dios, sino que me ha ayudado a desarrollar en mi vida una actitud de gratitud y una confianza en Dios que Él es más que capaz de hacer todas las cosas de nuevo para María, Ana y nuestra nieta. ¡ÉL ES MI ESPERANZA!

Lección #3

Cuando criamos a  nuestros hijos “hacemos lo mejor que podemos”. Inmediatamente empecé a escuchar al enemigo diciéndome: si hubieras hecho o dicho algo diferente, si sólo hubieras visto las señales…

Entonces recordé algo que una amiga muy sabia me dijo años atrás cuando tuvimos otro incidente con María. Ella me preguntó si me estaba culpando a mí misma, y le dije: “por supuesto, soy su madre”. Ella me hizo ver que Dios es el “padre perfecto” y sus hijos se  rebelaron. Ese pensamiento me ha ayudado a liberarme de la condenación.

Lección #4

A veces cuando oramos estamos orando con malas intenciones y no en la fe y la confianza. Desde el principio, el Espíritu Santo me señaló que mi motivo para orar por María era para manipular la situación y no ponerla en las manos de Dios. No hay lugar más seguro para la familia de los miembros de la comunidad LGBTQ (3) que en los brazos de Dios y en una familia que los ama y los acepta en la misma de manera que su Padre Celestial lo hace.

Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar. Proverbios 3:5-6 (NTV)

Lección # 5

A continuación se muestra una copia de la oración de la serenidad completa (me encontré con ella hace unos años y ha cambiado mi visión de muchas cosas).

La Oración de la Serenidad

Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar;

el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar;

y la sabiduría para reconocer la diferencia.

Viviendo un día a la vez;

disfrutando un momento a la vez;

aceptando las dificultades como un camino hacia la paz;

tomando, como Tú lo hiciste, a este mundo pecador tal como es, y no como me gustaría que fuera;

confiando que Tú harás que todas las cosas estén bien si me rindo a Tu voluntad;

Así podré ser razonablemente feliz en esta vida y supremamente feliz contigo por siempre y para siempre en la siguiente.

Amén

Mi oración para cualquiera que lea esto es que usted será capaz de confiar en lo que dice Romanos 8:28 (NTV):

Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que Él tiene para ellos.

A veces las lecciones de la vida vienen por el camino difícil, pero cuando tu esperanza está en Dios, nada es en vano.

 

© Reconciliation Ministries 2015

Traducción: Imelda Márquez

 

(1) Reconciliation Ministries

(2) Healing Hearts parents’ support group

(3) Siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros y queer (cuestionados) –aquellos que no están específicamente representados en las anteriores siglas,   como pansexuales, intersexuales, etc.