¡Levántate! ¡No caigas!

Si tuviera que realizar una lista en la cual debiera enumerar las dificultades más serias que el creyente tiene que enfrentar, creo que la que ocuparía el puesto uno sería el no prestar la debida atención. Puesto que si el creyente dispusiera su oído para atender la Palabra de Dios, a los mensajes y a las predicaciones cristianas. Estoy seguro que muchas cosas que a veces nos paralizan en nuestro caminar, fuesen sobrepasadas sin tanta aflicción.

Pero hermanos, esta falta de predisposición para escuchar o el pasar por inadvertido lo que se nos enseña, no es algo reciente. No es reciente, porque en las Escrituras se encuentran registrados hechos en los que ya se presentaba este problema.

Amados, al pasar por la historia de los judíos relatada en la Biblia, podemos hallar que en múltiples ocasiones ellos recibieron grandes revelaciones y mensajes de parte de Dios. Podemos ver cómo Dios les mostró su voluntad, y de igual forma podemos ver cómo ellos una y otra vez la desobedecieron, recibiendo así las consecuencias de sus desobediencias. Ellos fueron afligidos grandemente porque no pusieron predisposición para oír la voz de Dios. Amados, hoy estudiaremos con la ayuda de Dios, acerca de lo peligroso que resulta la falta de predisposición para oír la Palabra de Dios. Y siempre que se desecha la voz de Dios, se ocasiona una fuerte caída.

Hechos 20:7-12 – El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. 8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos; 9 y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. 10 Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. 11 Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. 12 Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.

Al revisar estos versículos podemos notar que todos los discípulos y demás se hallaban reunidos el domingo, y Pablo les enseñaba antes de su partida. También notamos que la reunión se extendió. El motivo que llevó a que la reunión se extendiese fue que todos los allí reunido se encontraban en comunión con el Señor. Y es claro que para nosotros que somos cristianos es de vital importancia que cultivemos de esta forma nuestra relación con Dios. Ya que a esto mismo hemos sido llamados. Corroboremos esto en la Palabra de Dios, leamos en 1 Corintios 1:9: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” Amados, este precisamente fue el caso que el libro de Hechos nos detalla, ellos se encontraban en la comunión con Dios a la que fueron llamados, todos menos uno. Y es sobre esto en particular que el día de hoy quiero hablarles.

Vemos en estos hechos que aquel joven se quedó dormido en medio del mensaje. El motivo directo que aquí se nos indica por el que este joven se había quedado dormido, era porque Pablo se había extendido. Aunque el mensaje se había extendido tengo por cierto que éste no era el único motivo. Puesto que creo que la razón más fuerte era porque aquel joven se decayó en su atención a lo que Pablo estaba enseñando. Si bien Eutico estuvo despierto y prestando atención al mensaje de Pablo, cierto es también que llegó un momento en la que él dejó de prestar la atención que le estaba prestando a Pablo. Este caso se vive en muchas personas, y la causa de que esto suceda comienza cuando las personas creen que lo que se está enseñando ya no tiene ninguna relación con ella. Así que y debido a esto no debemos fiarnos en nuestro propio juicio u opinión. Y esto es el inicio de una gran caída, veamos en las Escrituras esta advertencia, vamos a Proverbios 3:7 y leamos “No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal.” Y la misma Biblia responde el porqué del no fiarnos en nuestro propio juicio, veamos en Proverbios 14:12: “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.” Amados, ¿no es esta razón suficiente para ponernos en manos de Dios siempre?

Viendo hacia la lectura del mensaje de hoy, notamos que Eutico se durmió (hablando físicamente) en medio del mensaje, y esto nos puede suceder. Pero quiero llevarlos con la ayuda de Dios a ver el problema más grave, es decir lo que sería el dormirnos espiritualmente. Y es cierto que es un grave problema, ya que en el pueblo de Dios podemos ver a muchas personas que se han dormido en los asientos de las congregaciones. Tal como Eutico, a muchas personas el enemigo les ha bajado el toldo para que entren en un sueño muy profundo. Los motivo de este suceso son muchos, pero la razón predominante es porque muchos dicen que no pueden entender las Escrituras, o que no pueden ver su significado espiritual. Pero le digo algo, si deseamos entender la voluntad de Dios en su Palabra o en una predicación, no podemos solamente leer o escuchar su palabra, sino que debemos estudiarla, sumergirnos en ella, meditar en ella, y aún algo más importante debemos ponerla por obra. Veamos lo que se nos dice en Levítico 19:37: “Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra. Yo Jehová.” Amados la forma de conocer la voluntad de Dios para nuestras vidas, es guardar y aplicar su Santa Palabra en nuestro andar diario, para que nuestra mente sea renovada a la verdad de Dios. Y lo más importante debería ser el buscar la voluntad de Dios, la cual es perfecta, para nuestras vidas.

Creo que todos estamos en un mismo sentir al decir que lo que necesitamos hoy en día es un gran avivamiento. Y vuelvo hablar de la misma manera al decir que el mundo no estuviera tan corrompido como está, si nosotros los llamados confiáramos completamente en nuestro Dios y cumpliéramos la comisión que nuestro Señor Jesús nos encomendó. La cual se encuentra registrada en Marcos 16:15 al leer “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Amados, pero también existen muchos cristianos que han entendido muy bien la misión que de Dios tenemos, la de ir y proclamar las Buenas Nuevas de salvación. Sí, existen muchos cristianos que sin importar los riesgos, persecuciones o vituperios están dispuestos a izar el portaestandarte del evangelio en aquellos lugares en que aún no se ha llegado. Personas que como Pablo pueden decir, que en sus cuerpos llevan las marcas de nuestro señor Jesús. Pero también es otra realidad el ver muchos cristianos que han caído en un profundo sueño, simplemente con el saber que son salvos. Cristianos que quizás por poco conocimiento de las Escrituras o por tener poca de fe, no llegar a entender la revelación que Dios da. Existen muchos que han creído el engaño del enemigo, la mentira de que con ser ellos salvos es suficiente. Ellos se han quedado dormidos y pueden llegar a caer.

Y a todo esto viene la pregunta ¿por qué comenzamos a dormirnos? Pues bien, esto tiene su origen cuando no podemos ver la mano de Dios obrando en nuestras vidas. Y al no percatarnos de su mano obrando, comenzamos a desanimarnos, a deprimirnos, llegamos al punto de desobedecerle, una vez aquí somos presa fácil del enemigo, pero oigan bien esto, a pesar de que las circunstancia a nuestro alrededor no nos permitan ver la mano de Dios obrando, Él está allí, sí, Él está con nosotros, veamos esto en su Palabra, vamos a Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Amados, Dios es fiel para cumplir su palabra, aquí dice que Él estará con nosotros todos los días. ¡Hermano Cristo está contigo! ¿No lo ves? Él nunca nos desamparará.

Amados, hay muchos ataques en nuestra contra por parte de enemigo, demonios con la tarea de provocar nuestra caída. Así que tenga siempre en mente esto, leamos en Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Yo quiero que no dudemos de las promesas de Dios, pues estas se cumplirán todas, son tan sólidas que podemos acostarnos por completo en ellas y descansar allí. Nosotros pertenecemos a Dios, somos su real sacerdocio y pueblo escogido, Él es el Señor de Todo. Alegrémonos juntos con esta parte de las Escrituras en Filipenses 2:9-11: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Hermanos, Dios peleará las batallas por nosotros, Él nos dará la victoria sobre nuestros enemigos, sobre todo aquello que quiera oponerse, este es un gran estímulo para conducir nuestras vidas en santidad, para la Gloria de Dios.

Así que con esto, entendemos que como hijos de Dios, tenemos que despertarnos, no podemos andar fuera de la voluntad revelada de Dios. Acerquemos nuestros oídos a la voz de Dios, despertémonos de nuestros sueños, estemos atentos a su voluntad, no sea que nos sobrevenga lo que la palabra de Dios indica en Deuteronomio 28:15 que dice “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.” Es esta una de las razones por la que debemos estar dispuestos a oír su palabra y de la misma forma ser obedientes a ella, puesto de no hacerlo las bendiciones de Dios no llegarán a nuestras vidas. No escojamos las maldiciones de Dios, desobedeciéndole, ante que las bendiciones, obedeciéndole. Amados, por más que el enemigo y sus demonios traten de alejarnos de Dios, la palabra dice que Dios peleará nuestras batallas y nos dará la victoria, veamos esto en Deuteronomio 28:7: “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”. Hermanos, el enemigo no tendrá oportunidad sobre nosotros, si es Dios quien pelea por nosotros, y nosotros debemos estar firmes, fundamentados en su palabra, para que Dios obre a través nuestro en todo momento. Veamos lo que Dios nos dice aquí “Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.” ¡Hermanos, Dios peleará por nosotros!

Amados, tengamos también en cuenta que para que esto se produzca debemos llevar un caminar santo, apartado de todo lo contrario a la voluntad de Dios. Además tenemos que disponer nuestro oído a las predicaciones cristianas y las advertencias, debemos meditar profundizando en ellos y ponerlos por obra en nuestras vidas. Hermanos, busquemos más de Dios, escuchemos lo que Él tenga que decirnos, despertemos de este sueño el cual provocará nuestra caída. El enemigo trata de engañarnos a cada momento, quiere sembrar dudas en nuestra mente y así lograr que nos desviemos de la voluntad perfecta de Dios. El enemigo quiere llevar nuestras mentes a volar lejos de la voz de Dios, para que no la oigamos, o también tantas veces no hemos escuchado al enemigo decir que no vayamos a la iglesia, que no oremos. Hago una pregunta, pero que su respuesta es obvia ¿Acaso quiere el enemigo nuestro bienestar? El deseo de él es que nos rebelemos contra Dios. Así que no creamos sus mentiras, sino que alimentémonos de la Palabra de Dios. Tomemos las armas de luz que Dios nos ha dado y peleemos la batalla, la cual es sin tregua, pero que en Dios obtendremos fortalezas para no desmayar y mejor aún para vencer.

Para concluir. La historia nos narra que aquel joven al quedarse dormido se cayó. De la misma manera hoy existen muchos cristianos que se han encontrado en la misma situación. Situación a la que llegaron por desatender a la voz de Dios, por desatender a las advertencias, por desatender el mensaje de Dios hablado por sus siervos. Cristianos que por hacer oídos sordos, y perdiendo las bendiciones que Dios ha querido derramar sobre sus vidas, han caído.

Yo te pido que hoy examines tu vida, y te digo que si éste es tu caso, aquí tienes a Jesucristo quién te puede ayudar, así que, ¡levántate cristiano! Algo también interesante narrado en Hechos, es que aquel joven muere por la caída. Empero algo sucedió ¡Un milagro! Dios le levantó con vida. Y esto es para ti también, ya que si debido a la caída estas como muerto espiritualmente hablando, Dios te dice hoy ¡Levántate de entre los muertos! Aún hay esperanza en Cristo, de modo que si tú aún duermes, hoy te digo en el nombre del Señor ¡Levántate!

Las predicaciones cristianas nos enseñan que Satanás es muy astuto en su táctica, y que tratara cualquier cosa en cualquier momento para destruirnos. El aprovechara la primera oportunidad cuando estemos cansados y que nuestra guardia este baja. El principal campo de batalla esta en nuestra mente y el la usa para engañar, tentar, mentir, inspirar malos pensamientos, confusión, dudas, temor, desanimo, etc. ¡Es hora de cambiar de estación! El diablo es un ser vencido y derrotado, Jesucristo lo derroto públicamente en la cruz del Calvario, y nos dio la autoridad para cuando Satanás trate de levantarse en contra nuestra podamos recordarle su lugar. Jesús vino a destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8).

Las predicas cristianas y estudios bíblicos, claramente nos enseñan que Dios nos ha dado nos dejo armas con la cuales luchar en contra del enemigo: Su sangre que nos limpia y nos capacita para vivir una vida de victoria (Apocalipsis 12:10-11). Nos dejo una armadura completa, la espada que es la palabra de Dios; proclamando su palabra podemos combatir al enemigo, Jesús mismo cuando fue tentado hizo uso de esta. La coraza, el cinto, el calzado y el yelmo también son partes muy importante de esta coraza para nuestra defensa. Los resultados de participar en esta batalla son muchos. Primero, obtenemos beneficios para nuestra vida cristiana, ya que aprendemos ha conocer mas el poder soberano de Dios, crecemos espiritualmente y por lo tanto seremos de bendición a otros. Aprendemos ha usar las armas que se nos ha dejado, nuestra fe aumenta, etc.

Segundo, el que podamos resistir las fuerzas del enemigo hace que el Reino de Dios vaya extendiéndose y penetrando en las áreas que son dominadas por el poder de las tinieblas. Trayendo con nosotros a esos lugares, la paz, el gozo, justicia, el amor, la salvación y la libertad que Jesús vino a traer. Quiero reiterar una cosa, existen dos ejércitos, el ejército de Dios y el ejército de Satanás. Aunque no lo quieran reconocer, si no están con Dios, están automáticamente con Satanás (Lucas 11:23). Por favor entiendan esto bien claro, el no tomar una decisión en favor de Dios significa que has tomado el lado de Satanás.

Para concluir. Si te encuentras que estas en el lado de Satanás, que este sintonizado a su frecuencia, es hora de que te pares de tu sillón, tomes el control y te pongas en sintonía con Dios.

Los estudios bíblicos y predicas cristianas claramente nos enseñan que la palabra de Dios no cambia, y la victoria final se acerca; de esto no existe duda (Apocalipsis 20:10). Como creyente Dios ha puesto todas las cosas debajo de nuestros pies (Efesios 2:6; 1:20-22).

Mantengámonos firmes, resistiendo, hagamos uso de la autoridad que se nos ha dado en el nombre de Jesús; sabiendo que somos mas que vencedores por medio de nuestro Señor Jesús (Romanos 8:37) sigamos en las filas que avanzan y resisten las fuerzas del enemigo. Conquistemos reinos, naciones, pueblos, barrios, y comunidades en el glorioso nombre de Jesús.

© 1999, Jose R. Hernandez. Todos los derechos reservados.