Levantate y anda

INTRODUCCION:

“La gente se cree antes una gran mentira que una pequeña, y si la repites constantemente acabaran aceptándola como una realidad”.

A veces en la vida cristiana pasa esto, venimos a Dios, aceptamos a Jesús, y donde había tinieblas aparece la luz, las cosas andan bien pero por alguna extraña razón en algunas personas las cosas empiezan a funcionar mal, en la mayoría de casos la gente piensa que ya no es digna de recibir el perdón, esa es la gran mentira a la que refiero yo, la mentira que  dice que ya no eres digno de recibir la gracia, la misericordia y el perdón de Dios y eso es una gran mentira.

Por eso hay personas que sienten que no pueden avanzar, que saben que fallan en algo su vida no fluye como tiene que ser y se sienten tan sucias que no pueden levantar una oración ante Dios porque se sienten indignos.

El Diablo podrá hacer que un siervo, un líder o algún pastor caiga, pero nunca podrá hacer frente a la obra de Dios, no podrá hacer frente al cristiano que ora y se fortalece y que mantiene el altar encendido, no podrá hacer frente a la gracia de Dios que es derramada en nuestros corazones cuando aceptamos a Jesús.

¿CUÁNTOS SE SIENTEN COMO SI DIOS YA NO QUISIERA PERDONARLOS?

¿CUÁNTOS EN ESTA VIDA HEMOS COMETIDO UN ERROR Y EL DIABLO NOS HA LLENANDO LA CABEZA DE MENTIRAS?

Dios no ama a los pecadores.

· Has perdido la salvación.

· Con eso que has visto en la tele no puedes orar, estás sucio/a.

· Le has gritado o peor has engañado a tu mujer, como te vas a acercar al trono de Dios.

· Has criticado o murmurado a alguien.

· Te has vuelto a drogar o emborrachar.

· Has vuelto a hacer las obras de la carne.

· Obraste mal adrede con tu compañero de trabajo, etc…

Por eso en el trascurso de esos momentos nos cuesta afrontar la realidad del pecado, porque esos pensamientos vienen porque sabemos que hemos fallado, y que si nos paramos a pensar, restaurar el pecado cuesta más que el mismo pecado, y entonces empezamos a auto-destruirnos, auto-compadecernos de nosotros mismos, auto-criticarnos y por ultimo nos resignamos y nos auto-imponemos un yugo tan grande que no podemos levantar la cabeza por mucho tiempo, y terminamos llorando amargamente, hartos de pedir perdón por el mismo pecado crónico.

¡NO CREAS QUE TU ERROR ES MÁS GRANDE QUE EL PERDÓN DE DIOS!

La primera vez que pecasTe tiras ante la presencia de Dios y suplicas piedad, ruegas que la sangre de Cristo te haga limpio, puro otra vez.

La segunda vez :Consideras que es necesario prometer algo, decir alguna frase como:

Ø  Prometo que jamás lo volveré a hacer.

Ø  Nunca jamás consumiré pornografía o acariciaré esos asquerosos pensamientos.

La tercera vezTe auto-impones un castigo, algo que te duela, para demostrarle a Dios que ahora va en serio:

Ø  Voy a quitar la tele.

Ø  Voy a ayunar, para que veas que voy en serio.

Ø  No usaré las redes sociales, para no tentarme a navegar en sitios sucios.

Ø  Me vuelvo a ir a un centro de desintoxicación

Ø  Dejaré a mi novio/a porque me está obligando a hacer cosas que no debo hacer.

La cuarta vezYa no quieres ir, ahora sí, sientes que tu vida es un fraude, y te sientas a los pies de la cama o en tu soledad, a dialogar con Satanás:

Ø  Ahora si lo has hecho mal.

Ø  Hasta Dios tiene sus límites.

Ø  Una cosa es equivocarse una vez, dos y tal vez hasta tres, pero ya has perdido la cuenta.

Ø  Créeme yo soy el diablo, yo sé de qué va esto de la humanidad, se más por viejo que por diablo, te lo digo porque soy amigo tuyo. (Todo mentiras)

Y dices: “Creo que Dios está harto de verme fracasar”. Es el primer error nunca debes de resignarte, el enemigo solo desea verte arruinado y eso es un problema, una debilidad, un horrible y repugnante pecado que te deja fuera de juego. Y es entonces cuando se produce el contrasentido, lo ilógico, porque es lo que has dialogado con Satanás. Pospones orar hasta arreglar tu debilidad primero, segundo error. Dejas de lado la consagración porque te sientes indigno, sucio tercer error. No te involucras porque consideras que has traspasado todos los límites del perdón, cuarto error, y te convences de que no naciste para servir a Dios. Entonces tu vida de oración se reduce a la raquítica tarea de hilvanar dos o tres frases sin sentido antes de quedarte dormido.

1º ILUSTRACION:

“George Best fue declarado el mejor futbolista europeo del año 1968. Los críticos del deporte decían que lo tenía todo: Estilo, inteligencia, dominio del balón, condición física, profesionalismo. Se decía que podía ser el mejor futbolista de todos los tiempos. Sin embargo, un hábito oculto lo destrozó. Nunca llegó a ser lo que tenía que haber sido. George era un alcohólico empedernido y en los bares de Londres tenían la orden de no servirle bebidas alcohólicas porque podían causarle la muerte. Lo oculto arruinando la vida de una persona que lo tenía todo.”

Si te sientes plenamente identificado y consideras que ya es demasiado tarde, detente y recapacita antes de resignarte, recuerda a nuestro Señor Jesús colgando de la cruz. No merecemos su perdón, pero tenemos la fortuna de encontrarnos con el dador de la gracia, y por esa acción de amor incondicional, recibimos misericordia de parte del Padre, que recibimos por medio de la fe en Dios.

2º ILUSTRACION:

“Dice que estaba el infierno siendo desalojado por crisis y el diablo estaba vendiendo a precio de saldo todas sus armas en contra de la humanidad. Un hombre fue a comprar todo lo que tenía y el diablo le dijo: Te vendo todas mis armas menos el arma de la resignación, te vendo la lujuria, la inmoralidad sexual, el odio, la mentira, la blasfemia, en fin todo menos la resignación, con esta arma puedo hacer que cualquiera baje los brazos y así seguir dominando a la humanidad.”

Con esto que he hablado, quiero ilustrar una historia que le sucedió a un hombre y que trascurre casi en paralelo con uno de los episodios bíblicos más bonitos que existe en las escrituras. Después de leer la palabra, conoceremos a Víctor, una persona de nuestra época  que entendió que puede haber alguna caída en nuestra vida, pero levantarse es obligado.

LECTURA BIBLICA:

(Jn 5:1)  Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

(Jn 5:2)  Y hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, un estanque que en hebreo se llama “Betesda” y que tiene cinco pórticos.

(Jn 5:3)  En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua;

(Jn 5:4)  porque un ángel del Señor descendía de vez en cuando al estanque y agitaba el agua; y el primero que descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera.

(Jn 5:5)  Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

(Jn 5:6)  Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo: ¿Quieres ser sano?

(Jn 5:7)  El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo.

(Jn 5:8)  Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda.

(Jn 5:9)  Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar.

(Jn 5:14)  Después de esto Jesús lo halló en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor.

ILUSTRACION CENTRAL DEL TEMA:

LA CURACION DE UN PARALITICO

Víctor es un hombre recto, honesto (quizás demasiado sincero) y servicial.  Es diacono y ujier principal de una iglesia cristiana, fiel como pocos a su pastor, correcto en el trato con los demás hermanos, puntual y siempre está pendiente a detalles como: Abrir y cerrar las puertas, contar la ofrenda, es líder y miembro del grupo consejero del pastor, y siempre participa en todos los actos que la iglesia emprende o participa: Bien sea de jóvenes, tareas de evangelismo, células o cualquier acto en que su iglesia se involucra.  Por cierto se me olvidó mencionar que Víctor es paralítico desde hace 38 años, por un accidente de tráfico.

La iglesia en la que Víctor sirve se llama “lugar de misericordia” (Betesda), esta sitiada en la calle de las ovejas y  la iglesia está en el portal número 5.  El interior de esta iglesia es similar a la nuestra, solo que con la particularidad de que entre la primera fila de asientos y el estrado había una especie de estanque horizontal de más o menos 2 losas de ancho, el cual usaban para bautizar.

A esa iglesia habían venido varios evangelistas de renombre a predicar, a estos siervos de Dios les solían acompañar señales poderosas del poder de Dios, habían sido sanados: ciegos, cojos y paralíticos.

En estas campañas, los siervos de Dios o mensajeros de su palabra (ángeles), hacían que la gente tocara el agua del estanque, que usaban para bautizar, y eran sanados por el poder de Dios.

Víctor siempre se auto-compadecía de sí mismo y desde su puesto principal de ujier de la iglesia, pensaba que con el no funcionaría, con cierto temor él pensaba ¿porque Dios me elegiría a mi?, pensaba que su destino era seguir así hasta el día de su muerte, sinceramente el no creía que su clamor fuera escuchado en dos palabra se resignó.

Víctor aunque firme por fuera y con un semblante que inspiraba confianza, siempre sonriente por dentro estaba abatido, pensando y resignándose a recordar que sus años habían sido mal gastados se sentía sin ningún valor porque el pecado había lisiado su cuerpo y su alma.

Cierto día llegaba a la iglesia un siervo de Dios con fama de hacer señales, prodigios y milagros, el siervo de Dios se llamaba Jesús Manuel.  Cuando llego a la iglesia, Víctor como de costumbre salió a recibirlo en su silla de ruedas:

· Buenas tardes, Dios lo bendiga­­ –-Dijo Víctor.

· Buenas tardes, igualmente –-Contesto Jesús Manuel.

Víctor lo miro, y aunque la mirada de Jesús Manuel era una mirada como de fuego, es decir la mirada de una persona que está completamente segura que lo va hacer, Víctor siguió con su semblante inmaculado, y empezaron a andar para adentro de la iglesia.

· Observo que está usted en una silla de ruedas –Dijo Jesús Manuel.

· Si tuve un accidente de joven y me quede así –Contesto Víctor.

· ¿Quieres ser sano? –Dijo Jesús Manuel.

Víctor lo volvió a mirar y sonrió con media sonrisa (tipo falsa), puede ser como nunca había sido sanado no creía en estas cosas.

· A mí no me vengas con palabrerías, conozco bien a los charlatanes como tú, solo venís a sacarle el dinero a mi pastor–Contesto Víctor.

· Bueno yo solo te digo que en el momento que toques el agua de aquel estanque que cruza antes del pulpito serás sano –dijo Jesús Manuel.

· Ya, usted dedíquese a predicar que muchos como tu han pasado por aquí y yo sigo igual –contesto Víctor.

En ese día el culto al Señor fue glorioso, hubieron sanidades, liberaciones  y milagros de todo tipo y muchos aceptaron al Señor como su salvador.

Y que pensáis, Víctor ¿toco el agua o no toco el agua? no, no toco el agua porque hay que volverse como un niño, hacerse pequeño y humillarse ante Dios para aceptar lo que Dios te dice, pero eso aunque se sepa cuesta.

Hacer meritos está bien, ser buena persona, tener buen testimonio, etc…, pero somos sus escogidos (Ef 1:4) y lo que cuenta es la fe.

Después de terminar el culto, Víctor como de costumbre, repaso toda la iglesia miro por si alguien se había dejado algo y repasando la iglesia en su silla de ruedas paso por el estanque y entonces pensó:

¿Sera que toco el agua? No, no creo que funcione en 38 años no ha funcionado porque iba a funcionar ahora, pero ese día no sé si por la mirada del predicador o por la unción del ambiente o por curiosidad, Víctor toco el agua.

De repente un calentor empezó a recorrer su cuerpo de dentro hacia fuera y apenas se puso en pie cayó al suelo de rodillas y empezó a alabar y a glorificar el nombre del Señor, nunca había cantado desde que estaba así y empezó a entonar desde dentro del corazón un cantico hacia Dios, las lagrimas brotaban de los ojos de Víctor y corrían por sus mejillas y cantaba:

“Grande eres tú, grandes tus milagros son, no hay otro como tú, no hay otro como tú”. (Cantó la canción en primera persona)

Y fue sano.

Al poco tiempo Jesús Manuel se hallaba predicando en otra iglesia y después del culto vio a Víctor que había asistido a ese culto, y le dijo ¿es que tocaste el agua?, bueno al final para vergüenza mía sí.  Entonces le dijo Jesús Manuel ahora que has sido sanado no peques más no sea que te suceda algo peor.

TEXTO DEL MENSAJE:

Aquí se demuestra la grandeza y la abundancia de gracia de nuestro Señor, este milagro demuestra que la salvación es por gracia, nunca por obras.

Ellos estaban atrapados en su enfermedad y no reconocieron al Señor, en el caso del paralitico de “Betesda”, no es condenable el que no reconociera a Jesús, en el caso de Víctor sí, es diacono y por lo que entiendo sí que es cuanto menos reprochable, porque Víctor sabe que el sacrificio en la cruz también fue por él, el paralitico porque su época era antes de la muerte de Jesús, por eso tuvo que venir Jesús a sanarlo, pero Víctor vive en el tiempo de la gracia, sabe que el único que puede sanarlo es Jesús. Pero lo que sí quiero dejar claro es que en ambos casos la actitud de estar 38 años tan cerca del estanque, tan cerca de Jesús (sirve en una iglesia 38 años), y no dar el último paso, el paso de la fe, eso da a entender que en esas dos personas hay un problema de falta de perdón de ellos hacía ellos mismos.

Más tarde, después de la sanidad de este hombre, Jesús lo encontraría en el templo y hablaría con él, entonces conocería a Jesús y confiaría en él.

Lo mismo con Víctor después de sanarlo, el siervo lo encontró predicando en otra iglesia y entonces entendió uno de los principios más importantes para la vida que somos salvos por gracia, que la gracia no se puede comprar, que a Dios no se le gana por pena sino por fe, jamás he visto a Jesús sanar a nadie por pena, al contrario decía: “tu fe te ha sanado”:

· El centurión, (Mt 8:10), (No he hallado tanta fe en Israel)

· La mujer con flujo, (Mt 9:22), (Hija, tu fe te ha salvado)

· El ciego, (Mt 9:29), (Conforme a vuestra fe os sea hecho)

· La mujer cananea, (Mt 15:28), (Oh mujer, grande es tu fe)

Una palabra de resurrección y esperanza había venido a ellos, y estaba siendo confrontado: ¡Levántate por fe, o échate ahí compadeciéndote y muere en soledad!

La falta de fe de ellos pudo haber continuado con su resignación, acostado junto al estanque en incredulidad, rehusando moverse.

O como Víctor pensando dentro de sí: Conmigo no funcionará. ¿Por qué Dios me elegiría a mí entre toda esta multitud para sanarme?, ¿Es mi destino morir en esta situación?

Es difícil creer que Dios todavía nos ama cuando estamos: Abatidos y débiles, cojos del alma, minusválidos espirituales, con el ministerio lisiado, paralíticos del corazón a causa de un estúpido hábito oculto y la horrible sensación de que Dios ya no te quiere recibir, cuando los años han sido malgastados, cuando el pecado ha lisiado nuestro cuerpo y nuestra alma, cuando nos sentimos sin ningún valor y pensamos que hasta disgustamos a Dios, y se pregunta por qué él se importaría de usted ¿Y entonces qué?:

Solo hay un camino, Jesús, pero se necesita una fe y una humildad como la de un niño, para poder aceptar ese amor, y con fe decir, “Señor, sólo por tu palabra, me levantaré y andaré contigo”, pero para eso hay que aceptar que hemos sido escogidos por Él. Él nos acepta tal y como somos, que no hemos hecho nada y saber y entender que solo es por la gracia de Dios, por eso en este episodio de la biblia habla de 5 pórticos, porque el 5 es el numero de la gracia, y el estanque estaba cerca de la puerta de las ovejas lo cual habla de sacrificio y el lugar se llama “Betesda”, que quiere decir misericordia o lugar de gracia, y eso es lo que llegó a ser para este hombre. ¿Qué significa “gracia”? Significa bondad para quienes no se la merecen el número CINCO indica la gracia de Dios:

Las columnas del atrio exterior del Tabernáculo eran de cinco codos de altura, separadas por cinco codos de espacio.
En (Is 9:6), cinco títulos se dan al Señor: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Con cinco panes, Jesús dio de comer a los cinco mil.

Pero cuando hablamos del número cinco, también hablamos de los dedos de una mano y es inevitable no mencionar la poderosa mano de Dios (1P 5:6).

La mano del dador de gracia.

La mano del que le dio sentido a la vida e hizo que todas las cosas tuvieran un orden.

La mano del único que te puede levantar.

La mano que se puede sentir en la espalda cuando te van mal las cosas.

La mano que siempre aparece al borde del precipicio en las películas para que no te estrelles contra el suelo

Las manos del alfarero moldeando una vasija hasta que es perfecta y para que una vasija sea perfecta, el alfarero moldea con las manos formando la vasija hacia arriba, nunca ejerce presión con las manos hacia abajo para no ahogar lo que está formando.

La mano de aquel que te va a levantar a su debido tiempo, pero para que Él te levante hay que humillarse ante Él como indica el versículo.

Humillarse no quiere decir auto-flagelarse, esta humillación nos habla de humildad y humildad es depender de Dios, los niños por lo general son humildes ante sus papas porque depende de ellos, Moisés se conocía por el hombre más humilde de la tierra porque dependía para todos sus movimientos de la presencia de Dios, Jesús dijo:Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt 11:29).

Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son. Todos hemos pecado, y por eso estamos lejos de Dios. Pero él nos ama mucho y nos declara inocentes sin pedirnos nada a cambio. Por medio de Jesús nos ha librado del castigo que merecían nuestros pecados, [BLS] (Ro 3:22-24).

CONCLUSION:

Debemos recordar y guardar siempre en el corazón la gracia de la redención de Jesucristo y morar allí constantemente, para no ser controlados por la raíz de amargura. En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia (Ef 1:7), esto quiere decir que cuando Jesús murió, ninguna condenación lo pudo retener en el infierno así que Satanás no se salió con la suya, entonces subió al cielo y le dijo al Padre, esta es mi sangre, la sangre que paga por todos los pecados de la humanidad, para que cada persona que haya creído en mí tenga el derecho de acercarse al trono de la gracia y sentir su amor y su perdón, por eso murió Jesús para que junto con el tengamos vida eterna.

Jesús fue el que hizo todo el mérito, ser salvo por gracia quiere decir que somos sus elegidos, que nos predestinó antes de la fundación del mundo (Ef 1:4) y que para que nadie fuera más que nadie en la tierra, el mayor de todos pagó por todos para que nadie fuera más que nadie, pagó hasta por el villano más grade del mundo, por mucho que queramos comprar la gracia de Dios pensando que por algún fallo en esta vida no la merecemos, estamos perdiendo el tiempo, porque no es por obras, es por su gracia, es por medio de la fe (Ef 2:8-9).

Que quiero decir con esto, que no sirve de nada auto-castigarse mentalmente, no debemos de fallar, primero ante Dios, luego ante los hombres, pero si ha sido así, lo mejor es humillarse, pedir perdón a Dios y buscarlo en oración, a base de buenas acciones saciaremos nuestra conciencia pero seguiremos con ese error en nuestra mente y aparte demostramos que no lo conocemos, por que El Padre sí que nos perdona y nosotros no, entonces ¿Quien es más grande Dios o nosotros?

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Tal como está escrito: POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO.

Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 8:33-39)

Esto no es doctrina, esto es ir al Padre arrepentidoy con el corazón vacio de orgullo, porque si está lleno de orgullo, no hay sitio para recibir su misericordia.

La oración sincera ante el Padre pidiendo perdón y arrepintiéndonos  de corazón hará que todo cambie porque “Él te saciará por la mañana con su misericordia, para que le cantes con gozo y le alabes todos los días” (Sal 90:14).

La misericordia de dios es desde la eternidad, hasta la eternidad (Sal 103:17).

JESÚS TE DICE ESTA NOCHE: LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA Y ANDA  (Haz frente a tu pecado, arrepiéntete y busca la dirección Dios)

2. PERDONADORES (no sabe del rencor, venganza, malicia, corrupción, amargura) 3. FE (dependen de sus padres) 4. ENSEÑABLES (todo lo aprenden, los viejo no porque dicen que todo lo saben) 5. MENTE DE NIÑOS (¿Quien quieres ser el rico o Lázaro?) 6. CORAZÓN DE NIÑOS ( inocencia, amor) No seáis niños en el juicio. Sed niños en malicia, pero hombres maduros en juicio" 1 Cor.14:20

– La sencillez, que  es candor transparente, ausencia total de doblez, de toda complicación y de segundas intenciones.

– La sinceridad, que  es franqueza y espontaneidad: el niño dice lo que siente y siente lo que dice, no falsea las cosas ni sabe de protocolos ni de diplomacias.

– La confianza en las personas mayores, sobre todo, en sus padres, a quienes se abandona fácilmente y en quienes confía sin cálculos

– El asombro y la curiosidad, ya que todo le sobrecoge y le admira, todo para él es 'nuevo'; por eso, no se aburre nunca

– La disponibilidad, pues  está abierto a todo, sin condicionamientos y sin reservas

– El sentido filial, que  embarga toda su vida y que se transforma en conciencia de ser amado, protegido,

Ayudado y en dependencia amorosa con respecto a sus padres, sabiendo que tiene absoluta necesidad de ellos y que en ellos está más 'seguro' que en sí mismo.

¿COMO SER COMO NIÑOS?

a. Nacer de nuevo b. Vivir bajo la cubierta divina c. Permitir que el Espíritu Santo tome control sobre nosotros.

Mateo 19:13-14 – Entonces, le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús les dijo: 'Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis. Porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.

Lucas 18:15-17 – Le presentaban también los niños pequeños para que los tocara, y, al verlo los discípulos, les reñían. Más Jesús llamó a los niños, diciendo: 'Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el reino de Dios. Yo os aseguro: El que no reciba el reino de Dios como niño, no estará en él.

Marcos 10:13-16 – Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: 'Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. Yo os aseguro: El que no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él'. Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos

Salmos 8:2 – De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de los enemigos. Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

1 Pedro 2:2 – Desead como niños recién nacidos la leche espiritual. 

C. 2 Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

En el idioma griego del Nuevo Testamento existen dos palabras que son traducidas con "arrepentirse", y cada una de estas palabras nos enseña algo sobre su significado verdadero:

"epistrefo" = "volver, dar media vuelta".

Aquí podemos imaginarnos una persona que está caminando hacia un abismo.  Está avanzando en el camino del mal, y va rumbo a la perdición

metanoeo" = "cambiar la mente".

El pecador arrepentido cambiará no solo su manera de actuar, sino también su manera de pensar.  En vez de amar el pecado, ahora lo va a odiar.

EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO  REQUIERE UN CAMBIO DE OPINIÓN:

A.  Respecto a la naturaleza del pecado

B. Respecto a la naturaleza del pecado y su relación con Dios.

C. Respecto a las consecuencias del pecado

III.  CONCLUSIÓN

A. No tomes la decisión de seguir a Cristo por emoción

B. No corras a buscar los milagros, corre a los brazos de quien los hace

C. Recuerda que todo lo que tenemos es por gracia

D. Arrepiéntete de corazón haz tu decisión por Cristo 

Fuente: www.centraldesermones.com