Biblia

Lider en crisis

Lider en crisis

por Christopher Shaw

El líder maduro en tiempo de crisis busca el rostro de Dios, no sólo para ser fortalecido sino para recibir la dirección que le marque los pasos.

Versículo: 1 Samuel 30:3-5

30:3 Cuando David y sus hombres llegaron, encontraron que la ciudad había sido quemada, y que sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos. 30:4 David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas. 30:5 También habían caído prisioneras dos esposas de David, la jezrelita Ajinoán y Abigaíl, la viuda de Nabal de Carmel.

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David había salido a pelear junto a los filisteos, pueblo con el cual se vio obligado a morar luego de sufrir, más de diez años, la persecución por parte de Saúl. Mientras David y sus hombres estaban lejos de casa, su pueblo fue saquedo y fueron llevados cautivos las mujeres y niños. Cuando los guerreros regresaron a su casa se encontraron con un cuadro verdaderamente desolador, que los llevó a una profunda amargura.

Aquel que ha asumido responsabilidades frente a otros, ocasionalmente, se enfrentará a situaciones de profunda crisis que tienen potenciales consecuencias devastadoras para el grupo. Esto es parte de la realidad que le toca vivir a cada líder. Y en algunas pocas situaciones, los seguidores cuestionarán duramente al líder y hasta contemplarán medidas drásticas contra su persona. Los hombres de David se propusieron matarlo.

En situaciones de crisis siempre afloran en nosotros las reacciones más carnales. Nos lamentamos por lo ocurrido. Nos preocupamos por las posibles consecuencias. Cuestionamos los pasos que nos llevaron a la crisis. Nos enojamos con los que están más cerca de nosotros. Buscamos a quien echarle la culpa. Nos apresuramos en tomar decisiones imprudentes. Todas estas medidas rara vez contribuyen a una solución.

El hombre maduro debe procurar, en tiempos de crisis, acercarse a quien puede darle la perspectiva correcta de las cosas: Dios mismo.

Cuán instructivo resulta, entonces, observar el compartimiento de David en esta grave crisis que le tocó enfrentar. En primer lugar, note la reacción instintiva de un hombre acostumbrado a caminar con Dios: David se fortaleció en Jehová su Dios. El hombre maduro debe inmediatamente procurar, en tiempos de crisis, acercarse a la única persona que puede darle la perspectiva correcta de las cosas: Dios mismo; él que le devolverá el equilibrio y la tranquilidad en medio de la tormenta. David, como lo había hecho siempre, no se demoró en buscar del Señor la fortaleza que no poseía en sí mismo.

En segundo lugar, habiendo estabilizado sus emociones y fortalecido su espíritu, David no se puso a estudiar la situación para ver como podía salir de ella. Llamó al sacerdote para buscar de parte de Dios, una palabra específica para esta grave crisis. Sabía que, en última instancia, no importaba su propia opinión, ni tampoco la opinión de sus hombres. Sí era de extrema importancia recibir instrucciones del que verdaderamente controla todas las cosas. El resultado fue que David no solamente fue fortalecido, sino que también se le marcaron los pasos apropiados para recuperar todo lo que habían perdido y, de esta manera, se logró una importante victoria para todo el grupo.

Para pensar:- ¿Cómo actúa usted en situaciones de crisis?- ¿Cuáles de estas reacciones contribuyen a empeorar el problema?- ¿Qué cosas puede hacer para manejarse con mayor sabiduría en tiempos de crisis?

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