Llevamos cargas o bendiciones
por No Aplica
Texto de referencia Salmo 19:14; Filipenses 4:4-9
Hay una antigua leyenda acerca de tres hombres y sus sacos. Cada uno tenía dos sacos, uno atado frente al cuello y el otro atado a la espalda. Cuando le preguntaron al primer hombre que había en sus sacos, contestó: «En el saco sobre mi espalda están todas las cosas buenas que mis amigos y mi familia me han hecho. De este modo no se ven. En el saco del frente están todas las cosas malas que me han sucedido. De vez en cuando me detengo, lo abro, saco las cosas, las examino, y pienso en ellas». En realidad este individuo no progresaba mucho en la vida porque se detenía demasiado para concentrarse en toda esa basura.
Preguntárosle al segundo hombre acerca de sus sacos. Contestó: «En el saco del frente están todas las cosas buenas que he hecho. Me gusta mirarlas, y con mucha frecuencia las saco para ostentar ante la gente. ¿El saco en la espalda? Ahí mantengo todas mis equivocaciones, y las cargo todo el tiempo. Seguro que son pesadas, me aminoran la marcha, pero qué le vamos a hacer, por alguna razón no puedo desembarazarme de ellas».
Cuando le preguntaron al tercer hombre por sus sacos, respondió: «El del frente es maravilloso. En él guardo todos los pensamientos positivos que tenga acerca de las personas, todas las bendiciones que he experimentado, todas las grandes cosas que otros han hecho por mí. El peso no es problema. El saco es como las velas de un barco: me impulsan hacia adelante. El saco en la espalda está vacío. No hay nada en él. Le hice un gran hoyo en el fondo. En él pongo todo lo malo que pienso acerca de mí, o que oigo de otros. Todo esto entra por un lado y sale por otro, por lo que no estoy cargando nada de peso extra».
¿Qué está cargando usted en su sus sacos?
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.