LOS ESPIRITUALES Y LOS FRUTOS

Lo más grande es deleitarse en Dios. ¿Hay un nacimiento nuevo? Entonces empieza la vida espiritual. El peor de los pecados entra en los diez mandamientos que Dios quiso que guardásemos y es el pecado de la idolatría. Recibir la más alta educación espiritual es básico para empezar la carrera y acabarla en lo más alto. La primera etapa o medida del ser espiritual es el nacimiento nuevo. De los doce a los treinta años Jesús guardó silencio y se mantuvo en su aprendizaje perfecto como judío. No entendemos el nivel de los que han alcanzado esos treinta años.
 
1 Corintios 3:1
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Se hace el ser espiritual desde que empezamos a servir. Si en el nacimiento nuevo no hay una reacción veraz al alimento de Dios en el instante, entonces solo se quedan siendo un espíritu pero no seres vivientes. 
 
En el mundo espiritual muchas de las cosas que suceden no pueden ser comprendidas. Los espirituales gastan el tiempo en preparar y llenar sus lámparas. El Espíritu Santo no es un “movimiento”. Él es Dios moviéndose y dando vida a los que le oyen. El Espíritu Santo hace sentir “cómodos” a los que le siguen en obediencia. Cuando vivimos para creerle, Él hace un plan para enseñorearse de todo lo que es carne. No es fácil ser puro en todo lo que es servicio, ya que la carne se interpone. Los espirituales aceptan la reprensión con gozo porque saben que tienen que arrancar raíces de pecado de su interior. Por mis propios medios no puedo ser espiritual. Él viene en poder, fuerza y fuego como profetizaron los antiguos. 
 
Los espirituales nunca doblan sus rodillas delante de ningún ídolo o espíritu de exterminio judío. En su Gloria, Jesús hablará bien de los que como mártires se han sacrificado para Él. Los espirituales no son robots, sino todo lo contrario, tienen la mente de Cristo. No se puede esperar un largo rato, porque en cualquier momento aparecerá el príncipe de los pastores y a los que han creído se llevará. 
 
La espiritualidad es urgente para no tener celos, contiendas, pecados en todas sus gamas. Conocer a Dios no es ver su cara sino conocer su voluntad. La familia de Dios, son los espirituales, los que oyen y hacen la palabra. ¿Quiénes son los que van a entrar? Los que se visten con la autoridad divina. 
 
Hoy los pastores tienen que enseñar a sus miembros a que se enamoren de Jesús. El cielo se alcanza por amor. Dios no se acerca donde no hay comunión perfecta. Los límpios son los que se esfuerzan por serlo. 
 
Gálatas 5: 16-21
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
El alma es un nido en el cual se almacenan semillas, raíces de amargura, etc. El espiritual se deja controlar por la mano de Jesús y exponen su vida presentando su corazón a sus pies. El alimento sólido hace prosperar nuestra vida de un reino a otro superior. 
 
Si están las obras de la carne no hay nada de espiritualidad. David era tierno, dulce pero a la vez era guerrero y tenía una espiritualidad de celo por Jehová. Los carnales nunca serán puestos por Dios en la primera línea de batalla. Solo los espirituales han alcanzado la madurez de conocer a Dios. Moisés alcanzó la madurez en su espiritualidad que vió las espaldas de Jehová. El Padre se agrada de los espirituales porque tienen un corazón niño para obedecerle ciegamente. Jesús es el motivo del arrebatamiento. 
 
¡Si quieres ser feliz! Ama dándote a los demás. La plenitud de los espirituales no es Moisés sino Jesús. Pedro y Juan aprendieron de la plenitud de Jesús. Con el nombre de Jesús en su boca, repartieron la plenitud de Él. 
 
Mateo 21:43
Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. El poder puede ser quitado por Dios en cualquier momento si no produce fruto.