Biblia

LOS NIVELES EN DIOS

LOS NIVELES EN DIOS

En la congregación hay dos niveles a los que podemos estar aferrados, los que participan en ellos son los espirituales y los nacidos
de nuevo pero son carnales y que solo les interesa su propio vientre.
Es muy malo como pueblo de Dios, levantar un becerro de oro, pero es mucho peor una vez levantado no querer fundirlo y
eliminarlo.
 
Satanás viene en forma de tornado, y cuando se acerca a nuestras vidas, debemos fortificarnos con la protección que Dios da y así
pasará de largo y no nos tocará.
¿En qué nivel estamos? Si nos movemos en los niveles del Espíritu, sí que crecemos. Dios no se complace con aquellos que
El ángel viene al esforzarnos con la Palabra, a hacernos entrar en otro nivel.  Normalmente no pasamos por nuestros propios
medios a otro nivel.
 
Siempre habrá otro que nos transfiera fe para atraernos al Señor.
Por méritos propios no ascendemos de nivel. En el nivel más alto, los tres mil y cuatro mil codos de agua del  Espíritu no nos
permiten estar estáticos sino que tenemos que movernos continuamente para mantenernos a flote. Si cantamos una canción, en la
cual no alcanzamos el nivel de la letra que contiene, bajaremos de golpe y comenzaremos de nuevo.
En los cristianos de hoy día, hay tantísimos enfermos del alma en las iglesias y es porque han recibido tantos mimos.
Los niveles de gloria son para hacernos  “varones experimentados” Según lo dóciles que seamos ante el ángel seremos más
capacitados para la obra que se nos ha encomendado.
 
Cristianos caprichosos y mimados no entienden que la guerra que hace el diablo a la Iglesia es real y que destruye.
Los de cuarto nivel son capaces de morir incluso por seguir al lado del ángel de Dios. El rostro de estos cristianos puede incluso
matar a sus adversarios. Cuando Jesús miraba era irresistible, la fuerza que transmitía. Cada predicación hoy por el Espíritu es un
desafío.
 
David tenía un nivel tan alto que llegó a ser lámpara de Israel.
Otro nivel equivale a más esfuerzo, más negación, rendidos por completo.
El nivel de Felipe era superior a muchos de sus contemporáneos; por eso fue arrebatado.
En el nivel que adquirió el Cordero, le permitía tener toda la autoridad habida y por haber.