Mas que un deseo, una esperanza

Marcos 5:24-34

Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.

Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,

y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.

Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.

Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote.

INTRODUCCION:

HEB 13:8“JESUCRISTO ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS”

Jesús siempre tiene un tiempo para ti y para mí. No hay momento en el que él esté tan ocupado que no pueda verte, escucharte, comprenderte. Dios siempre tiene un espacio en su agenda para ti.

Quizás hayas buscado amigos, parientes u otras personas y estás te han dicho: “búscame después, ahora no tengo tiempo”.  Pero Jesucristo, el Hijo de Dios y nuestro Salvador, nunca estará tan ocupado para darte un “después”, porque él mismo dice: “el que a mí viene yo no le hecho fuera”; él está esperando que siempre podamos acudir a él porque tiene un propósito especial para nuestra vida de tal manera que una vez que lo hayamos tocado, nuestra vida nunca más será la misma.

En este pasaje Jesús va con prisa a cumplir una misión, pero a su paso hay tiempo para que otros puedan buscarlo y ser salvos.

El tenía una misión para la hija de Jairo, y también para los que iban con él. El tiene un milagro para la hija de Jairo, El tiene también un milagro para ti.

Dígalo fuertemente conmigo, EL TIENE TAMBIÉN UN MILAGRO PARA MÍ. Este es tu día para buscar a Dios, este es tu día de salvación, no te vayas con el corazón vacío, extiende tu vida y tócale y recibe de Cristo poder de bendición para tu vida.

JESUS ERA PERSEGUIDO POR SEGUIDORES Y ESPECTADORES QUE SOLO BUSCAN SATISFACER SU CURIOSIDAD.

Lamentablemente mucho de nosotros no tomamos en serio la palabra de Dios, la cuestionamos, la criticamos, y hasta nos atrevemos a darle un calificativo.

Muchos de nosotros no tomamos en serio la palabra que Dios habla a través de los pastores o el líder que la esté dando.

Muchos de nosotros solo venimos a un servicio por curiosidad, por ver si es cierto lo que dicen.

DICE LA PALABRA DE DIOS EN EL V 24“Y LE SEGUÍA GRAN MULTITUD, Y LE APRETABAN”

Toda esta gente tenía la valiosa oportunidad de estar cerca de Jesús, de tocar a Jesús; sin embargo les preocupaba más que haría Jesús con otros, que con ellos mismos.

Quizás decían: “Que le va a hacer o decir Jesús a aquel”, en lugar de, “Que tiene Jesús para mí… que me va a decir… que hará para mí”.

En esta hora Jesús quiere hablarte a ti, no mires a tu lado si el otro está oyendo o no, ¡¡¡Escucha tú la voz de Dios para tu vida!!! No veas si Dios hace esto o aquello en la vida de otros, ¡¡¡Deja que el haga una obra grande en tu vida en este día y sal de este lugar bendecido!!! ¡Aleluya! Diga conmigo: SEÑOR, HABLA A MI VIDA… HAZ UNA OBRA EN MI CORAZÓN…

Esta gente seguía a Jesús para ver que haría con otros, yo sigo a Jesús para que él transforme mi vida. Yo no voy atrás de él, YO VOY JUNTO A ÉL Y EL VA JUNTO A MÍ, toda esta multitud tenían cerca a Jesús en persona, pero no querían acercar su vida a él.

UNA MUJER QUE NO BUSCÓ A JESÚS POR CURIOSIDAD, SINO POR NECESIDAD.

DICE EL V. 25: “PERO UNA MUJER”

Había una multitud, pero dentro de esta gente había alguien diferente, con un fin diferente, con un corazón diferente, en medio de esta gran multitud había una mujer que no buscaba a Jesús por curiosidad, sino por necesidad.

Espero que tu no estés aquí por curiosidad, sino por necesidad, necesidad de El, de su palabra, de su presencia, de su misericordia.

Tú puedes salir de aquí diferente, bendecido, lleno de la presencia misma de Dios. La presencia de Jesús estaba entre la multitud, pero solo una mujer se dio cuenta de que este era el momento para acercarse a Él y recibir un milagro para su vida; ¡hoy es el momento en el que tú te acerques a la presencia de Cristo y seas transformado! 

La Biblia dice que esta mujer había sufrido mucho, había estado enferma durante doce años con una hemorragia vaginal, había sido atendida por muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, y por si esto fuera poco las cosas iban poniéndose peores, ¡pobre, mujer!

En el tiempo que se desarrolla este episodio, el prestigio social de la mujer estaba circunscrito únicamente a ser madre algún día y a llevar bien un hogar junto con su esposo.

La enfermedad que padecía esta mujer la hacía inservible sexualmente, porque teniendo una menstruación constante desde hacía 12 años estaría permanentemente ‘impura’ y no podría ser tocada por su esposo, si lo tuviera, o le impediría contraer nupcias si era soltera.

De acuerdo al libro de Levítico, en el Antiguo Testamento, la mujer en menstruación era considerada impura, así como también sería impuro todo aquel que la tocara. Si la mujer tenía el flujo de sangre fuera del tiempo de su regla normal, permanecería impura mientras esta condición durara.

Esto quiere decir que la mujer que se acercó a Jesús había sido considerada legalmente “impura” durante doce años, y cualquier hombre que tuviera contacto con ella, o que tocara su cama o algún mueble en que ella se hubiera sentado, quedaría impuro también.

Esta es una de las razones por las que esta pobre mujer quería tan sólo “tocar” el manto de Jesús, y no su persona, y también el motivo de que se acercara a Jesús “temblorosa” cuando se vio descubierta. Tocar a un hombre sin que él lo supiera y contagiarle su “impureza” habría merecido un severo castigo.

Jesús la sana, pero no solamente del flujo de sangre, sino del lastre que llevaba encima por ser considerada impura e intocable. El hecho de que Jesús insistiera en descubrir públicamente a la persona que le había tocado, lo muestra como liberador del yugo que la legalidad o la culpa nos impone.

Esta enfermedad la limitaba en desempeñar algún día el rol de madre porque no podía tener hijos.

La limitaba en sus quehaceres diarios porque no podía tocar los utensilios domésticos debido a su impureza.

Y lo más doloroso quizá era que debido a su enfermedad no podía ingresar al templo.

Esta mujer estaba relegada de todo tipo de evento social y de gozar la compañía de quienes amaba. Para empeorar la situación, Marcos nos cuenta que había acudido a varios médicos, y que había perdido en ese intento todo su dinero infructuosamente.

Definición: Es un sangrado que se presenta entre los períodos menstruales.

El flujo menstrual normal dura unos cuatro días, ocasiona una pérdida de sangre total de 30 ml a 80 ml y normalmente se presenta cada 28 días (+/-7 días).

El sangrado vaginal es algo para preocuparse si ocurre en mujeres de más de 50 años.

Causas comunes

Lesión o enfermedad en la abertura vaginal (causada por relaciones sexuales, infección,  úlcera o venas varicosas)

Lesión vaginal por la inserción de objetos extraños, por por infección

Paredes vaginales secas a causa de la carencia de estrógeno después de la menopausia

Embarazo complicado por aborto

Fluctuación en los niveles hormonales

Inicio o suspensión de píldoras anticonceptivas  

Drogas, como los anticoagulantes

Estrés

Esta mujer estaba desesperada, el flagelo de esta enfermedad la había destituido de su rol en la sociedad, no tenía opciones, sólo quedaba una puerta por tocar y ella decide hacerlo.

Ella no podía presentarse delante de nadie debido a su impureza, esta mujer sólo quería tocar el borde del manto de Jesús para de esta manera no contaminarle, pero sí para recibir sanidad.

Estaba toda débil; su rostro era el rostro de la muerte y del dolor. Bastaba con mirarla para sentir lástima por ella y pensar que no tenía ya esperanza.

LA MUJER AL VER A JESÚS SUPO QUE HABÍA ESPERANZA PARA SU VIDA.

EN EL V. 27 DICE “CUANDO OYÓ HABLAR DE JESÚS”

Ella no perdió la oportunidad buscando pretextos para no venir a buscar a Jesús.

Cuáles son los pretextos que tenemos nosotros para no acercarnos a Dios, para no dar el diezmo, para no asistir a los cultos, para no leer la Biblia, para no orar, para no tener comunión con él, para no servirle.

Esta mujer nos enseña que no hay pretexto que valga para no buscar a Cristo, ella bien pudo decir: “estoy enferma”, “estoy cansada”, “no tengo dinero”, “no me siento bien”; pero todo eso lo hizo a un lado para buscar y acercarse a Cristo porque creía que cuando se acercara a Jesús, jamás se volvería a sentir enferma, cansada.

Ella sabía que al tocar el manto de Jesús su vida no seria la misma, Cristo era su esperanza y también es tu esperanza hoy si crees que él puede cambiar tu vida, él puede hacer un milagro en ti; la gente necesita escuchar hablar de Jesús como esta mujer, él es la esperanza para todos aquellos que viven en pecado, que sufren y están vacíos.

Mat 11:28  “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”

Esta mujer hizo lo imposible por acercarse a Jesús y poder tocar el borde de su manto.

Me pregunto si esta mujer que estaba declarada impura, que no podía estar en lugares publico, que no podía tocar a nadie y ser tocada, como hizo para atravesar una multitud y tocar el manto de Jesús sin perjudicar a nadie.

Hoy trataremos tres principios Bíblicos que pueden cambiar el rumbo de tu vida hoy.

1. CUANDO DECIDIMOS BUSCAR DE JESUS, NO HAY OBSTÁCULO QUE NOS DETENGA.

Mar 5:27-28 “cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva”

Imagínese el esfuerzo que tenía que hacer una mujer enferma, débil y acabada para hacerse espacio entre la multitud.

¡Qué gran fe de esta mujer! Hoy mucha gente dice: “¿para qué voy a la iglesia?”, “¿para qué leo tanto la Biblia?, me voy a volver loco”, “¿para qué voy a estar orando tanto?”.

Esta mujer creía que su única salvación era Cristo, que si Jesús no cambiaba su vida, entonces sí ya nada podría cambiar su situación: Pero Jesús es la ESPERANZA para el alma atribulada, cansada de sufrir, de vivir en el pecado. SOLAMENTE CRISTO ES NUESTRO PRONTO AUXILIO de las garras de Satanás, de la enfermedad, de la escases, de la miseria, aun, de la muerte misma.  

Para esta mujer el tocar el manto de Jesús representaba salvación, sanidad, prestigio, libertad, pureza.

2. CUANDO DECIDIMOS BUSCAR DE JESÚS, NUESTRAS VIDAS SON LIBRADAS DE MALDICIÓNES.

Mar 5:29  “Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote”

¿Quieres recibir bendición? Deja todos tus pretextos a un lado, vence los obstáculos y deja que Jesús te libre hoy.

Tanta gente que estaba apretando a Jesús y seguramente tenían problemas y necesidades, pero solo una mujer supo cómo tocar a Jesús, solo una mujer supo como acercarse a Jesús.

A lo mejor todos regresaron a sus casas con curiosidad satisfecha, pero está mujer logró que Jesús supliera su necesidad. ¿Qué vas a hacer tú? Serás como la multitud y dirás: “fíjate que hoy la iglesia estuvo llena, y que cantamos muy bonito y que tal hermano testificó, y que el sonido de los instrumentos falló…” ¿Serás uno de tantos que llega a los cultos para salir igual? O como la mujer: “si tan solo tocare el borde de su manto”.

De hecho Col 2:14-15nos dice que Jesús a través de su muerte anulo toda acta que nos era contraria, quitándola de en medio nuestro, clavándola en la cruz del calvario.

Pero también nos dice que despojo a todo principado y a toda potestad, exhibiéndolos públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Cuando estas debajo del manto de Jesús nada podrá tocarte, nada podrá hacerte frente, ninguna arma forjada prosperara en contra tuya.

3. CUANDO DECIDIMOS BUSCAR DE JESUS, RECIBIMOS LA BENDICION.

Mr 5:29 “Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote”

El manto de Jesús cambio totalmente la vida de esta mujer, ella lo deseaba, lo anhelaba; mas que un deseo era una esperanza para ella.

Bíblicamente el manto de Jesús representa protección, y es sinónimo de búsqueda, de hambre hacia su palabra, hacia su presencia.

Num 15:37 – 40  “Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios”

No cargues más tiempo con tu pecado, con tus problemas, con tus pretextos. Ya deja de intentarlo a tu manera, ya deja de leer el horóscopo, ya deja de creer en leyendas y busca el manto de Jesús.

Ya no sigas lejos de Jesús, llénate de su presencia. Ven, acércate a este altar y toca el manto de Jesús, toca a Jesús y deja que él te toque a ti. Ya no lleves más tiempo tu fracaso, clama a Jesús y dile: “Jesús, sálvame” “AYÚDAME, SÁNAME, LÍMPIAME, TÓCAME…”

El esta aquí para consolarte, él esta aquí para ministrar tu corazón, él esta aquí para sanar tu alma y tu cuerpo.

Fuente: www.centraldesermones.com