Mateo 5,38-42 – A quien te pida da

Texto del evangelio Mt 5,38-42 – A quien te pida da

38. «Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
39. Pues yo les digo: no resistan al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra:
40. al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto;
41. y al que te obligue a andar una milla vete con él dos.
42. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Reflexión: Mt 5,38-42

No resistir al mal, es un reto que parece imposible de cumplir e incluso descabellado. ¿Cómo se nos puede pedir que no resistamos al mal? ¿Qué quiere decir? Es que debemos dejarnos arrastrar? ¿Es que no debemos oponernos y luchar? ¡Qué difícil nos resulta comprender esta exigencia! Pongámosla en contexto. Salgo a la calle y cuando estoy pasando por el callejón aquel que conduce al parque, de la oscuridad salen dos individuos que me han estado esperando, que me han tendido una celada; uno de ellos me derriba de una trompada, mientras el otro me patea en el suelo, rompiéndome la boca y los dietes. Asustado y desprevenido no atino a gritar y entre improperios me obligan a entregarles la billetera con todo lo que tengo. Luego salen corriendo y se pierden entre las sombras de la noche, dejándome medio aturdido, adolorido, sangrando por la boca y sin un par de dientes. ¿Qué hago? Pongo la denuncia en la Comisaría. Se la hora y el lugar, pero no pude ver quienes fueron. A los pocos días la policía me presenta dos sospechosos y me piden que acuse a alguno de ellos, pues los tienen cercados y falta que alguien los reconozca para retirarlos de circulación. Aunque es posible que estos sean yo nunca logre verlos en realidad. ¿Haría bien acusándolos? ¿Hace bien hoy Donald Trump exacerbando los ánimos contra los musulmanes y emigrantes por la matanza de 50 jóvenes en una discoteca en Orlando? ¿A qué nos lleva la violencia verbal, xenofóbica o religiosa? ¡Es vengándonos que vamos a lograr erradicar la violencia, el odio y el desprecio por la vida? ¿No es toda esta violencia consecuencia de algo más profundo que viene afectando a nuestra sociedad? ¿Cómo es posible que un sicótico pueda tener a su alcance el tipo de armamento empleado para estos crímenes? ¿Quién y por qué le dio licencia? ¿Con qué justificación puede cualquiera portar armas en los Estados Unidos? ¿Son las armas la solución a los problemas que aquejan a nuestras sociedades? ¿Es la matanza, la persecución, la represión la xenofobia, el gheto o el apparteid la solución a la ola de violencia? ¿No tendríamos que preguntarnos en primer lugar por qué hay violencia? ¿Quién provee las armas? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué tiene que suceder para poner fin a esta ola de violencia? ¿Le pondremos fin persiguiendo, deportando o ejecutando a todos los sospechosos? ¿Quién sindicará a los sospechosos, con qué criterios? …al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Si, en todas partes vemos aparecer a los intolerantes, que a su vez culpan al otro bando de los mismos pecados. Es decir, que aunque califiquemos a los otros de intolerantes, muchas veces somos nosotros mismos los intolerantes, que disfrazado de razonables, sin embargo no somos capaces ni de oír, ni mucho menos esforzarnos por comprender la posición contraria. Lo estamos viendo en cada uno de los procesos políticos uno tras otro que se vienen dando en Latinoamérica. Todos alcanzan la mayoría indispensable para gobernar, pero la oposición empieza a hacerles la vida imposible aun antes que hayan asumido el cargo. Todos se sustentan en eufemismos y con apoyo de un parte de la prensa interesadamente afín, se sostienen polarizando al país. Lo estamos viendo en Brasil, en Venezuela, en Argentina, en Nicaragua y muy pronto –Dios no quiera-, también en Perú. Cada grupo, según su conveniencia, se agazapa en su trinchera, e impide al otro gobernar, argumentando una serie de motivos, donde el único común denominador parece ser la corrupción, el narcotráfico y la depredación de recursos naturales o financieros en beneficio de unos pocos. A esta actitud egoísta, interesada, violenta, abusiva y revanchista el Señor nos invita a responder de un modo que nos resulta imposible. ¿Es que nos puede pedir que no resistamos a estos corruptos que tanto daño nos hacen? ¿Nos puede pedir que les ofrezcamos la otra mejilla? ¿Qué no solo le entreguemos la capa sino también el manto? ¿Qué le apoyemos y le demos lo que pide? ¿Es que no tenemos derecho a la autodefensa? ¿Es que en lugar de defendernos vamos por el contrario a facilitarles las cosas? ¿En qué modo ello puede ser el Camino a la solución? No logramos entenderlo. ¿Pero acaso no fue eso mismo lo que hizo Jesús? Él no había dado ningún motivo válido para que lo persiguieran, lo acusaran y luego lo mandaran ejecutar. Sin embargo había algunos a quienes incomodaba su presencia y su prédica, que decidieron mejor, por precaución, deshacerse de Él. Teniendo el control y el poder necesario, solo había que aplicarlo…al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Diríamos que el “revanchismo” está totalmente instalado en nuestras conciencias, ha ganado mucho espacio social y cultural, al extremo que nos parece totalmente lícito, correcto y justo obrar en función del mismo, lo que, sin embargo, como podemos ver, es totalmente opuesto a la prédica de Jesús, a la que podemos atender muy bien, sin estar dispuestos a poner en práctica por ningún motivo. Es más, no pocos la encuentran irracional. Sino, veamos: ¿qué hizo USA en respuesta a los japoneses por el ataque sorpresivo de Pearl Harbor? Explotó dos misiles nucleares en Hiroshima y Nagasaki. ¿Qué hizo después del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de setiembre del 2001? Además de endurecer las leyes antiterroristas y acentuar el racismo, se atacó y arrasó Afganistán con el pretexto de acabar con la cúpula terrorista que ocasionó aquel monstruoso atentado, lo que ha causado miles de muertes en oriente, la desestabilización política de varios países y aun hoy, después de 15 años, asistimos a un agravamiento de las tensiones y consecuencias de todos estos actos violentos, con decenas de atentados y millones de desplazados, miles de los cuales mueren en el Mar Mediterráneo, al no encontrar refugio y salvación para sus familias. Hace tan solo unos días unos palestinos ejecutaron un ataque terrorista a Israel, que dejó cuatro muertos y seis heridos, a lo que Israel respondió entrando a casas de familias palestinas para demolerlas y cancelando más de 80.000 permisos de viaje otorgados a residentes en Gaza y Cisjordania para poder viajar durante el mes santo del Ramadán, lo que podría ser considerado como un castigo colectivo por la ONU. ¿Cuál tendría que ser la respuesta cristiana a la violencia según nos lo da a conocer el mismo Señor Jesucristo? Santa Rita de Casia, Patrona de los Imposibles, amando a Jesús, nos da ejemplo orando por los asesinos de su esposo e impidiendo que sus hijos lo vengaran, a tal extremo de pedir que esto fuera imposible, con tal que salvaran sus almas, lo que finalmente consiguió, tras enfermar sus hijos y morir no sin antes perdonar a los asesinos de su padre. Llegar a comprender de manera práctica y concreta, en nuestras propias vidas, que lo que Jesucristo manda es lo correcto, resulta casi imposible cuando tenemos que enfrentar una situación tan dolorosa como un crimen, una violación, una injusticia, un abuso perpetrado contra nosotros mismos o nuestros familiares más cercanos. Sin embargo, es esta una Gracia que debemos pedir incesantemente para no caer jamás en la tentación de la venganza, que como podemos ver solo trae más violencia y con esta la perdición de todos los involucrados…al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda.

Oremos:

Padre Santo, que seamos capaces de tolerar a quienes piensan distinto y que por ningún motivo fomentemos rencillas, antes bien, que busquemos siempre la comprensión, la armonía y la paz, aun a costa del sacrificio…Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos…Amén.

Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

Amen a sus enemigos

Amen a sus enemigos, oren por sus perseguidores

Tus Enemigos

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