¡No se aparten de la verdad!

 

Sé que la mayoría de nosotros hemos sido testigos de una serie de nuevos eventos, y creo que nos estamos percatando de la forma tan acelerada en la cual la maldad se acrecienta. Muchos progenitores se encuentran perplejos al enterarse que en el estado de Oregón se ha promulgado una política, casi secretamente, la cual establece que los desde 15 años de edad pueden realizarse operaciones para cambiar su sexo, sin la anuencia de sus padres, y hasta subsidiadas por el Gobierno.

Además es de conocimiento general que la Corte Suprema realizó una enmienda donde establece a la Constitución como garante del derecho al matrimonio homosexual. Sin ser perito en el tema, entiendo yo que en el año 1868, la homosexualidad era considerada una infracción a la Ley en todos los Estados Unidos. No obstante, ésa fue la enmienda a la Ley, permitiendo así la emisión de licencias de matrimonios homosexuales y el reconocimiento de dichos matrimonios, los mismos que se hayan realizado legalmente en el país. Ahora cae sobre nosotros la pregunta ¿Cuál es la razón de tales acontecimientos? ¿Cuál es la razón que ha ocasionado este suceso, en un país que fue edificada sobre bases cristianas? ¿No nos dicen las supuestas estadísticas, que este es un país conformado por un 70.6% de personas cristianas? Hermanos, espero no incomodarlos con la respuesta.

Una gran avanzada a estos sucesos, tiene que ver en cuanto a la apreciación pública y su juicio, los mismos que han sufrido cambios radicalmente. Una investigación realizada en el 2001 nos mostró que 57% de los estadounidenses se encontraban en contra del matrimonio homosexual, frente a un 35% de aceptación. Pero al poco transcurrir del tiempo éstos valores se han invertido, con un 39% que se opone, frente a un 59% de aceptación del matrimonio homosexual. Tomando en consideración que las tres más grandes religiones de esta nación: El Cristianismo, El Islam y El Judaísmo están en contra de las relaciones homosexuales. ¿Cuál es la razón de todos estos acontecimientos? Hermanos, la respuesta a ésta pregunta, es el mensaje que llevaremos hoy.

2 Timoteo 4:3-4 – Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

En éstos dos versículos podemos ver de una forma clara la respuesta a las preguntas ¿Cuál es la razón? ¿Qué está pasando alrededor nuestro? Y podemos definir con una sola palabra a todo lo que está aconteciendo hoy, y la palabra es: “apostasía”. ¡Hermanos, imagínense! Vivimos en una nación en donde un poco más del 70% profesar ser cristianos, y a pesar de eso existe un 57% de la nación que apoya el matrimonio homosexual. ¡Que contradicción! ¡Esto nos choca! Hermanos, Dios aborrece la homosexualidad, y ha definido el modelo de matrimonio que Él aprueba, ¿Cómo es esto? Existen “cristianos” en contra de lo que Dios aborrece. ¿No les parece contradictorio?

Y nuevamente ¿Cómo podemos profesar cristiandad, pero de una forma natural irnos en contra de la voluntad de Dios? Espero que todas las personas que puedan leer o escuchar ésta verdadera predicación cristiana, puedan preguntarse a sí mismos ¿puedo ser cristiano y aun así oponerme a la Santa Palabra? Hermanos, la transparencia de nuestro auto examen nos dirá: -¡NO!, -no puedes ser cristiano y a la vez ir en contra de la voluntad de Dios. ¡Alerta hermanos! No podemos estar de ambos lados, del bando de Dios y del bando del diablo. Si tú estás inseguro de qué lado estás, o a qué lado apoyar, ten cuidado puesto que puedes estar a punto de apostatar, o quizás ya caíste en apostasía. Me gustaría que me acompañen para poder entender con precisión lo que significa ser un apóstata.

La Real Academia Española, define “apostasía” como el hecho de “apostatar”, la cual significa “1. Negar la fe de Jesucristo recibida en el bautismo. 2. Dicho de un religioso: Abandonar irregularmente la orden o instituto a que pertenece. 3. Dicho de un clérigo: Prescindir habitualmente de su condición de tal, por incumplimiento de las obligaciones propias de su estado. 4. Abandonar un partido para entrar en otro, o cambiar de opinión o doctrina.

De la misma forma, cuando investigamos en el lenguaje griego podemos ver que la palabra “apostasía” se traduce en la palabra griega ἀφίστημι (pronunciada: afis-téi-mi), y se define como: hacer apartarse; causar a retirarse; remover; excitar a la rebelión; apartarse; abandonar; caer; convertirse infiel. Con esto podemos entender de una forma más fácil cómo la palabra “apostasía” define concretamente lo que acontece en nuestros días, inclusive en la cristiandad ¿Por qué incluyo al final esto?

La causa se debe a que estos versículos están destinados a los cristianos. Estos versículos fueron un aviso a la iglesia primitiva, estaban direccionados para ella, y hoy no es difícil ver, que eso es lo que está pasando en la iglesia de la actualidad.

Como nos lo muestran las estadísticas, notamos como un numeroso rango de porcentaje de así llamados cristianos abandonan la doctrina verdadera, y se van tras doctrinas de demonios, tras fábulas, tras sabiduría y enseñanzas de hombres. Somos testigos como centenares de congregaciones han abrazado éstas doctrinas y enseñanzas, abandonando la verdad, ahora vivimos más de cerca las palabras de Jesús en Lucas 18:8 que dice: “…Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?..”

Si el sistema por el cual el mundo está yendo sigue de ésta manera, no hallo mejor pregunta que la que nuestro Señor Jesús hizo: “…Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?..”. En la actualidad, millones de personas han tomado sobre sus hombros el nombre de cristianos, ya que piensan ser cristianos basta con decir que lo son, sin notar siquiera, que ser cristianos es permanecer en Dios y en la verdad de su palabra, poniéndola por obra. Fue Jesús quien dijo, que no todo aquel que le llamase Señor entraría en el Reino de Dios. ¡Debemos hacer su voluntad!

Como lo he mencionado en diferentes mensajes cristianos, casi cualquier persona puede profesar fe en Jesucristo, puede asumir el nombre de cristiano, pero eso no basta. Podemos decir que amamos a Cristo, y a la vez estar viviendo en gran rebeldía hacia Él y su palabra. ¡Imagínense! Decir que somos de Dios, y perseverar en una vida de completa anarquía, viviendo de una manera que a Él le desagrade. Decir que aceptamos su voluntad, empero aceptamos enseñanzas y las abrazamos aunque vayan en contra del carácter de Dios. Si haríamos esto bien nos diría el Señor: “…Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. 9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres…” Mateo 15:8-9 ¡Hermanos, seamos fieles a Dios y a su palabra!

Muchos se harán la siguiente pregunta: -¿Por qué es tan creciente la apostasía en la actualidad? Déjenme decirles que los motivos pueden ser innumerables. Pero puedo acertar en enumerar dos motivos principales por los cuales muchos abandonan la verdadera doctrina, y estos son: el escaso conocimiento y nublado entendimiento. Hermanos, invito hoy a examinarnos, para ver si hallamos uno de estos motivos por los que pudiéramos caer en apostasía.

El escaso conocimiento en el hombre puede presentarse por dos formas. Ya que en algunos el carente conocimiento de la Santa Palabra, produce a que una persona no tenga el suficiente discernimiento. Empero otros teniendo un gran conocimiento escritural, desechan la palabra revelada y sus deseos engañosos son su propia guía. Tan exactamente lo describen las Escrituras “…se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas…” Pero esto no es nada nuevo, tristemente esto es algo que ha venido aconteciendo desde el inicio del hombre, apartándose de la guía de Dios, siguiendo sus propios caminos. Es algo que podemos leerlo en Oseas 4:6: “…Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos…”

A través de la Biblia observamos, meditando en ella, que Israel al apartarse de la revelación y de la guía de Dios, pasaba tan difíciles conflictos y tiempos de servidumbre, en las Escrituras se nos muestra que éste era el principal motivo de sus aflicciones, el apartarse, el apostatar de la revelación de Dios.

Hermanos, la apostasía de Israel no radicaba en el escaso o nulo conocimiento acerca de cuál era la voluntad del Señor, pues la voluntad del Señor era proclamada por los profetas que Dios había levantado. ¡Ellos escogieron no someterse a la voluntad de Dios! Su apostasía radicaba en eso, en que ellos rechazaron la voluntad de Dios revelada a través de los profetas, principalmente rechazada por quienes los lideraban, y eligieron sus propios caminos y deseos, antes que la palabra de Dios. Y esto, para nuestra tristeza está pasando en las iglesias de la actualidad. Hoy vemos a muchos pastores y ministros que tienen un gran conocimiento bíblico, pero que han rechazado ese conocimiento, esa luz que se les ha sido dada, parta ir tras doctrinas de demonios, tras sus propios consejos, han construido sus propios caminos, han abandonado la verdad, buscando su propia conveniencia, buscando popularidad. Hermanos Ellos han apostatado.

No es difícil hallar a profesos cristianos, que aunque gocen de un buen conocimiento escritural, por su propia voluntad se someten a extrañas doctrinas, rechazando con atrevimiento la verdad revelada de Dios. Y muchos de ellos viendo como el pastor o líder de sus congregaciones se apartan de la verdad, optan simplemente por permanecer en estos sitios. ¡Hermano nosotros no debemos permitirlo!

Menciono esto, porque si alguien nota que se está enseñando algo diferente a la palabra de Dios, y prefiere permanecer en ese sitio, él está prefiriendo creer la mentira antes que a la verdad, él ha apostatado. El enemigo disfruta poder apartar a alguien de la verdad revelada de Dios. ¿Cómo logra el enemigo esto?

Muchas son las artimañas y métodos que usa el diablo para atacar y hacer que las personas caigan en apostasía. El método más habitual, es hacer parecer a la mentira como si fuese la verdad, de una forma gradual va introduciendo la mentira en el hombre. Un claro ejemplo al lado de nosotros, miren como la perspectiva de las personas en relación al matrimonio homosexual fue cambiando. Esto es algo que se ha ido introduciendo a través del tiempo. A través de los diferentes medios de comunicación, (televisión, radio, periódicos, revistas) el diablo de una forma camuflada ha introducido esta mentira disfrazada de verdad, y ha sido creída, al menos por la mayoría. Su principal objetivo ha sido la juventud, las cuales han sido enseñadas a ver todo esto con naturalidad, como lo más normal. Las personas se han sometido voluntariamente al creer estas mentiras al sistema por el cual se rige el mundo, ya sea por la escases de conocimiento o porque a pesar de haber sido bien instruidos escogieron rechazar lo revelado de Dios. Aún hay otro motivo que coopera con todo esto.

El segundo motivo es el tener un entendimiento nublado. Sin equivocarme, creo que éste versículo de Juan es el más conocido Juan 3:16, y leemos: “…Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna…” Tantos conversos como inconversos han oído mucho de este versículo, pero la verdad es que no a todos les ha amanecido, pero ¿Cuál es la razón de que muy pocos lo entiendan? La razón por la que no entienden en su totalidad este versículo, es porque no se hallaría en el mundo a alguien que estaría dispuesto a dar este tipo de amor, por muy bondadoso que pueda parecer o ser, nadie en el mundo entregaría a su hijo a morir de una forma tan dura para salvaguardar la vida de un desconocido, o peor aún de una persona que diga ser, o sea su enemigo.

Ningún hombre podrá jamás comprender totalmente, la mente de nuestro Dios, en nuestras mentes finitas, no existe la posibilidad de que puedan caber las profundidades de la sabiduría y la mente Divina; empero podemos estar convencidos y de ésta manera aunque sin entenderla en su totalidad podamos aceptarla confiados. Hermanos, debemos estar seguros de esta convicción, sin alejarnos de ella. Hermanos no debemos redefinir las cosas, al pecado llámenlo por su nombre, para evitar apartarnos del camino. Hermanos, exhorto a que nos neguemos a ser partícipes o caer en complicidad con esta astuta falsedad, engaños e hipocresías que se viven en el mundo, y aún en el Cuerpo de Cristo.

Para concluir. Hermanos, tal y como dicen las Escrituras: “…Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas…” Así que, debemos tener mucho cuidado, en que escasee el conocimiento y se nuble nuestro entendimiento, ya que éstos son motivos principales por los que muchos cristianos abandones la verdad revelada de Dios.

Debemos disponer nuestro tiempo para saber cuál es la voluntad de Dios, para saber cuál es la verdad revelada de Dios, para no caer en esta apostasía. Y ésta verdad revelada de Dios, no la encontraremos en la televisión, ni en revistas, ni en cines, sino únicamente en la Palabra de Dios.

Como lo hemos dicho, hoy existen centenares de ministros que han pervertido la verdad de Dios, que han desdeñado la verdad del evangelio, enseñando herejías, doctrinas filosóficas de hombres. ¡Hermanos, examinemos nuestras vidas¡ No sea que estemos rechazando la verdad revelada de Dios, y estemos abrazando estas doctrinas en contra de su voluntad.

¡No permitamos que el entendimiento y el conocimiento escaseen en nuestras vidas! ¡No permitamos que nos aparten de Dios, estos motivos! ¡Hermanos miremos a Dios, pongamos nuestros ojos en Él! No tratemos de agradar al mundo, pues como dicen las Escrituras: “… Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10) Y tengamos presente siempre esto: “…Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra…” (Colosenses 3:1-2).

Hermanos muchos se han vuelto atrás, abandonando la verdad revelada de Dios, ¡No os unáis a ellos!