Cuando llegamos a los dilemas en la vida y no podemos descifrar la dirección correcta para seguir, si esperamos mantener nuestra alegría en el proceso, debemos permitir que el Señor sea nuestro guía, nuestra fortaleza, nuestra sabiduría; ¡nuestro todo! Es fácil leer esas palabras, pero tan difícil ponerlas en práctica. Cuando lo hacemos, sin embargo, es nada menos que asombroso con cuánta paz y felicidad podemos permanecer. La presión está en Él, la responsabilidad está en Él, la pelota está en su cancha, y una alegría inexplicable nos envuelve.
Con certeza, tal método desusado de tratar con los dilemas es raro. No hay muchos dispuestos a entregarle a Dios las riendas y exige humildad, otro rasgo raro entre personas capaces. ¡Pero resulta! El Señor es experto para tomar nuestros conflictos y revelar la mejor solución posible para nosotros.
Cuando llegamos a los dilemas en la vida, el Señor debe de ser nuestro todo.
Tomado del libro Sabiduría Para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2009). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.