Observando el mundo

Observando el mundo

¿La universidad más antigua del mundo?

Un grupo de arqueólogos polacos y egipcios ha desenterrado el recinto de la antigua universidad de Alejandría (Egipto). De acuerdo con Los Angeles Times, el grupo descubrió trece salas de conferencias —todas de tamaño similar—, que juntas podrían haber acomodado a unos cinco mil estudiantes. Según el periódico, “disponen de una serie de gradas a lo largo de tres de las cuatro paredes de la estancia que a veces se unen para formar una U”. En el centro de la sala sobresale una zona elevada, probablemente destinada al orador. “Es la primera vez que se descubre semejante complejo de salas de conferencias en un yacimiento grecorromano del área mediterránea”, explica el arqueólogo Zahi Hawass, presidente del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto. Hawass cree que el recinto es “probablemente la universidad más antigua del mundo”.

¿Helado de ajo?

El ajo siempre ha sido valorado por sus propiedades medicinales. Por esa razón, la Universidad Estatal Mariano Marcos, del norte de Filipinas, ha elaborado un helado a base de ajo por motivos “de salud”, explica el periódico The Philippine Star. Se espera que este nuevo producto ayude a quienes sufren males para los que se recomienda el ajo, como por ejemplo: resfriado común, fiebre, hipertensión, enfermedades respiratorias y reumáticas, mordeduras de serpiente, dolor de muelas, tuberculosis, tos ferina, heridas e incluso la calvicie. Así pues, ¿alguien desea un helado de ajo?

El Ártico tuvo clima subtropical

Un equipo internacional de científicos dedicado a perforar el fondo del océano Glacial Ártico entre Siberia y Groenlandia afirma que dicha región tuvo un clima subtropical en el pasado. La Arctic Coring Expedition, que contaba con la ayuda de tres rompehielos para realizar el trabajo, pudo extraer muestras de sedimentos de casi 400 metros [1.300 pies] por debajo del lecho marino. Los minúsculos fósiles de plantas y animales marinos encontrados en las muestras indican que la temperatura oceánica fue en el pasado de 20 °C [70 °F], en vez de los actuales 1,5 °C bajo cero [30 °F]. La agencia BBC News informó que, según el profesor Jan Backman, de la Universidad de Estocolmo, “habrá que replantear los primeros años de la historia de la cuenca del Ártico de acuerdo con los resultados científicos reunidos durante esta expedición”.

La pantalla digital llega a las escuelas

El diario de la capital mexicana El Universal informa que los tradicionales pizarrones de fondo verde, los gises (las tizas) y el borrador han sido sustituidos en más de veintiún mil aulas de primaria del país por una pantalla electrónica conectada a una computadora. Esta pantalla, de casi dos metros de ancho por uno de alto [6 pies de ancho por 3 pies de alto], se emplea hasta ahora con estudiantes de quinto y sexto grado. Hay disponibles siete libros digitalizados para enseñar historia, ciencias naturales, matemáticas, geografía y otras materias. Y gracias a que también se pueden ver videos en la pantalla, los alumnos de cierta maestra han “visitado las pirámides de Tikal y Palenque, [han visto] las tradiciones de los mayas, y [han escuchado] la música de esos pueblos”. ¿Cuál ha sido el resultado? “Los niños ponen más atención, aprenden y participan más”, declara su maestra.

Un millón de suicidios al año

Casi la mitad de todas las muertes violentas del mundo son suicidios. Se quitan la vida nada menos que un millón de personas al año, cantidad que sobrepasó la cifra de muertes por homicidio y guerras en 2001. Por cada suicidio consumado, se producen entre diez y veinte intentos fallidos, de acuerdo con las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra (Suiza). La OMS afirma que cada una de estas muertes “supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos”. El mismo informe señala que algunos de los factores que brindan protección contra el suicidio son una alta autoestima, el apoyo de amigos y familiares, las relaciones estables y las creencias religiosas o espirituales.

Advertencia de tormentas de polvo

El empleo de vehículos todoterreno en el desierto “ha contribuido a que se multiplique por diez el número de tormentas de polvo del planeta, lo que está dañando el medio ambiente y nuestra salud”, declara el rotativo londinense The Times. A su paso por la frágil superficie de los arenales, levantan partículas de polvo que el viento se lleva. “Son muchos los automóviles de ese tipo que atraviesan hoy día los desiertos”, dice el profesor Andrew Goudie, de la Universidad de Oxford. “Los nómadas del Oriente Medio pastorean los rebaños con todoterrenos en vez de hacerlo con camellos como antes.” El mismo profesor también advierte que estas tormentas, además de levantar el polvo de los desiertos, “elevan a la atmósfera los herbicidas y pesticidas de suelos agrícolas y lagos secos”. Además, las partículas que flotan en el aire transportan alérgenos y esporas que provocan graves problemas de salud. A los ecologistas les preocupa que algunas regiones de África experimenten un fenómeno similar al que en los años treinta convirtió las praderas de Estados Unidos en la cuenca de Polvo debido a la sobreexplotación agrícola y la sequía.

Los alpinistas pagan su temeridad

Todos los años mueren centenares de alpinistas en las montañas. Algunos son víctimas de desprendimientos de rocas o complicaciones de salud imprevisibles, como un infarto. No obstante, de acuerdo con el periódico alemán Leipziger Volkszeitung, una de las principales causas de muerte entre los montañeros es la temeridad. El problema no se limita a los jóvenes inexpertos. Miggi Biner, presidente de la Asociación de Guías de Montaña de Zermatt (Suiza), declara que los alpinistas, “tengan experiencia o no, sobreestiman con frecuencia sus aptitudes o no prestan la debida atención al estado del tiempo”. Hay quienes, por llevar un teléfono celular, creen firmemente que siempre habrá un helicóptero listo para rescatarlos en caso de emergencia.

Inesperadas olas monstruosas

Se calcula que cada semana se hunden aproximadamente dos grandes barcos en algún lugar del globo. El mar no respeta ni a los superpetroleros ni a los grandes buques portacontenedores de más de 200 metros [650 pies] de largo. Hay quienes atribuyen muchos de estos hundimientos a olas gigantescas capaces de hacer zozobrar grandes navíos en el océano. Por mucho tiempo se han descartado estos informes calificándolos de cuentos de marineros. Sin embargo, un proyecto de investigación bajo el patrocinio de la Unión Europea ha dado crédito a tales historias. Se han analizado con detenimiento imágenes oceánicas de radar obtenidas por satélite en busca de este tipo de olas. Según el rotativo Süddeutsche Zeitung, el director de la investigación, Wolfgang Rosenthal, afirma: “Hemos demostrado que las olas gigantescas son más comunes de lo que se pensaba”. En un lapso de tres semanas, su equipo identificó al menos diez. Cuando estas olas casi verticales y de hasta 40 metros [130 pies] de alto se estrellan contra los barcos, pueden causarles graves daños o incluso llegar a hundirlos. Pocos buques pueden resistirlas. “Ahora nos queda examinar si son predecibles”, señala Rosenthal.

Fuente: ¡Despertad!