Biblia

Pedro, Jacobo y Juan

Pedro, Jacobo y Juan

por Christopher Shaw

Una capacitación inteligente de obreros resiste la tentación de darle a todos exactamente las mismas herramientas.

Versículo: Marcos 9:2-8

9:2 Seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, a *Jacobo y a Juan, y los llevó a una montaña alta, donde estaban solos. Allí se transfiguró en presencia de ellos. 9:3 Su ropa se volvió de un blanco resplandeciente como nadie en el mundo podría blanquearla. 9:4 Y se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús. Tomando la palabra, 9:5 Pedro le dijo a Jesús: __Rabí, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.9:6 No sabía qué decir, porque todos estaban asustados. 9:7 Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Éste es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!»9:8 De repente, cuando miraron a su alrededor, ya no vieron a nadie más que a Jesús.

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Los discípulos vivían momentos de emociones intensamente encontradas. Jesús les había confirmado que él era el Mesías, el Hijo de Dios. A esta extraordinaria revelación, sin embargo, le había sumado una nota inquietante: el destino final de su peregrinaje era Jerusalén, adonde le esperaban el sufrimiento y la muerte, a manos de los grupos religiosos de mayor influencia de la época. Había explicado que este desenlace no constituía una derrota para él, sino el cumplimiento de las profecías más antiguas de la Palabra acerca de su persona. Añadió que cualquiera que aspiraba a ser su discípulo debía estar dispuesto a transitar el mismo camino que el Maestro.

«Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte, solos, a un monte alto» (v. 2). Este es un buen momento, en nuestras reflexiones, para detenernos a examinar la costumbre de exponer a estos tres hombres a experiencias que no incluían a los otros nueve. Según el relato de los evangelios los tres varones acompañaron solos a Jesús al menos en tres ocasiones, aunque podemos suponer que existieron más oportunidades de las registradas en nuestros textos. Lo que es importante establecer aquí es que Jesús reservó una relación de mayor intimidad y revelación para un grupo reducido dentro de los doce.

El hecho de que algunos recibirían mayor responsabilidad que otros no los convertía en mejores o peores, sino en diferentes.

La estrategia despierta en nosotros algunas inquietudes, pues podría interpretarse como la manifestación de un favoritismo hacia algunos. No nos ayuda el hecho de que somos consumidores de una cultura orientada hacia la democracia, en la que creemos que todos deben tener las mismas oportunidades, porque todos tienen el mismo valor (o por lo menos así lo afirma la teoría del sistema).

No encontraremos la forma de darle una lectura apropiada a la práctica hasta que logremos ver que no es esta una demostración de privilegios, sino una estrategia de capacitación según el perfil de líderes que Cristo estaba formando entre los Doce. El hecho de que algunos recibirían mayor responsabilidad que otros no los convertía en mejores o peores, sino en diferentes. El rol que se les había asignado a estos tres requería de una inversión más profunda e intensa que para los otros nueve, pero no representaba una declaración de la jerarquía que poseían.

Una capacitación inteligente de obreros resiste la tentación de darle a todos exactamente las mismas herramientas, porque no todos cumplirán las mismas funciones. A cada uno se le debe dar lo que es necesario para la función a la que han sido llamados, pues lo adicional solamente servirá para estorbar la eficacia de sus funciones.

El ejemplo de Jesús deja, además, un importante principio para la formación de obreros. Un líder siempre debe llevar consigo algunos de los que está formando. Es en la intimidad de la relación y la intensidad de las experiencias ministeriales que se presentan las mejores oportunidades para enseñar. El buen maestro aprovecha cada una de ellas para profundizar la inversión que está haciendo en la vida de los que se convertirán, en algún momento, en socios ministeriales.

La primera oportunidad en este proceso se presentó en algo que presenciaron: la transfiguración de Jesús. ¿Qué impacto tuvo este evento sobre ellos? ¿Qué significado tenía lo que vieron?

Producido y editado por Desarrollo Cristiano Internacional para DesarrolloCristiano.com. Copyright ©2010 por Desarrollo Cristiano, todos los derechos reservados.