Plegaria por la pesca

por Juan Drescher

Existe un grupo que se autodenomina pescadores. ¡Y hete aquí que hay muchos peces en las aguas, por todos lados! De hecho, toda el área está rodeada de arroyos y lagos; llenos de peces. ¡Y los peces están hambrientos! Semana tras semana, mes tras mes, año tras año, éstos, que se llaman a sí mismos pescadores, se reúnen y hablan su llamado a pescar, acerca de la abundancia de peces y sobre cómo deben atender la pesca. Año tras año defines cuidadosamente lo que significa pescar, defienden la pesca como una ocupación y declaran que la pesca debe ser siempre la tarea primaria del pescador


MEJORES METODOS– Continuamente buscan nuevos y mejores métodos para pescar, así como nuevas y mejores definiciones de lo que es pescar. Además, dicen: «La industria pesquera existe por los peces, así como los bomberos existen por los incendios», o las afirmaciones como que “cada hombre es un pescador», y “cada avance de un pescador, lo es para el club de pescadores”. Celebran reuniones especiales llamadas “Campañas de pesca» y «El mes de la pesca”. Patrocinan costosos congresos nacionales y mundiales para discutir sobre la pesca y el promoverla. También para escuchar sobre todas las formas variadas dé hacerlo y sobre los nuevos equipos, cómo atraer peces, el descubrimiento de algún nuevo anzuelo, etcétera.



Una cosa que ellos no hacen, sin embargo, …es pescar.



Además de las regulares reuniones, organizan una junta que envía pescadores a otros lugares, donde se supone que hay muchos peces. Todos están de acuerdo en que es necesaria una junta que desafíe a los pescadores a ser fieles en la pesca. Dicha junta está formada por aquellos que tienen la gran visión y el coraje de hablar sobre pesca, de definirla y promover la idea de pescar lejos, en arroyos y lagos donde hay muchos peces de otros colores.



La junta también paga los salarios del personal y designan comités y celebran muchas reuniones para definir la pesca, defenderla y definir qué nuevos arroyos deben considerarse. Pero tanto el personal como los miembros del comité no pescan.



ENTRENAMIENTO– Enormes, elaborados y caros centros de entrenamiento se construyen con el original y primario propósito de enseñar a pescar. Grandes salones repletos de libros abundan, con mapas y equipos audiovisuales para el análisis del mundo subacuático. Durante el año se ofrecen cursos sobre el particular, la naturaleza del pez, dónde encontrar peces, las reacciones sicológicas del pez, cómo acercarse para alimentarlo. Quienes enseñan tienen doctorados en pesca, pero los maestros tampoco pescan. Solo enseñan el cómo pescar.



Año tras año, después de un tedioso entrenamiento, muchos se gradúan y se les entrega la licencia para pescar. Se los envía para que pesquen todo él tiempo, algunos a aguas distantes que están llenas de peces.



Muchos de ellos pasan varios anos estudiando y viajando para aprender la historia de la pesca y ver lugares muy lejanos donde los padres fundadores realizaron grandes pescas en los siglos pasados. Elogian al fiel pescador que, años atrás, transmitió la idea de pescar.



MPRENTAS– Además, los pescadores construyen grandes editoriales que publican las guías de pesca’. La prensa se mantiene ocupada día y noche para que produzca solamente materiales sobre métodos de pesca, programas para organizar y encarar reuniones para hablar de pesca. Se crea una oficina que invite oradores especiales para esas reuniones.



LLAMADO– Muchos que sienten el llamado a ser pescadores responden. A ellos se los comisiona y se los envía a pescar. Pero cuando el pescador vuelve al hogar, nunca pesca. Cuando vuelve al hogar se compromete en toda clase de ocupaciones, construye plantas de energía para bombear agua para los peces y tractores para abrir nuevos canales de agua. Prepara todo tipo de equipos para viajar de aquí para allá en busca de criaderos de peces. Algunos también dicen que quieren ser parte de un grupo de pesca, pero se sienten llamados a suministrar equipos de pesca. Otros sienten que su tarea es relacionarse bien con el pez de tal manera que el pez pueda distinguir entre un buen y un mal pescador. No faltan quienes opinan que, con sólo permitir al pez saber que ellos son agradables, buenos vecinos, amorosos y bondadosos, es suficiente; no hace falta más.



Después de una emocionante reunión sobre «La necesidad de pescar», un joven dejó la reunión y se fue a pescar. Al día siguiente informó que había capturado dos prominentes peces. Lo aclamaron durante largos minutos y por su excelente pesca lo invitaron a todas las grandes reuniones posibles para que contara cómo lo había hecho. Entonces abandonó la pesca para tener tiempo y contar sobre su experiencia a otros pescadores. También le dieron un lugar en la Junta General de Pescadores como una persona que tiene considerable experiencia.



LA REALIDAD– Sí, es verdad que muchos pescadores sacrificados han tolerado toda clase de dificultades. Algunos viven cerca del agua y soportan el olor de los pescados muertos lodo el día. Reciben la burla de algunos que se divierten con sus clubs y de los que se llaman a sí mismos pescadores y que nunca han pescado nada.



Imagínate cuan heridos están algunos porque alguien sugirió que aquellos que no pescan no son realmente pescadores. Es que,… ¿puede ser pescador alguien que año tras año no ha capturado ni un solo pez?




Apuntes Pastorales


Volumen VIII – número 1