Biblia

¿Por qué tantas religiones? (1)

¿Por qué tantas religiones? (1)

En realidad las religiones no son tan numerosas como se cree. Si las despojamos de sus ornamentos culturales muy variados (y a veces suntuosos), aparecen tres grandes clases: el politeísmo, el panteísmo y el monoteísmo.

Los seguidores del politeísmo adoran a muchos dioses.
El panteísmo es una filosofía según la cual todo lo que existe se identifica con Dios. Sus seguidores divinizan la naturaleza y reemplazan al Creador por lo que él creó. Ejemplo: el sol era el dios Ra para los antiguos egipcios.

Y hoy día, el que sólo cree en la Ciencia, en realidad atribuye el lugar de Dios a la materia y a las leyes científicas.

De hecho, es negar el testimonio que la creación da del Dios único: “las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20).
El monoteísmo reconoce la existencia de un único Dios, quien es una persona y no una influencia ni una simple potencia. En la antigüedad, el monoteísmo sólo fue atestiguado por los hebreos. La Biblia revela al Dios que creó todo y ante quien los hombres son responsables.
Volvamos, pues, a ella, la única revelación que el Dios único ha dado de sí mismo, primero por medio de los profetas y luego por Jesucristo, su Hijo unigénito. Confiemos en el único Dios que ella revela.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)