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Problemas sociales por la mala administración de las diferencias y roles

Problemas sociales por la mala administración de las diferencias y roles

por Alice Scott-Ferguson

A través de los años, los seres humanos hemos sido negligentes en el cuidado del orden en el diseño de Dios. Eso ha contribuido seriamente a la tergiversación de los roles y deformación de las distintas características.

Empobrecimiento de la vida familiar

La discriminación de los roles masculinos y femeninos debilita la vida familiar principalmente de dos maneras:

  • En reacción a la sujeción de la esposa, se ha criticado el despiadado sometimiento a que ha estado muchas veces obligada, haciendo que ésta vuelva su atención sobre ella misma, sobre su propia vida y carrera, independientemente de la carrera de su esposo y de la vida de la familia. Esto resta unidad al grupo familiar, y está asociado con la pérdida de orden y autoridad en la familia.
  • En segundo lugar, esta discriminación de roles lleva al hombre a responsabilizarse menos por el grupo familiar. A medida que la vida familiar se convierte en una responsabilidad común, sin un rol definido de liderazgo masculino, los hombres van perdiendo la motivación y el compromiso necesarios para ocuparse de sus familias. Tienden a relacionarse con las mujeres simplemente para obtener gratificación sexual. El hombre ya no se interesa más por los logros a nivel familiar. Debido a la creciente independencia de la esposa e irresponsabilidad del marido, el núcleo familiar pierde gran parte de su estabilidad, orden y cohesión, y se torna en una colección de individuos que conviven juntos. Estos grupos familiares enflaquecidos producen niños carentes, con verdaderos conflictos personales.


  • Dificultades en las relaciones sexuales

    La evidencia indica que la impotencia en los hombres está asociada con la forma como sus compañeras se relacionan con ellos. Cuando las esposas tratan a sus maridos de una manera desafiante, agresiva o dominante, los hombres a menudo pierden el interés en las relaciones sexuales y algunas veces se vuelven impotentes. Algunos sociólogos consideran que la discriminación en los roles masculinos y femeninos está asociada con la homosexualidad y la confusión en la identidad sexual.



    Pérdida del sentido del valor

    El movimiento feminista denigra precisamente aquellos elementos de la personalidad femenina que surgen de la propia naturaleza femenina. Hace sentir a las mujeres la «desventaja» de ser mujer, y las coloca bajo la presión de tener que competir con los hombres.



    Roles menoscabados

    Nuestra sociedad descuida o deforma los roles que implican la provisión y el cuidado de las necesidades personales, roles tradicionalmente cumplidos por las mujeres. De esta forma, la vida familiar y el hogar se vuelven menos sustentadores, y la caridad se vuelve más impersonal y menos caritativa.


    Por otro lado se descuidan los roles masculinos. Se ofrece menos orden, disciplina y protección personal en la vida diaria que en épocas anteriores. Se enseña a los hombres a evitar estas responsabilidades tradicionalmente masculinas: de hecho, muchos de ellos se han vuelto incapaces de tolerar estas responsabilidades porque han perdido lo que antes caracterizaba al modo de proceder masculino frente a las emociones y relaciones personales.

    © Apuntes Pastorales, 1991.


    Los temas de Apuntes Pastorales. Volumen 1, número 2. Todos los derechos reservados