Biblia

Procuremos Estar Conectados a Nuestro Dios

Procuremos Estar Conectados a Nuestro Dios

Procuremos estar conectados a nuestro Dios

Observaba el monitor de las cámaras de video vigilancia y de pronto una de las cámaras se puso negra y solo decía en letras rojas desconectada, no se pudo ver más, algo había ocurrido, descubrimos que una de las computadoras del lugar donde se encuentra la cámara debería de estar conectada a internet para que la cámara pudiera verse.

Ahora una de las actividades que realizan en ese lugar todos los días tanto en la mañana como al cierre, es verificar que la computadora se quede encendida y conectada a internet para que se pueda seguir viendo la cámara.

A nosotros nos pasa lo mismo con respecto a Dios, cuando nuestro espíritu no se encuentra conectado al Espíritu de Dios, nuestro cuerpo y nuestra alma se quedan en tinieblas, nos empieza a costar trabajo controlar la tendencia al pecado y así como se deja de ver la cámara, nosotros pensamos que nadie nos verá si hacemos cosas que no le agradan a Dios en medio de esas tinieblas, sin embargo Dios si nos ve y en su palabra dice que no hay nada oculto que no haya de ser manifestado.

Lucas 8:17 “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.”

Cuando nuestro espíritu se desconecta del Espíritu de Dios se vuelve altivo y eso es lo que precede a la caída, es por ello que debemos procurar mantenernos conectados a nuestro Dios, debemos pues dedicar tiempo a la oración diariamente, así también a la lectura de la palabra y al ayuno, adicionalmente debemos procurar aunque nuestro ánimo esté decaído, mantenernos en la congregación.

Es una tendencia que todos tenemos que cuando nos sentimos desanimados procuramos alejarnos de la congregación y de las cosas de Dios, pero eso nos va a perjudicar muchísimo, recordemos lo que dice el libro de Eclesiastés:

Eclesiastés 4:9-12 “9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”

Por supuesto no podemos dejar a un lado lo que el Señor Jesús nos enseñó:

Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”

Procuremos estar conectados a nuestro Dios, para recibir el alimento que nos mantenga fuertes y dando fruto bueno, manteniéndonos en su luz admirable, alejados de las tinieblas, eligiendo la vida, manteniendo la fe, confiando que el Espíritu Santo nos consolará y nos inyectará el poder necesario para levantarnos y continuar.

Dios les bendiga.