Promesas y demandas de la obra misionera

TEXTO: GÉNESIS: 12: 1-3

TÍTULO: PROMESAS Y DEMANDAS DE LA OBRA MISIONERA

Objetivos: Dar a conocer la importancia de estas grandes promesas y demandas de su obra. Para concientizarnos de la necesidad del mundo sin Cristo.

INTRODUCCIÓN:

Enfáticamente se afirma que es Dios quien inicia un acto especial en su plan de salvación para la humanidad. En vez de abandonar a la humanidad en su pecado, ha usado a hombres y mujeres que a través de la historia han sido llamados para instrumentar humanamente el plan redentor de Dios. Cada llamado de Dios tiene condiciones específicas, pero todos ellos demandan una obediencia completa y sincera. El llamado también implica pruebas que se presentan en toda clase de circunstancias. Las condiciones no siempre son favorables al cumplimiento del propósito de Dios.

Y algo que nunca se nos debe olvidar es que en medio de todas las demandas y los momentos de crisis que pasemos por los compromisos en su obra hay promesas que él nos ha dejado las cuales son fieles y dignas de ser tomadas en cuenta.

I. LAS DEMANDAS DE LA OBRA MISIONERA

Muchos han sido los que han querido cumplir la tarea misionera en el mundo y han vuelto con los ánimos caídos por la derrota recibida, cualquiera al ver esto dirá no tenía llamado de Dios, la verdad no es precisamente eso, lo que realmente sucede es que muchas veces se hace sin antes analizar las demandas o requisitos de Dios para un fiel cumplimiento de esta noble tarea. Analicemos sus demandas en dos aspectos.

A. Las demandas en cuanto a la relación con Dios. Nunca debemos pasar por alto que todo el éxito o el fracaso de nuestro trabajo depende del grado de dependencia o búsqueda de su Gloriosa presencia. Dios demanda que cualquiera que desee ardientemente cumplir la gran comisión, una:

1.  Una dependencia genuina de él. Esto implica que debemos estar:

a) Estar seguros de él porque iremos al campo de las misiones.

b) Estar convencidos quien y que nos motiva.

·Es el hombre. ·Es el dinero ·Es la fama. ·Es Dios.

c) Estar preparados para movernos con solvencia en las dificultades, amparados en su Gloriosa majestad.

·Saber que si Él nos ha llamado no nos dejara caer

·Saber que si él nos ha llamado respaldara su obra en tiempos difíciles.

2.  Una vida consagrada. Innumerables son las personas que pasan por alto la consagración al señor olvidando lo que dice: Efe 4:24.  La consagración implica dos cosas:

·Vivir apartados del pecado. (2ª Cor. 5:17)

·Vivir dedicados al servicio de su obra

B.  Las demandas en cuanto a la relación con los demás. Dios desea con todo su corazón que la Iglesia que es su cuerpo llevemos a cabo la gran comisión, pero han pasado los tiempos y no ha sido así, es por eso que Dios demanda de su Iglesia, que:

1. Sentimos dolor profundo por las personas sin cristo. Si tan solo abriésemos nuestro corazón a escudriñar la gran necesidad de las personas en el mundo sin cristo, nos diéramos cuenta que estamos lejos cumplir aun lo que nos ha encomendado, mientras nosotros estamos aquí comiendo tres tiempos de comida y muchas cosas. Nos alimentamos con la palabra de Dios todos los días algunos ni desean saber más del mensaje de Dios muchas personas, en otros lados se están muriendo sin Dios y sin esperanzas y nosotros aquí como que no pasa nada, es hora de salir del anonimato y levantar bandera del evangelio.

2. Hagamos todo lo posible por compartir el mensaje de Dios. Este es un problema serio, todos deseamos llenarnos del mensaje de Cristo, pero pocos desean compartir lo que recibimos del Señor, se nos llama a hacer las misiones locales y nos hacemos los oídos sordos, se nos llama a orar y no queremos guerra espiritual, se nos llama a ofrendar y no tenemos dinero. El tiempo de los campos se ha llegado y debemos dejar los imposibles y movernos en fe, para olvidar los obstáculos.

3. Dejemos aun nuestra patria por cumplir el propósito divino. Muchos dejan su partía por intereses materiales no les importa dejar familia por conseguir lo que desean, si la Iglesia del Señor fuera o hiciera lo mismo viviéramos tiempos diferentes donde el hacer la voluntad del Señor fuera lo principal y no habría tanta necesidad del evangelio en el mundo, es trágico que las doctrinas heréticas se hallan expandido por el mundo y nosotros no queramos salir de nuestras tierras por un propósito más importante que cualquier cosas en esta tierra, es hora de ver por los intereses del reino que los nuestros, pues recompensa grande hay reservada en los cielos para los que trabajan de lleno en su obra.

II. LAS PROMESAS DE DIOS EN CUANTO A LA OBRA MISIONERA.

De la misma manera como Dios nos demanda a que cumplamos con algunos requisitos para hacer su obra de la misma manera también nos ha dado poderosas promesas para los que se atrevan a cumplir con el propósito de su llamado, promesas que no son de hombres si no del Reino Eterno, las cuales son fieles y verdaderas, solo resta que nosotros nos aferremos a los pies del Señor y nos daremos cuenta que ellas mismas dicen:

A. Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo. Juan. 14:15 una de la promesas más gloriosas es que el Espíritu Santo estaría con todos nosotros hasta el fin del mundo siempre y cuando aprendamos a obedecerle. Si nosotros decidimos ir al campo de la obra misionera existe la promesa de Jesús de no separarnos nunca jamás esto implica:

1. En medio de la escasez económica. Muchas veces los misioneros se ven en la necesidad económica en el campo pero es ahí donde viene la promesa de buscar primero el Reino de Dios y las demás cosas serán añadidas. Mat. 6:33

2. En medio de la enfermedad. Hay una promesa inescrutable en cuanto a esto dice el Salmo: 91: 6 que no podemos pasar por alto, nunca jamás.

3. En medio de las dificultades. No hay  problema que Dios no pueda solventar, su promesa es clama a mí y yo te responderé. Jer. 33:3

B. Nadie te podrá hacer frente. Josué: 1:5.

C. Bendecir el fruto de nuestro trabajo. Deuteronomio: 28:11-12

CONCLUSIÓN:

Las misiones son algo muy lindo e importante, ahora es tiempo de reaccionar y ver al mundo perdido hay una gran necesidad y tú y yo somos los encargados de llevar a cabo esta tarea no sin antes observar las responsabilidades que tenemos con Dios.

Por otro lado tenemos la cruz de la derecha: esta representa la parte diestra, la parte más fuerte la que podemos sostener las cosas aun más fuerte, que pasa con esta que también estaba en ella un ladrón pero un ladrón que sostuvo fuerte sus pecados y sostenía aun más fuerte la convicción de que alguien podía ayudarle. Pero tuvo que esperar estar al borde del abismos Jesús pudo a verlo ayudado antes pero lo ayudo ya el día de su muerte,.

Cuantas personas son las que llevan esa cruz? La que esperan la extremidad para entregarle la vida a Dios por muchas excusas que conocemos, pero la que mas he notado es  la que dicen – aun no yo quiero gozar mi vida estoy muy joven para estar todo los días en una iglesia¡.

En estos casi puedo decir que si a una persona le gustan las flores jamás le agradaría ver flores marchitas, y menos que le regalen un ramos de  rosas secas y viejas.

Pues así es Cristo no nos quiere viejos ni arrugado, no nos quieres esperando los casos extremos para aceptarle como nuestro salvador, esta crus ejemplifica eso, las personas que esperan la extremidad para ir a los pies del santo y buscar su unción divina.

¿Y esta es tu cruz?

La última cruz es la del centro : donde estaba el maestro.

Esta es la crus que debemos de llevar y tener siempre la crus del centro que es nuestro señor Jesucristo redentor y preservador del género humano. Esta crus es la que nos insta a seguir lo recto lo que es derecho sin doblar a izquierda ni ala derecha, Cristo debe ser nuestro centro, nuestro estandarte son tener que dudar en él y sin tener que esperar lo peor, o nuestras vejes para rendirnos a él y aceptarlo como nuestro único y suficiente salvador.

Esta cruz es la que ejemplifica el centro, el cuales lo principal es la que debe estar regida bajo ese centro, es el momento hermano de hacer de Cristo nuestro principio y nuestro fin, hacer de él nuestro estandarte, nuestra razón de razones, es hora de hacer a Cristo nuestro centro nuestra cruz y nuestro todo.

Conclusión

Queridas almas no basta con estar ala derecha ni ala izquierda lo que nos garantiza estar pegado a Dios y a sus promesas es tenerlo a él en el centro, que mas nada sea más importante que el, que domine y tome el control de nosotros, y así estaremos por toda una eternidad con él.

Estamos en los mejores planes de Dios, solo tenemos que hacer de él nuestro centro y ponerlo a él en nuestros planes.

Fuente: www.centraldesermones.com