Proverbios VIII; Una buena reputación

por Desarrollo Cristiano

Serie de bosquejos basados en el libro de Proverbios.

«Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación..» (22.1)



Introducción


Algunas personas se acordaran de Lindon B. Johnson, fue presidente de los Estados Unidos, sucesor de John F. Kennedy. También no ignoran las tramas que utilizó para lograr sus cometidos. Se destacó como un consumado mentiroso, recurrió las mentiras para herir y denigrar a sus opositores políticos. En 1948 derrotó a Coke Stevenson por ochenta y siete votos de cerca de un millón. Stevenson era un abogado y ranchero conservador, sencillo, que se había educado a sí mismo, muy franco, que gozaba de la admiración de las personas por tener una reputación intachable.



Al ver Johnson que no podía derrotar honestamente a Stevenson, se puso a achacarle cuestiones que no eran ciertas. Stevenson no se defendió y nadie le ayudó a refutar a Johnson. La treta de Johnson fue malignamente hábil: primero hizo una acusación falsa contra su oponente y luego lo acusó de negarla. Johnson había acorralado a Stevenson. Johnson ganó por supuesto.



El ataque de Johnson contra Stevenson nos evidencia la parte agresiva de un conocido patrón de pecado. A pesar de todo, tiene su lado positivo: A uno se le recuerda por su buena reputación al otro por mentiroso.



¿Cómo quiere que se acuerden de usted? ¿Qué es lo más importante que se le puede dejar a nuestros hijos? ¿Valores morales como la bondad, honestidad e integridad? o ¿Bienes materiales (Pr. 19.1)?



Según Proverbios es más importante ser una persona íntegra, honorable, digna; virtudes que las riquezas no pueden comprar. (Pr. 22.1)



I. Una buena reputación


La fama es el nombre conocido o el renombre, la imagen que uno proyecta y es reconocida. La buena reputación, es la cualidad de las personas que se gana el favor de las demás.


A. Su importancia.


«La maldad no es apoyo seguro; la bondad es una base firme.» (12.3, BLS)


Una buena reputación tiene que ser formada desde la niñez. La vida ha de afirmarse con una base sólida y estable. La base es la justicia. Dios ha establecido la rectitud como fundamento de las relaciones humanas. (Véase Sal. 99.4)



B. Es señala por otras personas. Una persona de buena reputación es reconocida por otras, no lo pregona. Tiene más valor que el oro y la plata. El carácter de esa persona es valorado por su reputación.



C. Es una persona honorable.


«Ama siempre a Dios y se sincero con tus amigos; así estarás bien con Dios y con tus semejantes.» (Pr. 3.3-4, BLS)



La buena reputación es un honor que se confiere porque:


1. Dios lo reconoce.


«Dios no soporta a los malvados, pues piensan sólo en la maldad; en cambio a la gente honrada le muestra su bondad.» (11.20, BLS)


Lógicamente de una mente malvada no procede una conducta clara y limpia, una conducta sincera supone una mente limpia y honrada.


2. Los hombres lo reconocen.


«Al sabio se le alaba por su sabiduría; al tonto se le desprecia por su estupidez.» (12.8, BLS)


No es la propia alabanza la que cuenta (12.9b), sino la ajena (véase 27.2), y el título no son las riquezas, sino la prudencia. Uno no debe gloriarse del presente ni del pasado: la alabanza válida debe proceder del extraño imparcial, ni servil para tributar alabanzas, ni mezquino para regatearlas. (Véase 2 Co. 10.12-18)



«Al hombre honrado, se le bendice; al malvado, su mala fama lo destruye.» (10.7, BLS)


La Nueva Biblia Española sustituye la palabra «destruye» por «pudre», palabra donde cae el énfasis del autor. Al honrado le sobrevive la memoria bendecida de todos; en cambio, al malvado con los huesos se le pudre el nombre.



«La mujer bondadosa gana respeto, y el hombre emprendedor gana riquezas.» (Pr. 11.16, BLS)



3. El mundo no tiene mucho que decirle a las personas de buena reputación.


«La maldad nunca llega sola; viene siempre acompañada de vergüenza y desprecio.» (18.3, BLS)


El malvado llega al frente de un desfile, es él quien desprecia y reparte injurias e insultos. El malvado no llega solo, sino llega acompañado de agentes destructivos; el malvado esparce arrogancia. Con la maldad se acarrea una secuela social de desprecio. La opinión pública se vuelve contra la maldad. Este proverbio enseña que la maldad no queda impune, y se convierte en exhortación al «hijo sensato», para que no deje entrar en su alma la maldad.



II. Cómo se alcanza una buena reputación


A. Por medio de la integridad.


La integridad es una virtud que se adquiere. Es una posesión noble, digna. No es una acción en particular, más bien es una motivación para la vida, es una forma de conducirse. La integridad manifiesta una relación (diríamos la comprensión) de la persona consigo misma.


1. Un hombre que camina en integridad no tropieza, porque es una persona que se guía paso a paso con propiedad (sabe por dónde camina).


«El que vive honradamente lleva una vida tranquila. El que es sinvergüenza un día será descubierto.» (10.9, BLS)


En este caso honradez significa integridad moral, la perfección; puede expresar un hablar entero, no dividido, no doble, sincero. (Véanse Am 5.10; Jos. 24.14; Jue. 9.16) El proverbio está diciendo que el sincero (honrado), que parece exponerse con su apertura, camina seguro; mientras que el que se esconde en simulaciones y evasivas es reconocido, descubierto y desenmascarado.



«Al bueno lo guía la justicia; al traidor lo destruye la hipocresía.» (11.3, BLS)



2. La deshonra es una calamidad para la familia, es difícil vivir con una mala reputación. La conducta de un hombre obra no sólo en provecho propio, sino que es una herencia que aprovecha a los hijos.


«Dios bendice a los hijos del hombre honrado, cuando ellos siguen su ejemplo.» (20.7, BLS)



La honradez paterna aprovecha a los hijos, a no ser que éstos se empeñen en invalidarla. La cual tensa ambas responsabilidades: la del padre, porque su conducta responde del bien de los hijos; la del hijo, porque ha de corresponder a la herencia de virtud recibida.



B. Por medio de la honestidad.


La integridad va acompañada de la honestidad. El encubrimiento trae duras consecuencias. (26.24-26) La honestidad es un distintivo que adorna a las personas, otorga un buen nombre. Ser una persona honesta es una buena política.



«En la mente de los malvados sólo hay engaño; entre los que aman la paz reina la alegría.» (12.20, BLS)


La persona malvada aquí mencionada, es aquella que se especializa en organizar y realizar males. Al maquinar el mal se opone a promover la paz con consejos y deliberaciones.



«La gente honrada odia la mentira; el malvado siempre causa vergüenza y deshonra.» (13.5, BLS)



«Al que es mal intencionado nunca le irá bien; al que es mentiroso siempre le irá mal.» (17.20, BLS)



«Tal vez te sepa muy sabroso ganarte el pan con engaños, pero acabarás comiendo basura.» (20.17, BLS)



C. Está pendiente de las cosas de Dios.


La gente reconoce que una persona es buena porque admite que se equivoca. Es la persona que está pendiente de las demandas del Señor para su vida, pone su mirada en Él



«Trata de hacer el bien, y te ganarás amigos; busca hacer la maldad, y el mal te destruirá.» (11.27. BLS)


Lo que uno busca lo alcanza, o es alcanzado por ello, así al malvado lo alcanza el mal.



«Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y riquezas.» (21.21, BLS)



D. Se distingue por ser justo.


«Por los hechos se llega a saber si el joven tiene buena conducta.» (20.11)


Los comienzos de la vida del muchacho nos dicen algo, no el todo de cómo será. Es posible la caída y la reeducación, el extravío y la enmienda. Tampoco se nos debe olvidar que los frutos muestran lo que son. (Véase Mt 12.33-35).



Preguntas de discusión


1. ¿Por qué es mejor tener una buena reputación que riquezas? (22.1)


2. Como cristiano, ¿Por qué es importante tener una buena reputación?


3. ¿Quién honra a las personas?


4. ¿Qué es integridad? ¿Por qué es importante?


5. ¿Qué puede otorgar cómo bendición un padre a sus hijos? (20.7)


6. ¿Qué dice la gente de su honestidad?


7. ¿Es una persona honesta a pesar de que de equivoca?


8. ¿Por qué nuestras acciones son indicación de nuestra integridad o la falta de ella? (cf. Mt 12.33-35)?


9. ¿Cuál es la meta de una vida de integridad? (4.18)?


10. ¿Tiene usted buena reputación?