Biblia

Prudencia Divina

Prudencia Divina

por Desarrollo Cristiano

En el fondo del corazón del Señor Jesús estaba su disposición a limitarse y a ser más que prudente.

Versículo: Isaías 2:3

2:3 Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del SEÑOR , a la casa del Dios de Jacob!, para que nos enseñe sus *caminos y andemos por sus sendas.» Porque de *Sión saldrá la enseñanza, de Jerusalén la palabra del SEÑOR .

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Debo estar consciente de que normalmente mi vida de discipulado oscilará entre la auto-expresión y la prudencia. Hay momentos en que la timidez es un pecado y debo saber expresarme desvergonzadamente por la causa de Dios; y otros en que debo emplear todo esfuerzo para ser prudente, so pena de pecar.La vía del servicio es la vía de la prudencia. Jesús fue el más asombroso ejemplo de prudencia. Él fue «nacido de mujer y nacido bajo la ley» (Gálatas 4.4). Se limitó físicamente al ser «nacido de mujer». Al asumir una forma física, Jesucristo experimentó por primera vez lo que era el hambre, la sed y el abatimiento. También probó lo que significaba estar limitado a un solo lugar a la vez, y tener que viajar paso a paso. Sería como si un adulto tuviera que volver a gatear como un bebé, para luego vivir su vida así. De cualquier modo que lo veamos, el resultado es limitación. En el caso de Jesús, fue motivado por su insondable amor por nosotros. También se limitó moralmente al ser «nacido bajo la ley». La ley fue dada, dice Pablo, para hacernos conscientes de nuestros pecados (Romanos 7.7). Y sin embargo, Jesucristo, quien no tenía pecado, sobrellevó de buena gana las molestias de la naturaleza humana por causa de nosotros, quienes quebrantamos la ley repetidamente. En el fondo del corazón de Jesucristo estaba su disposición a limitarse y a ser más que prudente en cuanto a expresarse legítimamente acerca sí mismo, a fin de poder salvarnos. Yo también debo aprender de la «mente» de Cristo y estar consciente de que si voy a «salvar» a otros, debo seguir el camino de Cristo. La vía del servicio es la vía de la prudencia. Jesucristo me lo ha mostrado así, y gracias a Dios, me ayudará a lograrlo.

Tomado de Celebrando a diario con el Rey, de W. Glyn Evans, ©DCI, Desarrollo Cristiano Internacional, 1996. Todos los derechos reservados.