Juan 8:31-49
INTRODUCCIÓN
Esta es una pregunta que todos deberíamos de saber contestar, y creo firmemente que todos los que estamos aquí lo sabemos; Y esto en cuanto a nuestro padre terrenal se refiere, pero en cuanto a lo espiritual, muchos ni siquiera saben en realidad quién es y otros creen saber quién es y viven en un error fatal tal y como vivían aquellos hombres que cuestionaron a Jesús en este pasaje bíblico. Hoy veremos exactamente quien en realidad es hijo de Dios, también como podemos llegar ser verdaderos hijos de Dios.
Proposición: Algo que caracteriza a los hijos de Dios
I. SON LIBRES (v.31)
a) Jesús los ha libertado (v.32)b) No son más esclavos del pecado (vv.34-35)
II. SE IDENTIFICAN POR LO QUE HACEN (v.39)
a) Dan frutos de lo que sonb) Aman a Jesús (v.42)c) Hablan el lenguaje de Jesús (v.43)
III. LE CREEN A DIOS (vv.45-47)
a) Los hijos de Dios le creen a Dios y a su mensajeb) Los hijos de Dios escuchan solo a Dios (v.47)
CONCLUSIÓN
¿Quién es mi Padre? Esa es la pregunta que cada uno de nosotros debemos de hacernos y debemos de saber con exactitud la respuesta.
Si en verdad eres hijo de Dios, hay algo que te caracteriza, ERES LIBRE, TUS OBRAS TE IDENTIFICAN Y SOBRE TODAS LAS COSAS LE CREES A DIOS.
APLICACIÓN
Hoy cada uno de nosotros podemos definir quién es verdaderamente nuestro padre; Quizás en otro tiempo pudiéramos haber dicho que Dios era nuestro padre, pero la pregunta es; ¿De cuál Dios estamos hablando, o de cuál padre estamos hablando? Hay quienes han vivido en el error por mucho tiempo porque ignoran la verdad y realmente no saben la forma o manera de poder salir de esa vida o de esa manera de vivir.
Pero lo peor es que hay personas que ya conocen la verdad por así decirlo, conocen por que alguien les ha compartido del evangelio o por que han asistido a una iglesia donde se predica de Jesucristo y de su verdad; Estas personas en verdad ya están convencidas de que solo Jesús salva y da vida eterna, pero no están convertidas y por eso no quieren salir del error en que viven y déjeme decirle que quizás les cuesta salir de ese error por el solo hecho de que tienen miedo a lo que la gente va a decir, a esto se le puede llamar tradición también.
Es necesario que procedan al arrepentimiento y se conviertan realmente a Jesucristo, y así puedan tener el derecho y la autoridad para poder decir que son verdaderos hijos de Dios.
El evangelio de Juan es claro en el capítulo 1:12 cuando dice que si se recibe a Jesús se tiene el derecho de ser hecho hijo de Dios.
Si se toma está decisión ahora, puedes decir confiadamente que Dios, Jehová Dios es tu Padre.
Jericó tenía murallas de 8 metros de altura y 6 o 7 metros de ancho y sobre las cuales se dice podían transitar perfectamente dos carruajes juntos.
Cap 6 la toma de Jericó comienza y Josué recibe las instrucciones, (rara estrategia que de seguro en algunos causo hasta vergüenza e inclusive Josué de seguro se asombro).
Todo parecía ser victoria y celebración después de la toma de Jericó, al igual que en nuestra vida diaria a veces creemos que todo es celebración, y de pronto se nos viene encima una situación adversa y es cuando debemos mostrar nuestro esfuerzo y valentía.
Entonces para Israel todo era victoria hasta que alguien se le ocurrió tomar una pésima decisión. Cap 7. (Leer capitulo)
¿Cuántos anatemas tenemos escondidos? ¿Cuánta maldición hemos llevado a nuestros hogares? ¿Cuántos lingotes de oro y mantos babilónicos tenemos en nuestras casas y estamos causando que la gloria de Dios no se manifieste en nuestras vidas?
Tal vez no hayamos ido a la guerra y no nos hemos traído literalmente estas cosas de algún reino enemigo, pero tenemos nuestros propios Anatemas que los venimos cargando desde hace algún tiempo, y que los trajimos del mismo reino de las tinieblas.
Carácter: a veces creemos ser siervos y hasta nos llamamos siervos pero mientras que nadie se meta con nosotros. (El predicador que dijo que su mama decía ser sierva siempre y cuando no le tocaran a sus hijos).
Mis palabras deshonestas: pueblo de Dios que utiliza palabras deshonestas e inclusive ofensivas contra otros y no les importa lastimar a nadie.
Mis palabras negativas: gente que siempre se declara en derrota, en pobreza, enfermos, desgraciados, olvidaos por Dios, y son todo una tragedia. Estas declaratorias son anatemas, maldiciones que traemos a nuestra vida.
Mis familiares o personas que están o llegan a nuestra casa: personas que solo se acercan a nosotros cuando tienen un buen chisme, o cuando tienen alguna necesidad de carácter material. Pero nunca cuando tienen necesidad espiritual.
Mi religiosidad: cuando creemos que nos hemos convertido a Jesucristo pero lo único que hacemos es venir al culto evangélico los domingos, y el resto de la semana continuamos con nuestra vida normal como si a Dios no lo conociéramos. El resto de la semana no se ora, no se ayuna, no hay alabanza en nuestra boca, no hay convocatoria de la presencia de Dios. Peligro; anatema llamado religión no cristianismo, apariencia y no conversión.
Mi falta de amor por los demás: cuanto nos falta para aprender a amar a los demás igual como Jesús nos amo a nosotros que dio hasta la última gota de sangre por todo el mundo. ¿Qué darías tu por mi o por el hermano que esta a tu lado?
Conclusión
Nada sucederá si no accionamos. Es tiempo de empezar a tomar buenas decisiones que beneficien a los nuestros y no malas decisiones que nos destruyan cada día.
Despojémonos de nuestros anatemas y permitamos que Dios nos forme cada día así como el alfarero forma sus vasijas.
Dejémonos quebrar que al final Él hará una vasija aun mejor que la primera.
Fuente: www.centraldesermones.com