Reflexión – Grabado En la Bañera
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
En la bañera de un rey chino, estaba grabado el siguiente lema: “se renueve, completamente, cada día; haga eso otra vez, y otra vez, y, para siempre, otra vez.”
Además de las experiencias iniciales de regeneración y completa santificación, para mantener una vida pura, debemos, diariamente, por el Espíritu, librarnos de todas las cosas mundanas que pueden se transformar en pecado si tienen permiso de entrar en el corazón de nuestras vidas santificadas.
La vida cristiana necesita ser renovada diariamente. La entrega del corazón en una determinada noche, la alegría de un tiempo de oración, un derramar del alma en una reunión especial, una participación total en un Congreso de Evangelización, un final de semana en un Retiro Espiritual, y cosas semejantes, son marcantes para nuestra vida con Dios pero no pueden quedar guardadas como una experiencia única en nuestra caminata con Cristo.
Nuestra vida espiritual, como un coche, necesita de combustible. Con el tanque vacio, el coche no anda. Con nuestro tanque espiritual vacio, no caminamos en la carretera de la fe, no escalamos las montañas de la esperanza, no navegamos por el mar de los sueños y de las bendiciones.
Nuestra vida cristiana depende de una relación íntima y diaria con el Señor, de una busca incesante de poder y gracia, de un hablar y oír a Dios en cualquier situación.
Ella no tiene sentido sola. Ella no existe sola. Ella, sola, se acaba.
¿Su vida espiritual se ha renovado constantemente? ¿Ha, usted, buscado al Señor todos los díasí