Respuestas a tus preguntas más comunes (II Parte)

por Sam Doherty

Tal vez usted desea de todo corazón servir en un ministerio relacionado con la evangelización de los niños, pero tiene muchas preguntas y dudas. El autor Sam Doherty nos da algunas respuestas a estas posibles preguntas y la mejor forma de reaccionar ante ciertas situaciones.


Segundo artículo de la serie: Las preguntas de siempre y sus respuestas


Pregunta 5


¿Es correcto utilizar Apocalipsis 3:20 cuando se está aconsejando a niños?

Respuesta


Pienso que este versículo es parte de la enseñanza del Nuevo Testamento concerniente a la salvación y a la recepción del Señor Jesús en la vida de un pecador (Juan 1:12; Colosenses 2:6), su promesa de vivir en nosotros (2 Corintios 1:22; Gálatas 4:6; Colosenses 1:27) y su deseo de reinar en nuestras vidas (Gálatas 2:20; Efesios 3:17).

Es necesario ver Apocalipsis 3:20 en este contexto y comprender y enseñar lo que realmente significa. Debes tener cuidado de no dar la impresión de que se trata de un mendigo rogando en vano a la puerta del corazón y de la vida del pecador. ¡Cristo es un poderoso Salvador!

El que está llamando a la puerta es el Alfa y la Omega de 1:11, Aquel ante quien Juan cayó como muerto (1:17) y el que tiene las llaves del infierno y de la muerte (1:18). Es Aquel que lo sabe todo acerca de nosotros (3:15), quien juzga la hipocresía (3:16), quien reprende, castiga y demanda arrepentimiento (3:19) y quien reina como soberano en el trono (3:21); no sólo viene a salvar, sino a tomar el control.

También hay que ver Apocalipsis 3:20 en el contexto del resto de la enseñanza de las Escrituras. La Biblia enseña claramente que siempre es Dios quien da el primer paso en la conversión de un pecador (Juan 6:44, 65). El niño sólo puede abrir su corazón y su vida al Señor Jesús porque él ya ha estado obrando en él, abriéndole el corazón y el entendimiento.

El significado del versículo está claro, incluso para un niño. Parece, por los versículos anteriores en Apocalipsis 3:15-18, que entre los miembros de la iglesia de Laodicea había al menos algunos que no eran salvos. El Señor habla a cada uno de manera individual (los pronombres están en singular). La ilustración que usa es una casa. El Señor mismo viene a buscar al pecador. Habla a través de su Palabra (su voz) leída o escuchada. El Señor no echa abajo la puerta, aunque podría si quisiera. El individuo debe escuchar la Palabra y «abrir la puerta». Debe pedirle al Señor que entre y que le salve (Romanos 10:13). En el momento en que la puerta se abre, el Señor entra a su interior por su Espíritu. Cuando entra, todas las cosas son hechas nuevas, como ocurrió en el caso de Zaqueo. Nos introduce en una estrecha comunión anticipando la cena de las bodas del Cordero.



Pregunta 6


¿Qué le responderías a un niño que te dice que le pide al Señor Jesús que entre en su corazón todas las noches antes de acostarse?

Respuesta


Dile que no es necesario pedirle al Señor Jesús que entre en su corazón y en su vida todas las noches. Sólo tiene que hacerlo una vez. Cuando el Señor entra, viene para quedarse.

No obstante, el hecho de que ore indica que probablemente repite algo que ha oído sin estar verdaderamente convencido o sin entenderlo. Deberías, por tanto, explicarle que no basta con repetir una pequeña oración que haya aprendido sino que, en primer lugar, debe querer de verdad que el Señor Jesús lo limpie de sus pecados y sea su Salvador. Explícale lo que eso significa. Después dile que, si es sincero y quiere ser salvo, debería pedirle al Señor Jesús que le perdone sus pecados y entre a morar en su corazón y en su vida. Asegúrale que, si lo hace sinceramente, nunca más tendrá que repetirlo.



Pregunta 7


Si no tuvieras tiempo suficiente para aconsejar con la profundidad que quisieras a un niño que muestra interés, ¿qué harías?

Respuesta

· Asegúrate de haberle explicado el evangelio de una manera tan clara durante la clase que el niño pueda creer en Cristo sin ser aconsejado.


· Pregúntate si realmente no tienes tiempo suficiente. ¿No puedes hacer nada para tener más tiempo? A veces utilizamos esta excusa para no aconsejar con tanta profundidad como deberíamos.


· No es imprescindible dar todo la consejería en esa misma ocasión. Es mejor hacerlo así, por supuesto. Pero, si no hay tiempo suficiente, puedes ponerte de acuerdo con el niño para continuar en otra ocasión, fijando una fecha antes de que éste se vaya.


· Debes hacer lo mejor que puedas. No puedes hacer más que eso. Confía en que Dios llevará a cabo su obra en el corazón del niño a pesar de tu falta de tiempo.



Pregunta 8


¿Es correcto hablar del «corazón» a un niño cuando le estamos aconsejando?

Respuesta


La palabra «corazón» es utilizada en más de 900 ocasiones en la Biblia. Se usa de las siguientes maneras:

· Generalmente, para describir «la sede (la fuente o la base) del intelecto, de las emociones y de la voluntad». Hay ocasiones en que el énfasis recae sobre el intelecto (Marcos 2:6; Génesis 6:5), otras veces sobre las emociones (Jueces 18:20; Lucas 24:32) y otras sobre la voluntad (Marcos 3:5; Salmo 119:2).


· Algunas veces, para referirse a lo más profundo del ser interior (Génesis 6:6).


· Otras veces, para referirse a los afectos (Salmo 62:10).


· Y, otras veces, para describir la naturaleza moral de los hombres (Jeremías 17:9).

Cierto escritor sugiere que la palabra «corazón» es el término del Nuevo Testamento que más se acerca a indicar una «persona». Indica el centro de gobierno del hombre completo, y es exactamente lo que Dios quiere tener. «Dame, hijo mío, tu corazón» (Proverbios 23:26).

El corazón es el «verdadero ser». Es absolutamente bíblico utilizar la palabra «corazón» cuando enseñamos a niños, siempre que expliquemos qué queremos decir cuando hablamos del «corazón» y que no nos referimos al corazón que bombea la sangre en nuestro cuerpo. Para evitar cualquier tipo de confusión, se pueden utilizar juntas las palabras «corazón y vida».


Tomado y adaptado del libro Ganemos a los niños para Cristo, Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 63–67