Ropas Nuevas
ZACARÍAS 3:4
Desde que Dios creó al hombre sobre la faz de la tierra, éste, no estimó LA ROPA de la que fue vestido por EL CREADOR, sin duda me dirán: PERO SI ADÁN Y EVA ESTABAN DESNUDOS, ¿COMO DICE USTED QUE DIOS LOS VISTIÓ? ES VERDAD, ESTABAN DESNUDOS FÍSICAMENTE, PERO LA ROPA QUE DIOS LES DIÓ, ERA LA INOCENCIA Y LA SANTIDAD. Es que para Dios es muy importante que el ser humano ande vestido correctamente.
Al desobedecer el mandato divino, el hombre perdió esa ROPA, y cuando se dió cuenta que aquella ROPA santa fué quitada, trató de vestirse así mismo y ocultar de esa manera su cuerpo manchado por el pecado, es así que tanto el hombre como su mujer tomaron hojas de higuera las cocieron e hicieron delantales tratando de esa manera de disfrazar y esconder su vergüenza delante de Dios, Génesis 3:7, ellos creían que Dios no se daría cuenta de ello, pero los ojos de Jehová atalayan la tierra y Él ya sabía lo que había acontecido, de igual manera y a través de todos los tiempos, el hombre ha tratado de disfrazar su pecado utilizando la ROPA VIEJA que es para perdición, queriendo de esa manera despistar a Raimundo y a todo el mundo haciendo creer que es una gran persona, pero ese ROPAJE DE “INOCENCIA” nunca podrá ocultar su vida llena de engaños, concupiscencias, lascivias, robos, engaños, odios, crímenes, etc.
Es que aunque el hombre utilice cualquier cosa para ocultar o limpiar esa mancha de pecado en su vida, no podrá lograrlo jamás, porque no hay jabón, detergente, quita-manchas o desinfectante que pueda quitar el pecado del ser humano, el hombre por si solo no puede limpiarse, Jeremías 2:22, además recordemos que delante de Dios estamos desnudos, Apocalipsis 3:17.
Así que es aquí que entra en acción aquel que si puede quitar el pecado, no ocultarlo ni taparlo, sino desaparecerlo por completo, y ese personaje es JESÚS, Él se encarga de vestir al hombre con un a ROPA NUEVA, que es la salvación del alma, esa NUEVA ROPA, no es de origen vegetal como las hojas de higuera, sino de la piel del CORDERO DE DIOS que quita el pecado del mundo, Juan 1:29, y, aunque el hombre se encuentre hundido hasta “el cuello” en el pecado, JESUCRISTO, en su propio cuerpo llevó su pecado y el mío, Isaías 53;6, fue en el calvario, al morir en la cruz que confeccionó esa ROPA NUEVA, y al resucitar de entre los muertos, la entregó a todos los que acepten ese sacrificio como suyo propio y lo reciban como SEÑOR Y SALVADOR, solo así el hombre quitarse esa ROPA VIEJA de perdición y vestirse de la ROPA NUEVA de salvación, que está impregnada de santidad y es blanca y sin arrugas, lo que significa el comienzo de una nueva vida, una nueva persona que emerge de ese mundo de pecado y se transforma en una nueva criatura 2a Corintios 5:17.
Pero resulta paradógico ver que aunque esa NUEVA ROPA es totalmente gratis, sin costo alguno para que el hombre, éste, prefiere vivir con su ROPA VIEJA, es que está habituado a ella, y dice mejor dejo esa ROPA NUEVA para después, tal vez para otra ocasión, pues con mi ROPA VIEJA me siento muy a gusto.
El sumo sacerdote Josué estaba vestido de ROPAS VILES delante DEL ÁNGEL DE JEHOVÁ, Zacarías 3:3 al 5, pero EL ÁNGEL DE JEHOVÁ ordenó que le sea quitadas esas ROPAS VIEJAS (VILES) y que se le vista con ROPAS NUEVAS (DE GALA O FIESTA), así Dios quiere que el hombre esté delante de Él con sus ROPAS NUEVAS, NO CON ROPAS VIEJAS, y además tiene a su disposición toda la armadura de Dios para poder salvaguardar su ROPA NUEVA de salvación y santidad para poder entrar al reino de los cielos nuestra ROPA debe estar sin manchas ni arrugas, pues a su gloria nada IMPURO PODRÁ ENTRAR, amén.
2. Oración no contestada v.8.
Hay debilidades en nuestras vidas que en no pocas ocasiones nos conducen a estados de quebrantamiento y, en algunos casos, hasta de desesperación. Por seguro le hemos pedido al Señor que las quite de nuestra vida, pero nos damos cuenta que ellas siguen en nosotros. ¿Cuál es el propósito? El testimonio de Pablo nos ayuda a entender para qué Dios permite un “aguijón”. Respecto a su caso, le había pedido a Dios tres veces que lo quitara, pues lo abofeteaba, pero la divina respuesta fue esta: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Pablo nos revela cuál fue el método que Dios asumió para mantenerlo humilde y para evitar que se exaltara desmedidamente por las visiones y revelaciones que tenía. ¿Qué habría hecho usted?
Los estudio biblicos no nos dicen cuál era ese aguijón en la carne, si era una gran enfermedad o una tentación inmensa. La buena noticia es que Dios suele sacar bueno de lo malo para que nos protejamos del orgullo. Si Dios nos ama, no permitirá que nos exaltemos desmedidamente. Lo que Dios permite está ordenado para curar el orgullo espiritual. Observe de dónde vino el “mensajero”, pero Dios lo usó y lo venció para bien. Alguien ha dicho que: “La oración es un ungüento para toda llaga, remedio para toda enfermedad, y cuando estamos afligidos con aguijones en la carne, debemos entregarnos a la oración”. Dios conoce tu aguijón.
III. LA DEBILIDAD ES MI FORTALEZA PORQUE ELLA ME MUESTRA LA SUFICIENCIA DE LA GRACIA
1. “Bástate mi gracia” v. 9.
Me gusta este versículo. Para el creyente que batalla con sus debilidades, el mejor recurso que tiene del cielo es la gracia divina. Nada supera la gracia de Dios. Por ella no solo somos salvos, sino que somos sostenidos en nuestro peregrinaje terrenal. Los estudios biblicos nos enseñan que la gracia es suficiente no importa cuál sea nuestra condición. No es lo mismo sufrir en nuestros propios esfuerzos que sufrir acompañados de la gracia. Pero también este texto nos dice, que en esa parte donde soy débil, el poder de Dios se “perfecciona en la debilidad”. ¿No es maravilloso esto? Pudieran haber otros “poderes” que agarran cuerpo en nuestras debilidades, pero que contemos con el poder de Dios haciendo su obra, hasta utilizarnos poderosamente, es una bendición inexplicable.
Paradójicamente el Señor necesita más de nuestra flaqueza que de nuestra potencia. ¿Por qué razón? Porque nuestra potencia pudiera convertirse más bien en su rival. Dios quebrantó la fortaleza de Jacob, para que dependiera solo de Dios (Gn. 32:22-30). La gracia, pues, es suficiente para iluminarnos y vivificarnos, suficiente para fortalecernos y consolarnos en todas las aflicciones y angustias. Donde somos débiles, su poder se perfecciona. Así que si usted reconoce sus debilidades e imperfecciones, dejará que la gracia se manifiesta y magnifica. Porque cuando somos débiles en nosotros mismos, es cuando llegamos a ser fuertes por la gracia de nuestro Señor Jesucristo. No importa cuán débil soy, su gracia me es suficiente.
2. El poder que reposa en mí v.10.
Hay mucha gente en cuyas vidas reposan otros poderes. De hecho, en algunos reposa el poder de alguna inclinación pecaminosa. En otros reposa el poder de la ambición, de la fama, del prestigio etc. Pero hay una gran diferencia cuando al buscar en mi interior descubro que en mi reposa el poder de Cristo. Esto quiere decir que el Señor es suficiente para mí. Significa que con Cristo no necesito de nada ni nadie más. Pablo ha dicho que frente a sus debilidades, le basta la gracia de Dios. Pero ahora ha dicho, que frente a sus debilidades reposa el poder de Cristo. Aquí hay algo maravilloso. Si el poder del Señor es el que reposa en mí, entonces, cuando soy débil, llego a ser más fuerte. Fue el mismo Pablo quien al hablar de sus debilidades nos ha recordado que: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros…” (2 Cor. 4:7). La palabra “reposar” tiene que ver con “morar en una tienda”. Jesús hizo morada en el mundo según Juan 1:14. Pues de igual manera, ahora ha hecho morada con su poder en nuestros corazones.
IV. LA DEBILIDAD ES MI FORTALEZA POR EL FELIZ RESULTADO AL QUE SOY CONDUCIDO
1. Débil para el mundo v. 10.
La filosofía del mundo no es el ser débil sino fuerte. Olvídese que el mundo quiera saber algo de los débiles. Todos los hombres buscan ser fuertes, poderosos, como si con esto les permitiera estar por encima de los problemas. Por qué cree usted que los gobiernos prefieren tener a su pueblo en la ignorancia, en la necesidad, sin un interés real para sacarlo de la pobrezao el engaño. La razón es porque son muy fáciles de manejar, de convencerlos. Muchos de ellos son comprados a través de las promesas, o con un poco de dinero, aunque al final le fallen en todo. Y cuando alguien se hace fuerte es difícil que pueda ver al débil. En la mentalidad de algunos, el hacerse cristianos, los hace muy débiles. Es más, algunos consideran que el cristianismo es para los pobres, los débiles, los llorones, los que no tienen poder, los que no tienen fuerzas. Que es para las mujeres, los ancianos y para los niños. Y para otros extremistas, el evangelio es para los bobos y los cobardes. Qué bueno sería que leyeran Pablo, el hombre “fuerte”. Él creía que tenía el control de todo. Irónicamente después fue conducido ciego de la mano por otro hombre, cuando él era quien aplastaba a los cristianos. Para algunos la bienaventuranza debería ser: “Bienaventurados los machos”, en lugar de los mansos.
2. Fuerte para el Señor v. 10.
No nos interesa mucho la opinión que tenga el mundo si somos débiles, pues la que más nos importa es la de Dios. ¿Por qué decimos esto? Porque el que es débil en Jesús, siempre acude a él. Le buscará de corazón, le clamará con ruegos y súplicas en el espíritu, y escudriñará la Biblia, para luego someterse a la voluntad de Dios en obediencia. Al hacer esto, uno se hace fuerte. La buena noticia es que a los que son débiles, Dios les envía sus ángeles que le protegen en su diario caminar. Pero los débiles no se quedarán para siempre así. La madre espera que un día su bebé sea fuerte. En la mayoría de los casos, todos los creyentes al comenzar son débiles, pero en la medida que se meten con el Señor llegan a ser gigantes en la fe. Detrás de la debilidad de mi fe, puede esconderse un Milagro. Detrás de la debilidad de mis dudas, vendrá una respuesta oportuna. Detrás de mi debilidad de mi pecado, viene un seguro perdón. Y detrás de alguna derrota, aparecerá una victoria. Usted puede ser fuerte en el Señor.
CONCLUSIÓN:
Los estudios biblicos nos revelan que muchos de los gigantes de la fe fueron hombres débiles. Moisés era débil de temperamento, pero llegó a ser “el hombre más manso de la tierra” (Nm. 12:3). Gedeón era un esclavo de su baja autoestima y una inseguridad profunda. Sin embargo, Dios lo transformó en “un varón esforzado y valiente” (Jue. 6:12).
La debilidad de Abraham era el temor, pero llegó a ser el “padre de todos los creyentes” (Ro. 4:11). Y qué decir de un David, con sus enormes debilidades, fue catalogado como “un varón conforme al corazón de Dios” (Hch. 13:22). Simón era una débil planta tirada por el viento, pero llegó a ser Pedro (la roca). Haga de su debilidad su fortaleza a través de la gracia de Dios (Is. 40:31). Cuando crea que su debilidad es su obstáculo: “Diga el débil, fuerte soy” (Joel 3:10). Usted nació para ser fuerte en el Señor.
Los estudios bíblicos y predicas cristianas nos enseñan que el enemigo “con lisonjas ha seducido” y ha inmovilizado… es hora de que el pueblo que de veras “conoce a su Señor” se haga uno con Él y actúe. La palabra dice en Apocalipsis, hablando de este pueblo de vencedores, capítulo 12:11, que “ellos le han vencido (al diablo) por medio de la sangre del Cordero.”
El pueblo se esforzará… esto es muy aplicable a nuestros tiempos. Queda poco tiempo, el mal avanza y es hora de que el pueblo que de veras le conoce ACTÚE, se ponga en manifiesto que existe un remanente, que haga lo que le corresponde como pueblo.
*Ap.22:7: “Vengo pronto… bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro…” (perseverancia, fidelidad). *Dn.8:26. “Es para muchos días (aun falta)… Ap.22:10: “El tiempo está cerca…” Un contraste que nos muestra cómo las cosas avanzaron en el plano celestial. *vv.20: “Vengo en breve.” Una palabra de aliento, pero a la vez una advertencia.
¡¡QUEDA POCO TIEMPO!! – Estudios Bíblicos
Mateo 24:10-14 da la descripción de lo que serán los últimos tiempos.
“Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio de todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” División en la Iglesia, un cuerpo fragmentado, traición entre los miembros, falsos ungidos que vienen en su propio nombre, frialdad, falta de amor… ¿estará llegando el fin? Por cierto, pero… ¿no sería lógico que haya un remanente que le conozca que se pare a detener el avance del mal? El amor de MUCHOS se enfriará. Sí, muchos, PERO NO TODOS. El remanente que conoce a su Dios se esforzará y actuará.
1) UNA IGLESIA DIVIDIDA: TIBIOS Y SIN AMOR SOLDADOS DE LA CAUSA. Estudios Bíblicos
Estamos invadidos de gente tibia, que ha menguado en su fe, que ha menguado en su amor, que ha menguado en todo lo que respecta a su devoción… HA MENGUADO. Lo lamentable es que no se contagia el fervor de los encendidos a los fríos sino que muchas veces es al revés.
LA TIBIEZA NO SOLAMENTE ES FALTA DE COMPROMISO, SINO COMPROMISO TAMBIÉN CON COSAS QUE NO APROVECHAN, PREPARACIÓN PARA MUCHAS COSAS QUE NUNCA SE HACEN… frialdad.
En Apocalipsis 2:2 habla de una Iglesia que estaba enredada en montones de cosas que creía que eran de Él, pero al fin de cuentas, no había compromiso con ÉL. Se perdió el amor, ya no soy UNO con el Señor.
Este tiempo se caracteriza por la pérdida de amor, la falta de amor por el Señor, el dejarse seducir por las lisonjas del enemigo… ¡pero es hora de levantarse, Iglesia! El dejarse seducir es para los violadores del pacto, ¡déjalo para ellos! Pero tú levántate y detén el mal. Dios está esperando poder echar mano de gente que se pare frente al diablo, con cara recia y le diga: HASTA AQUÍ LLEGASTE, PORQUE AHORA LLEGUÉ YO… Y TÚ TE TENDRÁS QUE IR. NO YO. Entonces, vemos una Iglesia que a simple vista es una, predomina la falta de amor y de compromiso con Él y los pocos que se levantan son muchas veces arrastrados por los que no se quisieron ni se quieren levantar, entonces encontramos la obra detenida y la batalla perdida en muchos frentes. Pero es hora de no mirar ya el error, sino dejarlo a un costado, pedir perdón, empezar otra vez, y actuar.
2) FORMADOS PARA LA BATALLA. – Estudios Bíblicos
1 Samuel 17:1-11 habla de un caso que todos conocemos, cuando David estaba a punto de ir al encuentro de Goliat. En el verso 1 se menciona el conflicto, estaban en guerra, los filisteos estaban desafiando al pueblo de Israel, alguien tenía que hacer algo para detenerlo. Pero cuando el problema se presentó, dice que nadie respondió. Sí se dice que el pueblo de Israel estaba formado en orden de batalla, pero no dice en ningún momento que el pueblo haya salido de su formación para enfrentar el mal que se les venía encima, sino que tenían miedo. Desde Saúl, el líder de Israel, hasta el pueblo TODOS tenían miedo al ver al paladín enemigo, tan amenazante avanzando contra ellos. No había nadie que se moviera. Es decir, que no había nadie que estuviese aunado con Él, porque si lo hubiese habido, alguien se hubiese levantado, porque habrían entendido que el Señor no quería el oprobio para su remanente escogido Israel. Pero no, todos estaban enseñados, adiestrados, preparados y formados para algo que en definitiva no se hacía.
El líder de Israel, ya no contaba con la presencia de Dios, tampoco se podía esperar victoria para el pueblo (16:14), estaban en desesperación: nadie conocía de veras a su Dios. Habían visto sus obras y sus maravillas, pero nadie estaba de veras en un pensar y un sentir con Él. Entonces nadie salía. ¿Miedo? ¡Claro! Es fruto de la amenaza cuando no está Dios de nuestro lado. Se parece a nuestro tiempo, la historia que estamos viviendo ahora: el enemigo avanza y avanza contra la Iglesia para poder seguir haciendo de las suyas en todo el mundo, pero la Iglesia, que se preparó, estudió, se capacitó, se perfeccionó, estuvo en este y aquel seminario, aprendió la Biblia de memoria, ¡NO SALE A ENFRENTAR AL ENEMIGO! Están <<formados>> para algo que en definitiva nunca se hace. Estamos en un estancamiento, buscando la mejor metodología para algo que jamás se emprende. Formados para la batalla, bien ordenados, todo muy bien hecho, pero el resultado, luego del igual en la cuenta, no me da lo que me debería dar. Falta de amor, falta de conocimiento real de la persona de Jesucristo… el enemigo está seduciendo a los violadores del pacto, con lisonjas, con lazos de seda, acomodando a la Iglesia para que no quiera salir de su comodidad…
Aparece otro personaje en escena: el “improvisado” de David.
3) LA PRESENCIA DE DIOS SOBRE UNOS POCOS. – Estudios Bíblicos
1 Samuel, seguimos, capítulo 17, versos 26, 28, 32-37, muestran como este “improvisado” aparece en escena, demostrando dos cosas: Conocía a su Dios, Tenía su presencia. Contaba con su presencia, le conocía, un varón conforme al corazón de Dios, uno que se empedernía en conocer cada día más a su Dios, uno que no sabía mucho de manejo de armas de la milicia, no conocía la metodología real de la guerra, pero que se había enfrentado a los leones, a los osos, y a todos los había vencido. Este oso tenía forma de humano y medía unos tres metros, pero al fin y al cabo, sería uno más. Aparece la disparidad, uno que viene de paso y ve el problema, y que conoce que Dios está con Él, se mete y actúa, hace lo que el ejército debía haber hecho. No quisiera imaginarme la cara de asombro, pero a la vez de vergüenza del ejército e incluso de Saúl. Pero este muchacho, que era parte del remanente que conoce a su Dios, sin importar si estaba formado para enfrentar el problema, sin importar si había sido enseñado, si había aprendido las mejores metodologías habidas y por haber para hacerlo, lo hizo. No fue avalado por el pueblo, porque de pronto vemos que su hermano mayor lo humilló en público, que no se le estimó, los líderes le dijeron: estás loco, no podrás.
El diablo le quiso poner cara fea y desanimarlo, pero lo que Él decía y a sí mismo se repetía era: ¡DIOS ESTÁ CONMIGO! Un hombre que conocía lo que Dios quería, que sintió como Él, y que no dejó que el enemigo siga trayendo oprobio sobre el pueblo. Lo que lo movía: CELO POR SU DIOS (verso 46). ¿Es que hoy no hay nadie que tenga celo por Dios suficiente como para enfrentar el mal que se viene? El desastre avanza en todos los términos, es hora de que ALGUIEN, o mejor dicho, que el remanente, actúe.
4) ACCIÓN INMEDIATA. – Estudios Bíblicos
Este sujeto no se amolda a lo que se le dice. Cuando le quisieron investir de toda la formalidad que los demás usaban dijo: NO, PORQUE NO SÉ CÓMO USARLO, en el fondo se puede deducir un: NO, porque no voy a aprender todo lo que estos aprendieron, las formas de quedarse de brazos cruzados, tengo lo que me basta: A Dios de mi lado. Rechaza las formas (las pequeñas ataduras, que ya mencionamos), porque no se limitará a aprender a andar con eso para luego volver, no hay tiempo, es ahora o nunca, no seré la mejor opción de Dios, pero sigo siendo la opción de Dios. Si todos estos no se mueven, lo haré yo, pero alguien debe hacerlo, de lo contrario la causa quedará en vergüenza. Decisión, fe. Los versos 48 y 49 reflejan cómo él, sin vacilar ni un momento, no espera que el mal de un paso más, sino que avanza él diciendo: No más, ahora retrocederás tú, porque llegué yo.
Fuente: www.centraldesermones.com