Sabiduría en la administración
por Lisette Monge
No es la cantidad de recursos sino su sabia administración la que nos permitirá vivir con tranquilidad. En el
ejemplo vivido por otras personas a nuestro alrededor podemos comprobar que es posible lograrlo.
Mi hermana menor está casada y tiene cuatro hijos, tres de los cuales se encuentran en nivel escolar, y el único ingreso fijo de esta familia corresponde al trabajo que realiza su esposo. Siempre han sido realistas con respecto a su situación económica y como pareja se han puesto de acuerdo para definir sus prioridades y suplir las necesidades de la familia, incluso para tener otras distracciones. Ellos son conscientes de que no podemos aparentar lo que no somos, ni gastar lo que tenemos, pues esto nos llevará a la frustración y caos financiero.
Como veremos más adelante, no es la cantidad de recursos sino su sabia administración la que nos permitirá vivir con tranquilidad. En el ejemplo vivido por otras personas a nuestro alrededor podemos comprobar que es posible lograrlo.
Antes de ofrecer mis sugerencias o soluciones prácticas para tomar en cuenta en la elaboración de su presupuesto, es necesario que usted efectúe un compromiso real para llevarlo a cabo, y que este no solo involucre a su pareja, sino también al resto de la familia.
Principios básicos para una sana administración de nuestros recursos:
1. Determinar sus ingresos realesAntes de pensar en qué gastar, debemos saber con qué contamos, pues no se puede gastar lo que no se tiene. Primero, determine el total de sus entradas mensuales: salario, retribuciones por trabajos realizados, intereses sobre ahorro, ingresos que perciben otros miembros de la familia, etcétera.
2. Hacer una lista de sus egresos mensuales
Inicie esta lista anotando todo lo relativo con el cubrimiento de sus necesidades básicas, tales como alimentación, pago de servicios de electricidad, agua, teléfono, pago de alquiler o cuotas de la casa. El mantenimiento y seguro del vehículo, vestido, pago de deudas, gastos médicos, recreación de la familia, educación, gastos personales y ahorro son otros rubros por considerar. Es importante hacer una provisión para aquellos imprevistos que se puedan presentar, como reparaciones inesperadas en la casa o emergencias. Contemple también una porción para suplir las necesidades de otros menos afortunados.
Debemos analizar muy bien cada compra que hagamos. Quizás lo que estamos considerando adquirir no es tan urgente y podamos postergarla, así podremos ahorrar lo necesario para comprar de contado y aprovechar los beneficios de los descuentos si pagamos en efectivo.
El control de ingresos y gastos por su parte, puede ser llevado por escrito. Tome como base el siguiente cuadro, el cual le puede servir como guía, y agregue cualquier otro dato necesario. Esta planificación le ayudará a llevar un orden y le permitirá tomar decisiones más acertadas. Esta información se mide en un período mensual.
Entradas:
- Salario mensual
- Ingresos adicionales: horas extras laboradas, servicios brindados
- Trabajos realizados por otros miembros de la familia
- Intereses sobre ahorro
- Alquileres recibidos
- Otros
- Total del ingreso mensual
Salidas:
- Alimentación
- Pago por servicios agua, electricidad y teléfono (Nota 1)
- Alquiler -o cuota por compra de la casa
- Impuestos (reserva de un porcentaje mensual)
- Mantenimiento y uso del vehículo
- Seguros (del hogar, vehículo y personal)
- Vestido
- Pago de deudas
- Asistencia médica: dentista, medicamentos, enfermedades
- Educación: para usted y sus hijos, en la actualidad y con miras al futuro
- Emergencias
- Ayuda a otros
- Ahorro e inversión
- Gastos personales, obsequios, invitaciones
- Recreación familiar
- Otros:
- Total del egreso mensual
3. Revisar su presupuesto
Si los gastos son mayores que sus ingresos, es necesaria una revisión profunda para equilibrarlas. Normalmente, al iniciar un presupuesto, se deben realizar ajustes hasta que encontremos el equilibrio que buscamos. Se hace necesario además revisar cada gasto para determinar si es oportuno efectuarlo en este momento, pues tal vez se pueda postergar o resulte totalmente innecesario.
Algunos gastos siempre son necesarios, como la electricidad y la alimentación, pero incluso en ellos podemos controlar el desperdicio y ahorrar. Algunas acciones concretas pueden ser, por ejemplo, preocuparnos por no dejar luces encendidas en habitaciones que no se están usando y hacer el planchado una vez por semana.
De la misma manera, antes de ir al supermercado resulta provechoso hacer una lista con todo lo requerido, para evitar así la adquisición de artículos innecesarios. También el comparar precios es una buena técnica a la hora de considerar el lugar donde compramos, pues se pueden conseguir productos de una misma calidad a un menor precio.
4. Cómo incrementar nuestros ingresos
Si necesitamos aumentar los ingresos familiares, siempre es posible trabajar horas extraordinarias en nuestro trabajo, siempre y cuando no interfieran con nuestra relación familiar ni con nuestra salud. Además, de acuerdo con nuestras habilidades y capacidades, podemos postularnos a un nuevo empleo. Otros miembros de la familia también pueden ayudar. Los jóvenes después de haber realizado sus tareas, o bien durante vacaciones, podrían buscar algunos empleos que puedan desarrollar de acuerdo con su edad, como cortar el césped a sus vecinos, limpiar vidrios u otras tareas sencillas.
De igual modo se pueden aprender nuevas actividades o técnicas (tejer, coser, hacer cerámica u otras manualidades, mecanografía, computación, etc.). Todas ellas se pueden realizar en el hogar y si organizamos bien el tiempo, no obstaculizarán las actividades ni el adecuado funcionamiento familiar.
Es importante también invertir en una educación que nos permita alcanzar nuevas habilidades, de modo que podamos desarrollar tareas diferentes. Esta es una inversión que nos dará fruto, pues tiene un doble propósito para nosotras: nos permitirá desarrollarnos como personas y además tendremos una retribución económica adicional para aportar al hogar.
5. Busque el consejo o siga el ejemplo de otras personas
No dudemos de buscar ayuda en quienes ya han pasado por estas situaciones económicas difíciles y han salido adelante; debemos ser muy atentos a sus recomendaciones. Pudiera ser que nuestra situación no sea la misma, pero podemos analizar y tomar de cada uno lo mejor y ajustarlo a nuestra propia realidad.
Como fue mencionado con anterioridad, para realizar los ajustes se requiere un compromiso de parte de toda la familia. Esas decisiones deberán ser respetadas y será necesario decidir el estilo de vida por adoptar, los porcentajes por asignar a cada uno de los gastos y ordenar las prioridades para no caer en el desorden. Hay que recordar que las necesidades básicas deben ser resueltas primero.
Finalmente, se debe decidir cómo se realizarán ciertas compras, si hacer uso de préstamos o si los pagos se realizarán en efectivo o con alguna tarjeta de crédito. Sobre estas últimas debemos hacer algunas consideraciones.
El uso de las tarjetas de crédito
En la actualidad muchas personas dudan si se deben o no tener una tarjeta de crédito, pues en el mercado frecuentemente nos ofrecen muy buenas condiciones para que contemos con ellas. En muchos de nuestros países su uso se ha generalizado en poco tiempo. Empero, si contamos con una, hemos de recordar que estos pagos no provienen de dinero con el que ya contamos y por ello, debemos ser muy responsables con su uso, pues puede convertirse en un arma de doble filo.
Las tarjetas de crédito existen en gran variedad y son dadas de acuerdo con las condiciones de cada persona. Si usted cuenta con una o bien está pensando adquirirla, es muy importante evaluar y poner en una balanza los pros y contras de su uso.
Ventajas:
Desventajas:
Durante muchos años, mi esposo y yo, hemos manejado tarjetas de crédito y nuestro sistema ha sido pagar de contado el monto total de lo adquirido en cuanto llega el cobro. Así evitamos endeudarnos más de la cuenta y pagar altos intereses.
Uso adecuado de las tarjetas de crédito
Le animo para que tome hoy mismo una decisión que le aliviará y le quitará esa carga que ha llevado encima durante mucho tiempo: administrar su dinero con orden y bajo prioridades. Esto requiere compromiso, cumplimiento y planificación para lograrlo, pero ¡la tranquilidad no tiene precio!
Notas: Es importante también que recordemos la necesidad de evitar el gasto desmedido en estos rubros.
La autora es contadora privada con más de 10 anos de experiencia, actualmente se desempena como encargada de administracion de Desarrollo Cristiano Internacional en Costa Rica. Es casada y tiene dos hijas. Tomado de Apuntes Mujer Líder, volumen IV, número 4. Todos los derechos reservados.