SALMO 113: UN SALMO DE ALABANZA GENERAL
Salmos 113:1–3, 9c
¡PENSEMOS! |
Lea todo el Salmo 113. ¿Cuál es su propósito principal? ¿Cuáles son sus temas sobresalientes? ¿Cuántos de los temas do los salmos de alabanza general están presentes? (Ver la lista en el capítulo 2) |
¿Cómo comienza (vv. 1–3) y termina el salmo? (v. 9c) ¿Dónde comienza la alabanza en el salmo? |
¿A quiénes se dirige el salmista? (v. 1) ¿Qué les llama a hacer? ¿Qué significa alabar el nombre de Jehová? ¿Cuándo (v. 2) y dónde (v. 3) debe ser alabado Jehová? |
Al igual que Salmos 103, el 113 comienza (vv. 1–3) y termina (v. 9c) expresando su propósito: alabar a Jehová. Estos versículos no contienen alabanza, porque no cuentan lo que Dios es o ha hecho. Más bien son exhortaciones a alabar, que enmarcan el loor que permea al resto del salmo.
“Aleluya” (v. 9c) es un vocablo compuesto de dos palabras hebreas: alelú “alabad” y Ya, forma abreviada de “Jehová”. De manera que el término completo significa “Alabad a Jehová”.
ALELU
ALABAD |
+
+ |
YA
A JEHOVÁ |
El llamado a alabar a Jehová se dirige a sus siervos, a aquellos que le obedecen (v. 1a). La adoración sin obedincia no agrada a Dios (Isaías 1:11–17; Jeremías 6:19–20).
El “nombre” de Jehová (v. 1b, 2a, 3b) se refiere a todo lo que él es (Salmos 20:1. Ver la gráfica del paralelismo en Salmos 103:1 en el capítulo 2), pero también nos hace pensar específicamente en su fama y su renombre (Ezequiel 36:20–23; Malaquías 1:11). Al contar las virtudes de Dios, engrandecemos su reputación.
El salmista exhorta a los siervos de Dios en todo tiempo (v. 2) y en todo lugar (v. 3) a unirse con él en esta alabanza. Jehová merece ser ensalzado desde el oriente hasta el occidente (v. 3) porque él es excelso sobre todas las naciones (v. 4).
Salmo 113:4–9
¡PENSEMOS! |
¿Por qué motivo alaba a Jehová el v. 4? ¿Por qué le alaban los vv. 7–9? ¿Qué contraste hay entre estos dos motivos de alabanza? ¿Cómo sirven los vv. 5–6 de enlace entre los dos motivos? |
Según 113:7–9, ¿a quiénes ayuda Jehová? ¿Qué hace por ellos? ¿Por qué el salmista los menciona? ¿Les ayuda Dios solamente a ellos? |
La alabanza principia en el v. 4. Es decir, desde allí el salmo comienza a contar las virtudes. divinas Lo hace llevándonos desde lo más alto y sublime hasta lo más bajo y humilde.
Primero señala la posición exaltada de Jehová sobre todo gobierno y pueblo humano, y aun sobre lo más elevado de la creación (v. 4). Tan alto está sentado (v. 5), que aun para ver el cielo tiene que inclinarse (v. 6). ¡Cuánto más para enterarse de lo que sucede en la tierra! (v. 6)
Sin embargo, lo hace. Y lo más increíble es que en la tierra se preocupa no sólo de los poderosos, sino hasta de los más humildes. Desde la miseria más profunda levanta al pobre para colocarle en una posición de honor en la sociedad (vv. 7–8). A la estéril, humillada por su incapacidad de tener hijos (cosa que era más importante en los tiempos bíblicos que hoy día), le concede descendencia.
EL DIOS ALTÍSIMO
↓
CONDESCIENDE
↓
CON EL SER HUMANO
MÁS BAJO
Estos dos ejemplos nos aseguran que Jehová también nos cuida a nosotros. Si desde lo alto llega hasta el mendigo y la estéril, seguramente también nos alcanza a todos. Tal vez usted sienta que la gente no le toma en cuenta. Posiblemente los famosos y poderosos de la sociedad ni se dan cuenta de que usted existe. Sin embargo, aquel que ocupa la posición más elevada en todo el universo, que está sentado por encima de los cielos, está al tanto de cada detalle de su vida, y está y presente para extenderle su mano.
Todos conocemos a pobres que han prosperado por la gracia de Dios. Probablemente usted sabe de alguna mujer que no podía tener hijos, pero que con el tiempo el Señor le concedió ese privilegio. Estos ejemplos nos confirman que la alabanza en los vv. 7–9 es correcta.
Sin embargo, no todos los pobres prosperan, ni siquiera todo pobre que sirve a Jehová. Algunas mujeres, aun después de muchas plegarias al Señor, se quedan sin hijos. ¿Será que el Altísimo no les ha hecho caso? ¿Está demasiado ocupado en cosas más trascendentes como para prestarles atención?
De ninguna manera. Más bien, su análisis de cada caso es tan cuidadoso y sabio que él evita aplicar una misma solución a todos. A algunas mujeres les permite ser madres; pero para otras, su perfecta voluntad es que sean estéiles. A algunos pobres enriquence; con otros, obra para bien en medio de su pobreza. Cualquiera que sea la aflicción que tengamos, el Todopoderoso nos entiende mejor que nosotros mismos, y su solución está diseñada para llenar sus necesidades personales más profundas (Romanos 8:28).
El salmo 103 no explica por qué une el loor a Jehová por su misericordia con el de su gobierno universal, pero en este Salmo 113 sí hallamos la razón de la yuxtaposición de estas dos alabanzas: porque constituyen un contraste. La maravillosa gracia del Señor se aprecia en mayor relieve cuando reconocemos que él mora en lo más alto, y nosotros en lo más bajo (vv. 5–6). ¡El Altísimo socorre al bajísimo! Jamás entre los seres humanos hemos visto cosa comparable (v. 5a). ¿Qué diremos en respuesta? ¡Aleluya! (v. 9c)
¡PENSEMOS! |
¿Qué puede hacer usted para que Jehová sea alabado siempre y en todo el mundo? (vv. 2–3) ¿Qué tiene qué ver el v. 3 con nuestra responsabilidad misionera? |
¿Conoce usted a algún necesitado o despreciado a quien el Altísimo ha socorrido? ¿Cuándo ha experimentado usted el auxilio patente de Dios? ¿Qué relación hay entre los vv. 5–8 y Efesios 2:1–7? |
¿A quién contará esta semana la forma en que el Dios Altísimo eætiende su mano a los más necesitados y despreciados do nuestro mundo? ¿Se da cuenta de que al contar esto, usted estará alabando al Señor? |
SALMOS 136: UN SALMO DE ALABANZA GENERAL
Salmos 136:1–3, 26
¡PENSEMOS! |
Lea todo el salmo 136. ¿Cuál es su propósito principal? ¿Cuáles son sus temas principales? ¿Cuántos de los temas de los salmos de alabanza general están presentes? (vea la lista del capítulo 2) ¿Qué característica notable tiene la estructura de este salmo? ¿Qué propósito tendrá esta estructura? |
¿Cómo comienza y termina el salmo? (vv. 1–3, 26) ¿Dónde comienza la alabanza en el salmo? Según los vv. 1–3 y 26, ¿Por qué razones debemos alabar a Jehová? |
Al igual que Salmos 103 y 113, este salmo comienza (vv. 1–3) y termina (v. 26) con un llamado a alabar a Jehová. Sin embargo, aquí los llamados están entrelazados con alabanza. Al exhortarnos a contar las virtudes de Dios, el salmista menciona de principio una de ellas: su misericordia.
Es más, repite en cada cersículo el mismo refrán: “porque para siempre es su misericordia”. Esta repetición graba el mensaje en nuestra mente. También se presta a una recitación alternada del salmo. A la vez, nos inquieta con una duda: ¿habrá alguna relación entre la misericordia de Jehová anunciada en la segunda línea de cada versículo, y su majestad y proezas citadas en la primera línea?
El vocablo hebreo que se traduce “misericordia” en este salmo y en el Antiguo Testamento en general, es hésed. A veces “misericordia” es la mejor traducción. En otras ocasiones, son mejores “lealtad” o “fidelidad” Con mayor frecuencia es necesario combinar las dos ideas. Dios cumple todas sus promesas a nosotros, pero no es igual de exigente con nosotros (Salmo 103:14). Aun cuando le somos infieles, él nos perdona y bendice. De manera que su fidelidad es misericordiosa.
Las exhortaciones a alabar a Jehová aluden también a su grandeza. Los títulos “Dios de los dioses” (v. 2), “Señor de los señores” (v. 3) y “Dios de los cielos” (v. 26) resaltan que Aquel que nos muestra su compasión es el ser de más alto rango en todo el universo.
Salmos 136:4–9
¡PENSEMOS! |
¿Por qué motivo alaba a Jehová la primera línea de los vv. 4–9? ¿Por qué le alaba la segunda línea? ¿Qué relación ve usted entre los dos motivos? |
Aquí comienza la evidencia de que en efecto Jehová es el Dios de los dioses y el Señor de los señores. La primera mitad de cada versículo repasa sus proezas en la creación del mundo, especialmente en el segundo (comp. v. 5 con Génesis 1:6–8), tercer (comp. v. 6 con Génesis 1:9–10), y cuarto (comp. vv. 7–9 con Génesis 1:14–19). El énfasis en la formación de las lumbreras (vv. 7–9) contrarresta la adoración de ellas. No son dioses, sino obras del “único que hace grandes maravillas” (v. 4).
Quizá a primera vista veamos muy poca relación entre las dos partes de cada versículo. El estribillo “porque para siempre es su misericordia” parece interrumpir el hilo que se desarrolla en la primera línea de los versículos.
JEHOVÁ CREÓ EL CIELO, LA TIERRA Y LAS
LUMBRERAS
↓
¿LA RELACIÓN?
↑
PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA
Sin embargo, al reflexionar un poco comenzamos a ver las relaciones. Por ejemplo, recordamos de nuevo el contraste entre la grandeza de Dios y su compasión para nosotros. Reconocemos en la creación manifestaciones de la misericordia divina. Sin la tierra seca (ver Jeremías 5:22) y sin la luz y el calor del sol, sería imposible vivir sobre nuestro planeta. Los ciclos que recorren las lumbreras sirven para ordernar nuestras vidas (Génesis 1:14). La constancia con la cual la tierra y el mar se mantienen separados y las lumbreras aparecen y desaparecen de nuestra vista son un reflejo y garantía de la misericordia constante del Señor (Jeremías 31:35–36; 33:20–21).
Salmos 136:10–22
¡PENSEMOS! |
¿Por qué motivo alaba a Dios la primera línea de los vv. 10–15? ¿Por qué le alaba la primera línea de los vv. 16–22? ¿Qué relación ve usted entre estos motivos y el refrán en cada versículo? |
¿Quién fue Sehón, rey amorreo? (Números 21:21–25) ¿Quién fue Og, rey de Basán? (Números 21:33–35)? |
Entre los vv. 9 y 10 el salmo salta miles de años. De la creación (vv. 5–9) pasa a dos de los eventos más relevantes de toda la historia de Israel: el éxodo de Egipto (vv. 10–12) y la división del Mar Rojo (vv. 13–15). Conmemora las hazañas no de los líderes israelitas, sino de Jehová. Toda la alabanza es para él. En la liberación de la esclavitud de Egipto él manifestó de manera suprema su fidelidad misericordiosa para con su pueblo.
Esa misma lealtad lo dio a conocer cuarenta años después en las victorias sobre Sehón y Og (vv. 16–22). Cuando Israel iba rumbo a la tierra prometida, quería pasar por los territorios de estos reyes, quienes no sólo les cerraron el paso, sino que también salieron a pelear contra ellos. Pero Jehová no abandonó a su pueblo. Derrotó a esos reyes “grandes” y “poderosos” (vv. 17–18) y entregó sus tierras a Israel (vv. 21–22).
Salmos 136:23–26
¡PENSEMOS! |
¿Por qué motivo alaba a Dios la primera línea de los vv. 23–24? ¿Por qué le alaba la primera línea del v. 25? ¿Qué relación ve usted entre estos motivos de alabanza y el refrán de cada versículo? |
Ahora el salmista toma otro salto cronológico, esta vez hasta los tiempos en que vivió. Él y sus paisanos habían experimentado en carne propia el poder y lealtad de Jehová. Aquel que había formado el mundo, liberado a Israel de Egipto, partido el Mar Rojo y aplastado a reyes poderosos, también había recordado las promesas hechas a su pueblo en los días del salmista (v. 23). Los había librado del mal que sus enemigos les querían hacer (v. 24).
El salmista percibía la fidelidad de Jehová no sólo en sus intervenciones espectaculares. Aun en la provisión cotidiana para sus criaturas el Rey de reyes manifiesta su constancia (v. 25; ver 104:10–30).
De verdad, ¡la fidelidad misericordiosa de Jehová es para siempre! (v. 26)
JEHOVÁ MANIFESTÓ SU FIDELIDAD
MISERICORDIOSA EN:
- La creación (vv. 4–9)
- El éxodo (vv. 10–15)
- El camino a la tierra prometida (vv. 16–22)
- Los tiempos del salmista (vv. 23–25)
¡PENSEMOS! |
La creación y el éxodo son dos de las manifestaciones más relevantes del poder y amor de Jehová en el Antiguo Testamento. ¿Qué eventos del Nuevo Testamento son de igual o aun superior categoría? ¿A quiénes contará usted lo que Dios ha hecho en estos eventos? ¿Se da cuenta que al hacerlo, usted lo alabará? ¿Continúa la fidelidad misericordiosa de Jehová en la actualidad? ¿Cómo la ha visto? ¿A quiénes contará lo que Dios en su fidelidad hace hoy? |
Escriba un salmo de alabanza general a Dios por su grandeza y su misericordia. Tome en cuenta los temas que aparecen en la lista del capítulo 2. Puede usar Salmos 113 y 136 como modelo (para un ejemplo más sencillo, ver Salmo 117). Redacte oraciones que cuenten lo que Dios es o ha hecho. Evite las palabras “gracias” y “agradecer”. ¿A quién leerá su salmo, alabando así al Señor? |
Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Alabanza y clamor a Dios (Salmos) (23). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.