Santidad que produce avivamiento – Parte I

SANTIDAD QUE PRODUCE AVIVAMIENTO (Parte 1)  SEPARACIÓN

HEBREOS 12:14  “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Si bien es claro que a Dios lo podemos ver reflejado en diferentes escenarios de nuestra vida diaria, y en las personas que amamos o que nos aman; La palabra “Verá”, eneste texto es específica y nos habla de ver cara a cara a Dios. Viene de la raíz griega “óptomai”  que significa: Con ojos bien abiertos, Como a algo asombroso; Significa una inspección  ferviente pero  en un ambiente físico   que nos dice que podremos estar frente  a frente en el  día en que Cristo venga por  nosotros.

Aclarando es te sencillo significado, enfoquemos en la Santidad.

El antiguo testamento nos habla  del “qadosh”,  como un adjetivo calificativo para hablar  de que  Dios es Santo y  personas, naciones, animales y cosas debían ser Santas par Dios mismo, como el  lo es. 

Es presentada en forma  de verbo o acción en su forma “qadash” que significa  ser  santo; luego es la  acción en si,  de  hacerse santo sea persona, animal o cosa que se santificare para Dios.

Y esta palabra “qadosh o qadash” me muestra una serie de escenarios donde siempre está hablando  Dios  a un pueblo que le conoció solamente por fe, creyendo fielmente  a los patriarcas, sacerdotes y profetas.

Pero también, muchas personas desfallecieron en el caminar y no creyeron y a causa de la incredulidad perdieron su  vida  sin llegar a su propósito en Dios mismo.

Observando en el nuevo testamento, la palabra santidad en griego es  “jagiasmos”, que traduce  santificación  y significa: Separación para Dios. La conducta apropiada de cuando me he separado para Dios. Clarificando un poco más,  es la relación que yo tengo con Dios luego de creer en Cristo, pero  aquí se repite otro concepto presente en el antiguo testamento: Fe. Porque solamente  puedo separarme para Dios, y puedo hacer una relación con Dios, y tener una conducta apropiada, si, solo si, logro comprender el propósito de la muerte de Jesús y tener la suficiente fe  para creer en el estado de plenitud de una vida eterna  y todos los beneficios, bondades y bendiciones que esto conlleva.

Iniciamos este mensaje con un pasaje que hace una afirmación. "Sin santidad nadie verá a Dios."

Simplemente:  ¿Quiero  ver  a Dios cara a cara? Tengo que ser santo.

A diferencia del antiguo testamento,  donde cada vez que se pecaba  se presentaba  el sacrificio y se pasaba a un estado  “qadash”, (  ayer pequé pero  ya vengo  voy a ofrecer el sacrificio  y quedo  “qadash”  y  listo); la santidad  “jagiasmos”  del nuevo testamento me habla  de separación, conducta  y relación.

Según estos conceptos, vamos a hablar en este estudio de tres pasos necesarios para caminar en  santidad y de esta forma asegurar el poder  ver a Dios cara a cara:

Separación: De los malos caminos,  todo lo que no me lleve a Dios.

Conducta: Comportamientos que adquiero en el caminar  del evangelio donde  comprendo cual es la voluntad perfecta de Dios, la cual aprendo directamente de Jesucristo como modelo de vida, a través de su palabra.

Relación:Todo lo que hago a diario para encontrarme con Dios, que me lleva a modificar mi carácter para alcanzar la conducta apropiada.

El primero de ellos que trataremos en este sermón es:

SEPARACIÓN

Lo primero  que se me ocurre pensar  es  ¿De qué debo separarme?

Quizás llevamos varios años caminando y seguramente hemos dado testimonio de vida,  pero  porqué cuando el predicador pone el dedo en la llaga de algún pecado que nos compete, porqué nos confrontamos con la realidad,   donde  llevamos años con algo  que aún no hemos podido entregar? No ha servido ayuno, liberación…

Ud.  dirá:Yo no mato, no robo, vengo el domingo al culto, pero ¿Dónde se queda el Orgullo, la altivez, la murmuración, la mentira, y que decir de los celos, la pereza, la idolatría  (juego, apuestas, personas), la maledicencia….  Y todo aquello que hace parte de   Gálatas 5:19?

¿Qué  hace que yo hoy escuche  la palabra y mañana no  deje de hacer lo que por año llevo haciendo? Esto es porque nuestra naturaleza pecadora que nos tiene adheridos al pecado. Cuando se incurre en un pecado una y otra vez, causa remordimiento, y sevuelve a caer, esto sucede porque no hay separación, así, hayan todas las buenas intenciones.

Veamos el contexto histórico en el tiempo de Ana, una mujer del antiguo testamento,  y tres Aspectos que le permiten hacer, ruptura y separación.  1ra Samuel 1:1-11

Siló era la capital de Israel en el tiempo de Ana y por esto allí se erigió el tabernáculo de reunión. Elcana subía  con su familia cada año a participar de las fiestas de las ofrendas y los diezmos a Siló. Ellos reservaban la décima parte de lo que producían para ofrecerlo al Señor. Elcana cambiaba su trigo y ganado por plata, y llevaba luego el dinero a Silo, allí compraba carne, harina y bebidas para presentar sus sacrificios a Jehová.  Entregaba al sacerdote una parte para que fuera colocada en el altar como sacrificio. Después, en la presencia del Señor  la familia comía el resto de los alimentos que ya había sido ofrendado al Señor. Era la porción que pertenecía a DIOS, pero el Señor los invitaba a festejar con él.

“Mássi el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, será́ comido en el díaque ofreciere su sacrificio…” (Levítico7:16).

En mi sermón publicado en esta página, llamado ¿Qué olor tienen tu ofrenda?,  presento un estudio del significado de las diferentes ofrendas que se presentaban  a Jehová.

Una de estas, es la ofrenda voluntaria de paz, que en la versión de la Biblia, Traducción de Lenguaje Actual, describe como ofrendas por el bienestar y la buena salud.

Año a año, esta familia no solo llevaba los diezmos al templo, como muchos tienen por costumbre,  solo el diezmo y nada más.  Ana presentaba año a año, una ofrenda de paz o de bienestar y buena salud, con el propósito que cesase su esterilidad. Pero nada sucedía.

Un año más, Ana  presentaba sus votospero su tristeza era tan grande que no deseaba ni probar la comida.  Las lágrimas le llenaban los ojos mientras contemplaba el plato de carne.  Había perdido el apetito. Ni siquiera el tierno amor que le brindaba Elcana aliviaba el dolor de su esterilidad. 

Yo no sé  si Ud. se ha sentido en esta posición, en la que está cumpliendo con sus diezmos y ofrendas, presenta un voto a  Dios, pacta por eso tan especial que estáesperando, pero no ha recibido nada.   Esta era la tristeza de Ana.

Pero esta mujer, llena de fe, y sobreponiéndose a su tristeza, acciona un plan para provocar avivamiento en su vida, y se le revelan tres peldaños necesarios para provocar separación, y alcanzar el favor de Dios.

1. NO HAY SEPARACION SIN  SACRIFICO. V11

Ana presento sacrificio a Dios, Desde el mismo instante en que Ana promete a Dios entregar su hijo a cambio de dar a Luz,  ella sabíaque viviría un profundo dolor por la separación, pero durante el tiempo que el niño estuvo con ella,  ellos no dejaron de enviar voto voluntario a Dios.  

Este mismo dolor que sufre una madre al separarse de un hijo, es la situación de nosotros como cristianos cuando tenemos pecados que cargamos como lastres, año tras año y no soltamos, algo así como pecados consentidos.  Es como si esos pecados tuviesen un gran cordón umbilical que por más que ores, ayunes y reprendas, no lo sueltas.

Por esto, los comparo con Ana.  Que otra cosa puede causar más dolor al hacer una renuncia o separación  voluntaria,  que el ejemplo de Ana. 

Es imposible hacer un merengue con la  yema de huevo. Hay que separar las claras. Solamente separando las yemas logramos el punto de nieve para la preparación.

Así sucede en la vida espiritual,  solamente si sacrificamos el viejo hombre, podemos adherirnos  a Cristo y llegar al objetivo final que es estar frente a frente,  fa ce  to face  con  Dios  en el día  de su venida.

Iglesia cuando Ud. esta frente al pecado, este tiene cara de atracción, de placer, de dicha, pero coloque eso que es momentáneo en una balanza, contra lo que sería una vida de servicio en Cristo, contra lo que sería una  vida en la eternidad.  

Cuando uno  hace sacrifico y deja todo pecado por más placentero que le parezca, habrá separación e ira camino a verse cara a cara con Dios.

Iglesia, Sin sacrificio no puede haber separación, y sin separación, no habrá santidad y sin santidad nadie verá a Dios.

2. NO HAY SEPARACIÓN SIN VISIÓN DE FUTURO. 1ra Samuel 2:21

Si Ud. sabe cuánto pesa su balanza, Ud. podrá tener visión de futuro.

Era honra para la familia tener hijos y aunque Elcana  comprendía la situación y la amaba, ella puso su mirada en el futuro.   Ana no deseaba  vengarse de Pinina cada vez que era fastidiada, sino complacer a su esposo dándole  hijos, y al hacer esa balanza,  ella puso su mirada en el futuro, por que comprendió que pesaba más el que su esposo fuese bendecido con hijos.

A Ana le causo un profundo dolor prometer entregar  su hijo a Dios y seguramente antes de hacer la promesa sintió el dolor de tener que separarse, pero ella sabia que su dolor se convertiría en gloria POR QUE ESA SEPARACIÓN ABRIÓ SU MATRIZ.

Ana tuvo revelación y visión de futuro.  Al darle hijos a Elcana, su amor sería ratificado aún más, sus hijos le honrarían y también, quizás por añadidura, recuperaría el dominio de casa, por que  la cosa con hijos era a otro precio.

El ver en el futuro este escenario, le dio accionar para sacrificar y de esta forma pudo separarse del niño. 

Iglesia, Debemos colocar los ojos en nuestro futuro,  vea con ojos de fe, pídale al Espíritu Santo que le revele donde va a pasar el resto de sus años,   Y tendrá la seguridad que pesa más su futuro que un placer temporal atado al lastre del pecado.

Todo sacrificio que tú y yo hagamos abre  la matriz para embarazarnos del fruto del Espíritu Santo y del poder de Dios, fruto que trae avivamiento y  promesas para nuestras vidas y nos hace alcanzar nuestra promesa en Cristo y mantener la salvación para verlo cara a cara.

Ana conocía la palabra y por ende sus promesas,  por esto,  pudo separarse; ella sabía que había una promesa escrita en Deuteronomio 28:4  : Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.  Por esto, se atrevió a hacer planes con Dios y con Samuel. Ana tenia certeza de su futuro porque conocía la palabra.

Tiene Ud., hoy planes para presentarle a Dios? Ve tu futuro.

3. NO HAY SEPARACIÓN SIN REVELACIÓN DE VOTO O PACTO. V. 24

Le dije  al comienzo que la ofrenda de Elcana y Ana le permitía sentarse a la mesa y comer con Dios, por esto se llamaba de paz u ofrenda por el bienestar y la buena salud.  Para este punto, Ana ya sabía que le deparaba su futuro, ya sabía cuál era el fruto de su sacrificio por que tuvo visión de futuro, y al momento de entregarlo, en el momento de la separación,  Ana ya no lloraba.  Su ofrenda fue acompañada con vino, ya había gozo en su corazón.  Pero como iba a estar feliz?   Ella sabía que entregaba a Samuel pero venían más hijos para ella y de esta forma honraría a su esposo.  

Dice la palabra que Ana  trajo tres becerros,  un becerro por cada hijo que vio en su futuro.  Tres varones y dos hijas.   Hizo pacto.

CONCLUSIÓN

Ana tuvo separación pero esa separación fue  sellada con un pacto que le fue revelado por visión de futuro.

Sacrificio, visión de futuro, pacto, para experimentar la separación verdadera de todo camino que me aleja de Dios.

Tienes seguridad de que verás a Dios una vez seas llamado a su presencia?

Es tiempo de provocar separación,  corta el cordón umbilical, sé santo; presenta sacrificio de eso que te estorba y podrás tener visión de futuro donde tus promesas en Dios son cumplidas, en especial cuando provocas pacto.

Espere la continuación de este estudio, donde hablaré de Conducta y Relación.

        Desde la rebelión en el Jardín del Edén, la raza humana ha insistido en hacer su propia voluntad y pisotear la voluntad de Dios. Son muchos los hombres que aparecen en la Biblia que en algún momento fueron desobedientes a Dios, salvo José y Daniel, que la Biblia no menciona ninguna falta, sino más bien cita que no se contaminaron con su entorno, y por supuesto Nuestro Señor Jesús. Todos en algún momento desobedecieron o siguieron su propio pensamiento en lugar de aceptar lo que Dios decía en ese momento, por poner algún ejemplo citaremos a Sansón al que Dios le dijo que no se contaminara con ninguna cosa inmunda (Jue 13:4), y desobedeció comiendo la miel que esteba dentro de un cadáver de un león, y en ese tiempo los animales muertos eran inmundos (Jue 14:8-9), y al Rey Saúl, lo citaremos como ejemplo de rebeldía, porque el Señor lo mandó destruir por completo al pueblo amalecita (1S 15:2-3), esa orden implicaba exterminarlo todo, desde hombres hasta animales del campo, pasando por mujeres y niños, es decir todo lo que poseían los amalecitas (1S 15:19-23), y dejo con vida al Rey Agag, y las ovejas y vacas de buen parecer.

        He citado estos ejemplos para hacer comprender el grado de obediencia de Jesús, los ejemplos citados fueron personas puestas por Dios para un objetivo en concreto tenían poder, fama, dinero, es decir todo, pero terminaron de la siguiente manera:

·    Sin éxito, no hay éxito fuera de la voluntad de Dios.

·    Endureciendo su corazón.

·    Molestos con Dios.

·    Con un conflicto en la mente.

·    Con actitud de rebeldía espiritual.

·    Muertos en pésimas condiciones.

        Jesús en este momento concreto, podía haberlo hecho lo que cualquier humano pero entonces de haberlo hecho, no tendríamos victoria contra la rebelión, por eso cuando Jesús pronunció la oración: "No se haga mi voluntad, sino la tuya", oró en nuestro lugar, tal como lo hace un sacerdote, representando a la gente ante Dios, dándonos la victoria total sobre la rebelión por medio de Su Sangre.

2.   Victoria sobre el pecado: Jesús derramó Su Sangre a través de la corona de espinas.

        Entendamos claramente que la Biblia no creó el problema del pecado. El pecado estuvo en el mundo mucho antes que la Biblia fuera escrita.Si la Biblia no hubiera sido escrita, o si no fuera verdad, aun así tendríamos el problema del pecado en nuestras manos. Los hombres pueden hasta culpar a Dios y decir que el pecado fue culpa suya, pero eso no elimina el problema. La maldición del pecado todavía está sobre nosotros por la culpa de Adán, (Ro 5:12): Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.

        La espina era un símbolo de la maldición de Dios sobre el pecado, (Gn 3:17-18): Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: "No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y abrojos te producirá, y comerás de las plantas del campo.Jesús cuando estaba sufriendo en la cruz por nuestro pecado, llevó en su frente el símbolo de esa maldición, es decir, la corona de espinas (Mt 27:29): Y tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y arrodillándose delante de Él, le hacían burla, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!Y de esa manera indicó que llevaba la maldición en sí mismo. La Sangre derramada te dice que eres libre de la maldición del pecado.

        Jesús se hizo maldición por nosotros para que viniera la bendición a nosotros (Ga 3:13), y sufrió como humano la vergüenza del pecado en su carne, Él fue separado de Dios para que nosotros podamos tener una relación con Dios nuevamente, Él fue al infierno para que nosotros vayamos al cielo.

En la cruz, Jesús cumple la santidad y la justicia de Dios:

        Pagando el precio del pecado, y desde la cruz hasta nuestros días se abre la puerta del templo, del tabernáculo y la puerta del Edén para que tú y yo tengamos acceso al paraíso, tengamos acceso a la presencia de Dios en el tercer cielo (Ap 22:1-3): Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de  fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Y ya no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará allí, y sus siervos le servirán.

        El árbol de la vida aparece en la Biblia antes de pecar, y ahora cuando no hay pecado otra vez aparece el árbol de la vida y la pregunta es ¿Porqué?

        Porque en el principio con Adán esteba el árbol de la vida, pero cuando Adán y Eva son expulsados del huerto del Edén por el pecado el árbol queda custodiado por querubines y una espada que girada en todas direcciones, esto significaba la Santidad y la justicia de Dios, para guardar el camino del árbol de vida, porque hasta que la justicia y la santidad de Dios no se cumpliera nadie podía regresar al huerto del Edén (Gn 3:22-24).

         (Vs. 3) Y ya no habrá más maldición: Cuando vivamos en el milenio habrá muertes y reproducción sexual, pero en estos versículos estamos hablando después del milenio, después del milenio ya no habrá muerte, la muerte es último enemigo que será vencido (1Co 15:54), y ya no habrá maldición y que es la maldición:

·    Que las mujeres no darán a luz con dolor.

·    Que el hombre no va a sudar para trabajar para Dios.

·    Que los árboles y las flores del campo no van a producir veneno ni espinas.

·    Que no habrá ningún animal venenoso.

·    Que no habrán ni bacterias ni virus.

·    Que todo será regenerado, es decir al plan original de Dios.

        Él podría haber creado seres inocentes, no caídos, sin capacidad de errar; pero si deseaba almas redimidas, purificadas por la Sangre del sacrificio y obtenidas a un precio infinito, la expresión de tal amor y el ejercicio de tal sacrificio sólo eran posibles si el pecado estaba presente en el mundo, Jesús siendo Dios se hizo maldición para que tuviéramos vida eterna por medio de su sacrificio y a través de su Sangre.

3.   Victoria sobre la enfermedad: La Sangre de los azotes o latigazos.

         (Is 53:5): Más Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.

         (Mt 27:26): Entonces les soltó a Barrabás, pero a Jesús, después de hacerle azotar, le entregó para que fuera crucificado.

        Esta Sangre fue derramada de la espalda de Jesús, y dice que por estas llagas o heridas, somos sanados. Esta es una sanidad total para espíritu, alma, y cuerpo, incluyendo nuestras actitudes y relaciones. Enfermedad y aflicción son el resultado del pecado, pero la Sangre de Jesús nos redime de la maldición de ese pecado, entre estos dos versículos hay más o menos 750 años de diferencia, pero para nosotros más de 2000 años después, la promesa sigue vigente por medio de la Sangre de Jesús.

        Cuando Dios hizo el hombre y lo puso en el huerto del Edén, no había enfermedad en su cuerpo, Dios no tenía la intención que el hombre estuviera enfermo jamás, pero el hombre pecó, y la enfermedad entró en el género humano, por eso entendemos que la enfermedad viene del diablo:

         (Stg 1:17): Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.

         (1Jn 3:8): El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.

        Dios quiere la sanidad para la humanidad, su sanidad está prometida para ti en su palabra: “porque yo soy:Jehová [Rapha] soy tu sanador” (Ex 15:26). Dios a provisto en Jesucristo nuestra sanidad. El ministerio de Cristo se trataba de un ministerio de sanidad, Él iba a todas partes sanando a los enfermos y echando fuera demonios (Lc 4:40-41), y también le dio el poder de sanar a sus discípulos y también a nosotros, los creyentes:

·    En (Mt 10:1) Jesús llamó a los doce y les dio el poder para sanar.

·    En (Lc 10:9) Jesús llamó a los setenta y les envió adelante para sanar a los enfermos.

·   En (Mr 16:18) Jesús dijo que creyentes pondrán sus manos sobre los enfermos y sanarán. Esta promesa nos incluye a nosotros hoy.

        Los latigazos crueles de aquellos romanos, tomaron pedazos de carne de la espalda de Jesús mientras que cortaron surcos profundos, pero cada vez que el látigo venía hacia abajo significaba que toda la humanidad podía ser librada de cualquier enfermedad o dolencia que el diablo podría infligir, Jesús murió por esa liberación nuestra es la mayor dispensación en la que el hombre ha vivido jamás, la dispensación de la gracia. ¡Gracias a Dios por Jesús! Porque Cristo llevó tus pecados, ya no necesitas sufrir por ellos. Puesto que Cristo llevó tus enfermedades y cargó tus dolencias, ya no necesitas estar afligido.

     (Is 53:4): Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.

        (1P 2:24): Y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.

        Dios quiere destruir el pecado y la enfermedad en tu vida, y esa victoria la gano Jesús en el patio donde los romanos lo estaban azotando, el castigo de aquella época de los romanos era dar 39 latigazos, o sea 40 menos 1, y en la actualidad existen 39 enfermedades, las demás son ramificaciones de estas 39, un latigazo en la espalda por cada una de las enfermedades que pueda contraer el cuerpo humano para que se cumpliese la palabra que dice: Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores, (Is 53:4a). Jesús se podía haber revelado y no dejar que lo azotaran, poco antes cuando lo prendieron, un Discípulo que estaba con Él, le corto la oreja a un siervo del sumo sacerdote, Jesús dijo: (Mt 26:52-54): Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán. ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras de que así debe suceder?, si en ese momento Jesús no se hubiese dejado azotar, o se hubiese revelado, la sanidad, los dolores y lo que ello conlleva, no hubiera recaído sobre Él, por tanto no se hubiera cumplido la escritura y no tendríamos victoria sobre la enfermedad, por esa sangre que derramó Jesús tenemos la victoria ganada, por medio de la Sangre de Jesús.

4.   Victoria total, la victoria que da la salvación: La sangre de Jesús fue derramada en la cruz del calvario.

        Los clavos en las manos y pies de Jesús que le sujetaron a la cruz, derramaron sangre que era, es y  será suficientemente poderosa como para salvarnos y redimirnos eternamente del pecado y la condena de Dios en él:

(Ro 8:1-2): Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.

(Ef 2:8-9 y 13): Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.

        Recuerda a nuestro Señor Jesús clavado en aquella cruz, ¿merecíamos su perdón? Entonces ¿Por qué lo hizo? Lo hizo por amor, fue el acto de amor más grande jamás conocido por la humanidad, Jesús siendo el hijo de Dios, unos simples clavos no lo hubieran retenido en esa cruz, Jesús se dejo clavar para volver las cosas al plan inicial de Dios. Esta sangre que derramó cuando aquellos romanos lo estaban clavando sus manos y sus pies en aquella cruz, es la que borra el expediente, la que cancela la deuda, la  que permite que Dios te acepte de nuevo, la que hace que Dios te vuelva a perdonar, es la que hace posible la reconciliación con Dios, obteniendo la salvación y la Vida Eterna. Y lo hizo por amor.

 

CONCLUSIÓN

        Cuando el Señor Jesús, fue sentenciado a muerte en una cruz; los hombres impíos, pensaron que ejecutaban a un hombre que estaba trastornando por  su manera de vivir. No entendieron que en esa cruz, estaba el plan de Dios; preconcebido, desde el mismo principio del mundo. Ahora, invita al hombre, a que conozca, lo que ocurrió en la cruz. Ese día el Señor Jesús, estuvo en su máxima debilidad humana; había sido azotado y la espalda todavía estaba sangrante. Había sido herido en la frente, con una corona de espinas. De seguro, su rostro estaba también lleno de sangre y muy hinchado. A causa de la sed, de los golpes y del dolor, su rostro estaba totalmente desfigurado.

        ¿Qué cosas ocurrieron allí mientras Él estaba desangrándose, sintiendo que sus fuerzas se escapaban, con el corazón latiendo cada vez con menos fuerza?

        ¿Qué cosas ocurrieron allí, aparte de lo que los hombres veían como un espectáculo sangriento, terrible y atroz?

        Al finalizar ese largo tormento, el Señor Jesús entrega su vida diciendo: “Consumado es” (Jn 19:30). También enseña la Escritura, que el velo del templo se rasgo de arriba, hasta abajo. Luego vinieron tinieblas sobre la tierra, hubo un terremoto, los sepulcros se abrieron y muchos muertos resucitaron. ¡Cosas extrañas sucedieron, el día, que El murió en una cruz! Por eso tenemos un pacto con DIOS, sellado con la sangre de JESÚS:

        (He 9:11-14): Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?

         Cuando Jesús clamó: “Consumado es”, la palabra que El usó fue [tetelestai]. Esto era el grito de un general romano mirando una batalla desde una colina. Cuando él miraba que su lado definitivamente ganaba, él gritaba esto para hacer saber a sus tropas que habían ganado la batalla, todo estaba hecho, que se volvían a casa.

        Muchos soldados romanos estaban alrededor de la cruz. Un soldado que escuchó este grito dijo: “Verdaderamente este era el Hijo de Dios”.El no podía entender como un hombre muriendo en la cruz podía dar un grito de victoria como un general romano. Por esto él lo afirmó y  lo vemos en la Biblia: (Mt 27:54) El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.En ese momento, Jesús ganó la batalla:

·    Todo lo que faltaba era pasar tres días y tres noches en el infierno.

·    El sabía que había ganado.

·    El podía gritar la victoria porque Él había cumplido exitosamente su trabajo.

·    Jesús había ganado nuevamente al hombre de regreso para Dios.

        (He 9:24-28): Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo. Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.

Fuente: www.centraldesermones.com