Mt 18:2-4 RV60 2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
INTRODUCCIÓN
Cuando nuestro Señor Jesús nos dice que seamos como niños hace referencia entre otras cosas a la humildad de los pequeños, por eso Mateo 18:4 dice “cualquiera que se humille como este niño”. Jesús estaba poniendo en orden el deseo de muchos de ser superiores a otros en el Reino, que veían la autoridad como la oportunidad de ser mejores o lucirse ante otros, estas actitudes que no existen en los niños; ellos no están interesados en ser mejor que sus padres, sus maestros o cualquier figura de autoridad. Los niños desean ser como sus padres no para poder dominar a otros sino porque hay una profunda admiración hacia ellos.
DESARROLLO
La biblia nos llama a ser hijos maduros, para lo cual es necesario que pasemos un proceso de desarrollo. Es decir para llegar a ser hijos maduros, hay que pasar por el proceso de ser niños.
Mt 5:44-45 RV60 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
La palabra “hijo” aquí es HUIOS (G5207) que significa “Hijo Maduro”, en la cultura hebrea cuando el hijo llegaba a cierta edad comenzaba a aprender el oficio de su padre hasta llegar a parecerse a él, entonces se consideraba un HUIOS. Es decir somos hijos de Dios por su misericordia, pero cuando aprendemos de nuestro Padre nos volvemos más cercanos y maduramos espiritualmente para no ser niños sino HUIOS, hijos maduros, pero no podemos ser HUIOS si no pasamos por la etapa de NIÑO.
Quiero que veamos algunos “niños” en la biblia de los cuales podemos aprender grandes lecciones:
Samuel, DESCANSABA EN LA PRESENCIA DE DIOS.
Samuel fue el niño a través del cual Dios envío un difícil pero necesitado mensaje al sumo sacerdote, Elí. La sensibilidad de Samuel a la dirección de Dios y su disposición a obedecer fue ejemplar.
1S 3:2-4 RV60 2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, 3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, 4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.
En esta historia vemos que mientras el Sumo Sacerdote Elí, descansaba en su aposento; Samuel, siendo un niño dormía en el Templo cerca del Arca la cual estaba en el Lugar Santísimo, esto nos habla de descansar en la presencia de Dios. Ahí, humillados como niños escucharemos la voz de nuestro Dios; Samuel no estaba buscando impresionar a nadie, Él simplemente encontró en Dios su descanso. Samuel significa: Pedido a Dios o Escuchado por Dios.
David, VENCIÓ AL RECHAZO
David fue solo un joven cuando Dios lo escogió y empezó a usarlo. Siendo el menor de ocho hermanos, ni aún su propio padre lo tomo en cuenta cuando Samuel vino a buscar, a aquel a quien Dios había escogido para ser el próximo rey.
Más que vencer a Goliat, David nos muestra que venció a un gigante más poderoso en su interior: el rechazo. Esto es muy significativo porque de niños la mayoría somos rechazados de alguna u otra manera, pero no es hasta que crecemos que aquel rechazo nos afecta considerablemente. Sin embargo, aún cuando David había experimentado el rechazo de forma recurrente en su vida, él escribió:
Sal 27:10 RV60 10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.
Aprendamos del niño David, a creer que aunque todo el mundo nos rechace, Dios no nos desechará. David significa: Amado y su virtud era que en su corazón sabía que Dios no lo rechazaría si se humillaba ante Él.
Sal 51:17 TLA 17 Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.
Josías, SIGUIÓ EL CAMINO DE SU PADRE DAVID
Josías fue un niño-rey a través de cual Dios reformó el estado religioso y social de su país (2 Reyes 22). Josías era de solo ocho años, cuando llego a ser rey, gobernando rectamente. Después como un adolescente y hombre joven hizo dramáticas reformas (2 Crónicas 34).
2R 22:1-2 RV60 1 Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat. 2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.
Esto nos muestra que, rodeado de consejeros, no permitió que el orgullo le ganara la batalla sino que escuchó consejos, entregó su corazón a Dios y fue uno de los pocos reyes de quien la biblia dice que hizo lo recto delante de los ojos de Jehová. Si aprendemos a recibir instrucciones como niños, podremos hacer grandes proezas en Dios.
Pr 22:6 RV60 6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Ester, NO BUSCÓ SU PROPIO BIEN
Era una niña huérfana quien estaría en su adolescencia cuando fue hecha reina y quien fue usada por Dios para salvar a los judíos de la total destrucción. (Ester 2). Aunque pudo perfectamente, ser la Reina de todo un Imperio y olvidarse de los suyo, siempre buscó lo mejor para su pueblo, aun cuando el rey le ofreció hasta la mitad de su reino:
Est 7:2-3 RV60 2 Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada. 3 Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Haya en nosotros la actitud de niños humildes, que no buscan exclusivamente su propio bien sino el de nuestros hermanos.
Otros Ejemplos:
Jeremías, desde su infancia fue escogido por Dios y comisionado para una tarea monumental, ser su profeta. A pesar de su juventud y sus limitaciones, obedeció a Dios hasta la muerte. Jeremías significa “Jehová lanza” y es que como niños debemos confiar que si Dios nos envía, Él nos respaldará.
Timoteo, tuvo una fe bíblica desde su niñez, a través de su abuela Loida y su madre Eunice y luego a través de la instrucción de Pablo (2 Timoteo 1:5; 2:2; 3:14-15). Tantas iglesias al cuidado pastoral de Timoteo.
Jesús, siendo un niño a la edad en que normalmente comienzan las rebeldías (12-13 años), sabía que le era necesario estar en los asuntos de su Padre.
CONCLUSIÓN
El propósito de Dios es que seamos hijos maduros, pero no podemos saltarnos procesos y debemos aprender a ser como niños para poder avanzar hacia la madurez espiritual. Nadie puede llegar a ser un maestro de la palabra, si antes no se convierte en discípulo. Volvámonos como niños para creerle a nuestro Padre y así recibir la instrucción necesaria para avanzar
Lc 10:21 RV60 21 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
2. La comunión los unos con los otros v. 3.
La comunión con el Padre y con el Hijo tiene que conducirnos, obligatoriamente, a la comunión con nuestros hermanos. El creyente no solo tiene una vinculación con Dios sino también con sus hermanos. Sería una contradicción decir que tenemos una comunión con Dios si vivimos en una falta de amor con nuestros hermanos. Más adelante el mismo Juan nos va a decir que cuando andamos en la luz tenemos comunión con los otros v. 7. Pero de igual manera, el que pretende andar en luz, pero aborrece a su hermano, entonces todavía esta en tinieblas. El amor al hermano es lo que nos dice que andamos en luz (2.9-11). La nota distintiva de una auténtica iglesia debe ser la comunión de los hermanos. Lamentablemente cuando lo que prevalece son los partidos internos, caracterizados por actitudes orgullosas y soberbias, le dan un duro golpe a esa comunión que fue la nota distintiva de la iglesia del primer siglo. La vida que fue manifestada en Jesucristo, cuyo sacrificio se dio en la cruz, fue para tener una comunión hacia arriba y otra hacia abajo. Cristo es la razón de nuestra comunión.
III. EL COMPROMISO DE ESA VIDA QUE FUE MANIFESTADA EN CRISTO ES PARA QUE SEA COMPARTIDA
1. “Testificamos, y os anunciamos la vida eterna” v. 2b.
Juan escribe su primera carta para demostrar la historicidad y verdadera humanidad de Jesucristo. Cristo no aparentó ser hombre, ni sencillamente trató de identificarse con el hombre; Jesús ha confirmado ser hasta el día de hoy, un verdadero hombre. Nació y vivió entre nosotros. Y también Juan afirma en este texto que Jesús es Dios. De eso es lo que Juan está testificando en su carta. Nadie como él para haber tenido una experiencia visual con el Dios encarnado. Así, pues, la evangelización consiste en decirle a los hombres que Dios descendió del cielo en la persona de su Hijo Jesucristo para llegar a ser el salvador personal. De esta manera, el apóstol no solo testifica acerca de su propia experiencia en haber visto y convivido con el Señor Jesucristo, sino que también lo anuncia. La evangelización es dar testimonio de nuestra propia experiencia de salvación, pero también de anunciarla. ¿Cuál es la diferencia entre testificar y anunciar? Pues que al anunciarlo estamos explicando el mensaje. Y ese mensaje que hay que explicar es la vida eterna. Cuando usted anuncia el evangelio necesariamente tiene que tocar la doctrina de la eternidad con Dios.
2. “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos” v. 3a.
La vida que se manifestó no puede quedar encubierta entre los hombres. Los apóstoles no podían dejar de hablar lo que habían visto y oído. Ellos no poseían un testimonio de segunda fuente. Ellos eran testigos presenciales del hombre que caminó con ellos, pero que vino del cielo. Por supuesto que nosotros no hemos “visto” u “oído” a Jesús como los apóstoles, pero tenemos el testimonio de ellos y la veracidad de la palabra revelada. Así que aunque Jesús no está físicamente con nosotros, el testimonio de nuestra vida cambiada por el poder des su palabra nos convoca a anunciarlo. Si bien es cierto que los discípulos de Jesús tuvieron el más grande privilegio dado a mortal alguno de contemplar al “Verbo de vida”, y por eso alguno de ellos como Tomás había creído, ahora Jesús habiendo resucitado, y después de reprender la incredulidad, llama bienaventurado a los que iban a creer,como nosotros, sin haberle visto u oído (Jn. 20:29). La vida que fue manifestada en Cristo tiene que ser anunciada. De eso depende el destino eterno de los hombres. Que como Pablo digamos: “ Me es impuesta necesidad…”. Eso es, tenemos que anunciarlo.
IV. EL FIN DE LA VIDA QUE FUE MANIFESTADA EN CRISTO ES PARA QUE NUESTRO GOZO SEA CUMPLIDO
1. ¡Qué manera de concluir este texto!
Después que Juan nos habla de todo ese mundo teológico, que incluye la eternidad de Jesús, y luego se refiere a su humanidad cuando utiliza los verbos ver, oír y contemplar, ahora nos habla del propósito por el cual ha traído esta escritura: “para que vuestro gozo sea cumplido”. La palabra “gozo” proviene del griego “eufrosune ” que significa “alegría”, siendo Dios el motivo mismo de ese gozo. La palabra “cumplido” nos viene de “pleroo” que significa: Llenar, completar. Cuando unimos estas dos palabras nos damos cuenta que el propósito de dar a conocer esta carta, era lograr que a través de la palabra eterna y ahora encarnada, se produzca una alegría completa en todo lo que somos y hacemos. Cuando Juan nos trae a este punto, nos hace ver que la vida cristiana debe tener en el gozo, la característica mas importante. No puede concebirse una vida cristiana ausente de gozo. El mundo se llena de alegrías momentáneas, pero el creyente vive en un gozo perpetuo, porque Cristo vive en el quien llega a ser la razón de tal gozo. Un hombre sin Cristo está vacío de ese gozo, porque el llenarlo es una competencia exclusiva de Jesús. La vida que se manifestó es para nuestro sumo bien. Lo es en la salvación y la vida eterna, pero también lo es por el gozo que distingue a cada uno de sus seguidores. Que no ocultemos semejante gozo.
CONCLUSIÓN:
En cuatro versículos Juan nos revela el evangelio en su más grande expresión teológica, pero a su vez en la forma más práctica para ser vivido. Cristo como nuestra vida ha existido eternamente con el Padre. Pero esa vida que tiene existencia eterna, se manifestó en carne. Y es por esa encarnación que ahora entramos en la mas sublime y completa comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Y una vez que entramos en esa comunión divina-humana es para que tengamos comunión con los otros creyentes.
Al final Juan nos dice que cuando vivimos en esta comunión del Espíritu, se manifiesta la plenitud de gozo. Pero seriamos egoísta si no compartimos la razón de tal gozo. Juan dijo que lo que había visto, oído y contemplado acerca del Verbo divino, lo anunciaba. No podía ser de otra manera. Cuando Cristo vive en nuestras vidas no podemos callar también lo que nos ha acontecido. Si esto hacemos el gozo será nuestra nota distintiva, como lo dijo Juan: “Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido” v. 4.
La vida que se manifestó en Cristo es la fuente de nuestro gozo. Que como los pastores de Belén salgamos a compartir el gozo de la vida “que fue manifestada”. ¿Se ha manifestado Cristo en su vida? ¿Es él la fuente de su gozo?
Fuente: www.centraldesermones.com