Biblia

SEPARAR EL TRIGO DE LA PAJA

SEPARAR EL TRIGO DE LA PAJA

Cuando juzgamos a los demás, el Señor nos echa de su presencia.

Hay dos tipos de religiosos, los legalistas que condenan a los demás y aquellos que creen no necesitar más de Dios, no practican el arrepentimiento y son religiosamente cumplidores.

Debemos saber separar la paja del trigo. La paja es la carne, la vieja vida, la que perece y el trigo es lo que se va a salvar.
Dios es bueno.

Hechos 17:24

17:24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,

Dios dice: “Yo vivo en el que me cree y se humilla en mi presencia”. Dios no es honrado por manos de hombres, porque Dios únicamente quiere el corazón.

La espiritualidad viene comiendo de la Palabra. Que confianza se puede tener con los enemigos de la Cruz. Apártense de toda persona que ande desordenadamente. Limpiaos de toda contaminación de espíritu.

Todo lo que no sembramos a su tiempo, luego no lo vamos a poder recoger.
Necesitamos quebrantarnos.

Jesús dijo: “Mis amigos son los que oyen mi palabra”. La familia de Jesús no son los hacedores de maldad. ¿Que pues hacemos? cubrimos al diablo, y dejamos al descubierto al que sufre y se entrega.

Los débiles de la fe son los hermanos que no tienen fuerza, no los que hacen lo malo con apariencia de cristianos.
Haced bien mayormente a la familia de la fe.

El buen samaritano amaba a su hermano, tenía entrega y daba todo por cuidarlo y curarlo. Los religiosos, hipócritas no se paran ante la necesidad de un hermano.

Muchos se mueven pero no con el Señor sino por protagonismo. Hay que separar la paja del trigo, para poder entender que somos templo de Dios y que Él no habita en la contienda ni en las críticas.

Se ve de nosotros que tenemos de Dios por nuestra entrega. Haciendo las cosas de corazón y con alegría.
Dios no mora en templos humanos, sino en su morada celestial, siendo nosotros templo del Espíritu.
Si no tenemos entrega y convicción, no tenemos llamado.

Dios no hace acepción de personas, para Él el mejor es el que lo busca.
Has cambiado mi lamento en baile, me has dado el gozo de tu salvación.

La salvación es de gran precio.

Dios crea cosas nuevas en mi mente, tu que eres el creador. Somos una nueva creación suya. Hecha para levantar a los de poco ánimo, a los caídos.
Debemos examinarnos para comprobar si estamos dando la talla. Debemos unir y no desunir. Cosiendo lo que está dividido. Cerrando heridas.

Necesitamos siempre el gozo de la salvación, pues es nuestra fuerza, nuestra motivación, nuestra entrega e inspiración.

Tentaciones siempre, pero aunque el enemigo tenga razones cuando nos humille, debemos alejarlo por medio del gozo de la salvación, que es nuestra fortaleza.
El que tiene un amigo, es gozo, fe, amor.

Siete veces cae el justo y siete veces Dios lo levanta. Se conoce al justo porque lo último que quiere hacer es tropezar.
Debemos discernir el que sirve y ama a Dios, del que no quiere saber nada, y se constituye enemigo de la Cruz.
Para recibir la bendición hay que estar listos.

Hechos 22:17

22:17 Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis.

La gente busca amigos que en sus rostros reflejen gracia, amor, amistad, que en todo tiempo parezcan rostros de ángeles. Pocos dan su vida, en entrega, por los demás.

Debemos tener la mente de Cristo.

Lucas 24:53

24:53 y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

Entrad por sus puertas con gratitud.