Tarea sobre la familia, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (13-12-2014)
Tarea sobre la familia, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (13-12-2014)
La Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, celebrada en octubre en Roma estaba dedicada a la familia. La “Relación Sinodal”, publicada al final, da gracias a Dios por la fidelidad con que tantas familias cristianas responden a su vocación y misión con alegría y con fe y recuerda a las que se encuentran cara a cara con la propia soledad. Tras afirmar que “la familia adquiere, para la Iglesia, una importancia absolutamente especial”, la Relación se articula al modo de una catequesis.
- En una primera parte, el texto analiza los desafíos que el contexto social y cultural lanza hoy a la familia, tanto en las sociedades acomodadas como en las que están en vías de desarrollo. Junto al drama de la pobreza, de la soledad, del individualismo y de la fragilidad afectiva se recuerdan las crisis de la pareja y la mentalidad antinatalista. Estos y otros problemas actuales nos recuerdan que los “grandes valores del matrimonio y de la familia cristiana se corresponden con la búsqueda que caracteriza a la existencia humana, incluso en un tiempo marcado por el individualismo y por el hedonismo”.
- En la segunda parte se resume el Evangelio de la familia. La página bíblica sobre la creación del ser humano y la palabra de Jesús nos enseña que “la indisolubilidad del matrimonio no ha de entenderse, ante todo, como yugo impuesto a los hombres, sino como don hecho a las personas unidas en matrimonio”. El Concilio y los papas posteriores afirman la verdad y belleza de la familia y piden misericordia hacia las familias heridas y frágiles. La Iglesia está llamada a “revelarles la divina pedagogía de la gracia en sus vidas y ayudarlas a alcanzar la plenitud del plan de Dios en ellas”.
- En la tercera parte, la Relación sinodal nos invita a repensar la tarea de “anunciar el Evangelio de la familia hoy, en los diferentes contextos”, como pueden ser los cursos prematrimonioales o el acompañamiento en los primeros años de la vida matrimonial.
Es necesario prestar mayor atención pastoral a quienes viven en el matrimonio civil o en convivencias y tratar de ayudar a las familias heridas, a los separados, divorciados no casados de nuevo, divorciados casados de nuevo, así como a las familias monoparentales y a las personas con orientación homosexual y a sus propias familias.
La Relación recuerda también los problemas relativos a la transmisión de la vida y los problemas que comporta la caída de la natalidad. Finalmente se incluye un apartado sobre el desafío educativo y el papel de la familia en la evangelización.
Estas cuestiones y perspectivas habrán de madurarse y precisarse en las Iglesias locales con vistas a la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista para octubre de 2015. Grupos parroquiales, movimientos y diversas instancias de reflexión y de catequesis de adultos tienen aquí un buen programa de trabajo para este año.
José-Román Flecha Andrés