Tocando la superficie
Querido lector le pregunto ¿Está usted buscando diligentemente conocer las profundidades de Dios, o sólo está tocando la superficie?
¿Alcanzarás tú las cosas profundas de Dios?
¿Alcanzarás el propósito del Todopoderoso?
Es más alto que los cielos;
¿qué puedes tú hacer?
Es más profundo que el Seol;
¿qué puedes tú saber?
(Job 11:7, 8)
Permítame repetirle la pregunta: ¿Está usted buscando diligentemente conocer las profundidades de Dios, o sólo está tocando la superficie? Solo usted conoce la respuesta. Nuestra cultura actual está tan ocupada, que podemos volvernos expertos fingiendo que lo hacemos. Pudiera parecer que estamos yendo a las profundidades cuando, en realidad, sólo estamos tocando la superficie. Por eso la respuesta se la debe dar usted mismo. ¿Está buscando diligentemente conocer las profundidades de Dios? ¿O lo que está haciendo es sólo asistir a un montón de reuniones religiosas, leer unos cuantos libros religiosos y aprender todo ese vocabulario que suena a religioso?
Uno de los más recientes libros del psicólogo y maestro bíblico Lawrence Crabb, se titula The Pressure’s Off (Libre de presión). Él dice:
Como una cultura, el cristianismo de hoy ha redefinido a la madurez espiritual. Los reformadores sabían que éramos salvos para glorificar a Dios. Nosotros, los cristianos modernos, vivimos para ser bendecidos. Ahora se piensa que los maduros entre nosotros son los exitosos, los felices, la gente eficiente que está a la cabeza de las cosas y haciéndolo bien… Somos más atraídos por los sermones, libros y conferencias que revelen los secretos para tener una vida plena… que por la orientación que nos guíe en medio de las aflicciones a la presencia del Padre…
Parece que tenemos más interés en tener una existencia cómoda, que en dejar que Dios nos transforme espiritualmente por medio de las dificultades de la vida.
Eso toca en lo vivo, ¿verdad? No huya de las dificultades. No busque a un amigo para que este le ayude a salir de ellas rápidamente. Persevere. El Señor le sacará adelante. El resultado será que usted dejará de patinar.
Esta pregunta es para que usted la responda de manera personal, introspectiva y honestamente: ¿Está usted buscando diligentemente conocer las profundidades de Dios, o sólo está tocando la superficie?
Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2010 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.