Eclesiastés 7:12
INTRODUCCIÓN:
El ser humano tiene la tendencia natural de valorar lo malo y menospreciar lo bueno. Salomón, un hombre de ciencia, adinerado y sabio, nos hace reflexionar en tres fuerzas protectoras de la vida:
¿Cuáles son esas tres fuerzas?
I. EL CONOCIMIENTO (“Escudo es la ciencia”)
A. El conocimiento nos puede edificar y también puede destruir, dependiendo lo que estudiemos
B. Los grandes hombres de la historia fueron de conocimiento (Daniel, Moisés, Jesús, Pablo, etc.)
C. Los conocimientos que Ud. debe tener:
1) La Biblia.
2) El diablo
3) Los demás
4) Uno mismo
II. EL DINERO (“Escudo es el dinero”)
A. Hay que ganarlo honradamente (Ef. 4:28)
B. Administrémoslo correctamente (Mal. 3:10)
C. Dios da la inteligencia para obtener dinero (Dt. 8:18)
D. ¡Cuidado con Mamón! (Mt. 6:24)
E. El dinero no es malo; el amor al dinero sí (1ª Tim. 6:16)
III. LA SABIDURÍA (“Mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores”)
A. La sabiduría debe acompañarnos en nuestro diario vivir (Mt. 7:24—27)
B. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Pro. 1:7; Ecl. 12:13)
C. Debemos ser sabios ante las tentaciones (Stgo. 1:5)
D. Santiago habla de la “sabiduría terrenal, animal, diabólica” y de la “sabiduría que es de lo alto” (Stgo. 3:15,17)
CONCLUSIÓN:
El conocimiento es muy importante en el desarrollo humano, el dinero es fundamental para la vida, pero la sabiduría es mucho mejor y más excelente que las demás cosas de valor. Estas se disfrutan mejor cuando las usamos según el deseo de Dios.
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Ministerio: Nuevo Edén