Un Nuevo Comienzo Génesis 8:20–11:9
¿Puede imaginar las emociones que embargaban a Noé después de pasar un año y diecisiete días encerrado en un espacio limitado, con 45, 000 animales? ¿Qué habría hecho usted al salir del arca?
Noé hizo lo más correcto y loable. Edificó un altar y ofreció a Jehová un enorme holocausto. Para su sacrificio “tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia” (8:20). Dios se agradó de su ofrenda, y como un presagio del pacto que haría con él, dijo en su corazón: “No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre…Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche” (8:21–22).
A continuación, el patriarca y sus hijos recibieron una bendición del Señor y a la vez tres imperativos; los mismos que había dado en Génesis 1:28: “Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra” (9:1). Ya era tiempo de proceder a un nuevo comienzo. La tierra había quedado casi despoblada una vez más. Con éste venía otra prueba para el hombre.
Los primeros hombres fracasaron. ¿Tendrían éxito los descendientes de Noé?
EL PACTO CON NOE 9:2–17
Al darle instrucciones acerca de la hechura del arca, Dios dijo a Noé: “Mas estableceré mi pacto contigo” (Génesis 6:18). No le dio más detalles, excepto la promesa de salvarle a él, los demás miembros de su familia y a los animales y aves (6:18–20). En este capítulo encontramos los detalles del pacto de Dios con Noé. Los puntos más sobresalientes son:
- El temor humano estaría sobre los animales (9:2).
- El hombre podría comer de todo, incluyendo carne (9:2–3).
- No podrían comer carne con su sangre (9:4).
- La sangre del hombre sería demandada por Dios (9:5–6).
- Noé y sus hijos se multiplicarían abundantemente (9:7).
- No habría otro diluvio total (9:8–12).
- El arco iris sería la señal del pacto (9:13–17).
¡PENSEMOS! |
¿Por qué no podían comer la carne con su sangre? Compare Génesis 9:4 con Levítico 17:10–11. ¿Por qué demandaría Dios la sangre del hombre? (9:5–6) Esto se llama pena capital. ¿Está en vigor hasta la fecha? ¿Qué relación tienen estos versículos con el aborto? |
La embriaguez de Noé 9:18–24
Después de salir del arca con sus hijos Sem, Cam y Jafet, Noé comenzó a labrar la tierra. Al cosechar de la viña que había plantado, “bebió del vino y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda” (9:18–21). Entró Cam, “el padre de Canaán”, vio la desnudez de su padre, y se lo contó a sus dos hermanos que estaban afuera (9:22).
Algunos opinan que Noé desconocía la potencia del vino, aunque es más probable que sí conociera sus efectos. Parece que tenía algún tiempo de labrar la tierra, porque Cam ya tenía un hijo, Canaán, que ya era un joven. En este contexto, la Biblia no abunda acerca del pecado de Noé. Por otros textos bíblicos sabemos que la embriaguez es un pecado deplorable. Es probable que el calor producido por el licor hiciera que Noé se descubriera.
Lo que sí comenta este pasaje es el pecado de Cam. Al parecer vio con satisfacción la desnudez de su padre y luego se deleitó en contarlo a sus dos hermanos. Sem y Jafet tomaron la ropa de Noé, y andando para atrás cubrieron su desnudez teniendo la vista puesta en dirección contraria para no verlo (9:23). Aunque la prohibición de descubrir la desnudez del padre o la madre (Levítico 18:7) no había sido dada aún en el tiempo de Cam, la reacción de todos indica cierto conocimiento de lo inapropiado de su conducta.
Al despertar Noé de su embriaguez y enterarse de lo que había hecho Cam, pronunció una maldición sobre su nieto Canaán. Sería “siervo de siervos” de Sem y Jafet (9:24–25). No se da una explicación de por qué la maldición cayó sobre Canaán en vez de Cam, pero se supone que mostraba el mismo desdén hacia las cosas sagradas. Por su parte, Sem y Jafet recibieron la bendición de su padre.
BENDITO POR JEHOVA MI DIOS SEA SEM
Y SEA CANAAN SU SIERVO
Jehová sería el Dios de Sem y la fuente de su bendición. Los judíos o semitas son sus descendientes directos. En los próximos capítulos se presentará evidencia de esto (9:26).
ENGRANDEZCA MI DIOS A JAFET,
Y HABITE EN LAS TIENDAS DE SEM,
Y SEA CANAAN SU SIERVO.
La palabra “Jafet” significa engrandecimiento. Su descendencia se esparciría por la tierra y prosperaría. “Habite en las tiendas de Sem”, significa que las bendiciones espirituales dadas por Dios a Sem caerían sobre los jafetitas también (9:27).
Hemos visto el cumplimiento principal de esa profecía después de la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo, quien siendo hijo de Dios, pertenecía a la descendencia de Sem por parte de María. Por su lado, los descendientes de Jafet han gozado un enorme derramamiento de bendición espiritual por medio de él.
Noé sobrevivió al diluvio trescientos cincuenta años. Su vida entera constó de novecientos cincuenta años (9:28–29).
Hasta ahora el nuevo comienzo ha sido triste. Noé se embriagó, su hijo Cam se deleitó en ver la desnudez de su padre, y Canaán recibió la maldición de Noé en vez de su bendición. Sería siervo de siervos a Sem y Jafet. La clave para entender esa tendencia está en las palabras: “dijo Jehová en su corazón: “Porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud” (8:21). Desde Noé, todos los seres humanos descendemos de sus tres hijos. ¡Qué privilegio y qué reto! Pronto veremos cómo se comportaron.
LOS DESCENDIENTES DE LOS HIJOS DE NOE 10:1–32
Las generaciones de Jafet se mencionan primero. Sus hijos fueron:
Gomer-Madai-Javán-Tubal-Mesec-Tiras (10:2)
No se dice mucho acerca del esparcimiento de estos hijos de Jafet. Sabemos que de ellos “se poblaron las costas” (10:5). Se extendieron “por territorio euroasiático desde los mares Negro y Caspio hasta España” (Biblia de Estudio Ryrie).
Cam tuvo sólo cuatro hijos:
Canaán-Fut-Mizraim-Cus-(10:6–20)
Poblaron Africa y después se asentaron a lo largo de la costa mediterránea de ese continente. Nimrod, hijo de Cus, (10:9–12) llegó a ser uno de los más famosos descendientes de Cam. De Mizraim descienden los filisteos (10:13–14), enemigos perpetuos de los Israelitas. Los cananeos habitaban en Palestina mientras los israelitas peregrinaban hacia esa tierra con órdenes de destruirlos (Deuteronomio 7:1–26).
Los hijos de Sem fueron:
Aram-Lud-Arfaxad-Asur-Elam (10:21–31)
Al leer lo que Moisés escribió acerca de estos semitas, es evidente que quería hacer hincapié en los descendientes de Arfaxad (10:24–30). Poco se dice de Aram (10:23), y los otros tres no se mencionan más en este capítulo.
ARFAXAD ENGENDRO A SALA
Y SALA ENGENDRO A HEBER 10:24
Esta frase es de suma importancia para el resto de la Biblia. Es muy probable que la palabra hebreo provenga de Heber. A éste le nacieron dos hijos, Peleg y Joctán (10:25). Peleg significa división: “porque en sus días fue repartida la tierra (10:25), probablemente una referencia a la dispersión mencionada en 11:9. En la última parte del capítulo 11 surgen más detalles acerca de los descendientes de Peleg. Joctán fue el padre de muchos hijos. Parece que todos llegaron a ser fundadores de tribus arabes. De estos descendientes de Noé se originaron todas las naciones después del diluvio (10:32).
EL CAOS LINGUISTICO 11:1–9
En aquel entonces todos los seres humanos tenían un solo lenguaje y todos hablaban las mismas palabras (11:1). “Hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron alli” (11:2). La región de Ararat (8:4) es el centro del cual la raza humana comenzó a esparcirse después del diluvio. Sinar estaba situada al sureste de Ararat. Era un valle muy fértil. La región es mejor conocida por su asociación con Babilonia.
Los hombres decidieron hacer ladrillos y usarlos para erigir “una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre por si fuéremos esparcidos sobre la faz de la tierra” (11:3–4). Sus deseos estaban en contra de la voluntad de Dios, quien les había dicho en 9:1 que debían llenar la tierra. Al apiñarse en una sola ciudad estarían desobedeciendo este mandato. Tampoco pensaban glorificar a Dios al decir “hagámonos un nombre”. Jehová estaba muy descontento con esa actuación de los hombres, e impuso un castigo muy drástico (11:5–7).
DESCENDAMOS, Y CONFUNDAMOS ALLI
SU LENGUA, PARA QUE NINGUNO
ENTIENDA EL HABLA DE SU COMPAÑERO.
Dios los esparció por toda la tierra y confundió sus lenguas. Suspendieron la edificación de la ciudad, cuyo nombre era Babel, que significa confusión (11:8–9).
¡PENSEMOS! |
¿Tuvieron éxito espiritual los descendientes de Noé? ¿A qué se debió su fracaso espiritual? ¿De cuál de los tres hijos de Noé descendieron los judíos? Repase Génesis 11:4 y apunte todas sus observaciones acerca de la idea de edificar la Torre de Babel. |
Collins, A. (1992). Estudios Bı́blicos ELA: Ası́ comenzó todo (Génesis) (31). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.