Una casa limpia: la parte que le toca a cada quien

Una casa limpia: la parte que le toca a cada quien

De nuestro corresponsal en México

¡QUÉ agradable es vivir en alrededores limpios, libres de contaminación! El problema es que, con la creciente cantidad de basura en las ciudades, cada vez se hace más difícil conservar nuestro ambiente aseado y ordenado.

Las autoridades ponen gran empeño en mantener las calles limpias mediante sistemas de recolección de basura; no obstante, sigue habiendo sitios donde los desechos se acumulan. Esos montones de basura no solo resultan desagradables, sino que también representan un riesgo para la salud, pues contribuyen al aumento de ratas, cucarachas y demás plagas portadoras de enfermedades. ¿Hay algo que uno pueda hacer? Claro que sí: cuidar del propio hogar y sus alrededores.

El modo de pensar apropiado

Algunas personas creen que la suciedad va de la mano con la pobreza, pero no tiene por qué ser así. Aunque es cierto que la falta de medios económicos podría complicar la tarea, como dice un refrán, La pobreza y la limpieza no están peleadas. Además, el hecho de que alguien tenga mucho dinero tampoco es garantía de que conservará limpios sus alrededores.

Más bien, la limpieza dentro y fuera del hogar depende de tener el modo de pensar apropiado y que este se traduzca en acciones. De hecho, gran parte recae en la actitud de la familia entera. Por ello, será útil repasar lo que puede hacer cada uno para contribuir a la limpieza, tanto del hogar como del vecindario donde vivimos.

Un programa de limpieza

Bien podría decirse que el trabajo de un ama de casa nunca termina. Además de hacer la comida y arreglar a los niños para la escuela, las tareas de la madre incluyen mantener limpia la casa y sus alrededores. ¿Se ha fijado que con frecuencia es ella quien recoge la ropa sucia y todo lo que los niños dejan tirado por las habitaciones? De seguro se aliviará su carga con un programa de limpieza bien definido en el que participe la familia entera.

Algunas amas de casa deciden que determinadas tareas de limpieza se deben atender todos los días, otras cada semana o cada mes. De hecho, hay labores que podrán programarse para ser atendidas anualmente. Por ejemplo, en los hogares Betel, que se hallan en las sucursales de los testigos de Jehová de distintos países, se hace una limpieza completa de los roperos una vez al año. Eso da la oportunidad de deshacerse de objetos que no se usan y de poner en orden el armario. Existe, además, un programa para limpiar paredes periódicamente.

Ahora bien, hay ciertas zonas de la casa donde la limpieza frecuente es crucial para la salud, como el baño, por ejemplo. Aunque se debe hacer una limpieza ligera todos los días, una más profunda —quizás semanalmente— mantendrá a raya las bacterias. Hay quien cree que las manchas en el inodoro son inevitables y que es imposible quitarlas, pero usted verá casas en las que la taza del baño está completamente limpia y reluciente. En realidad, es solo cuestión de limpieza constante con los productos adecuados.

La cocina también requiere atención concienzuda. Aunque lave los platos y limpie la estufa (cocina) y demás superficies a diario, de vez en cuando hace falta —quizás por lo menos una vez al mes— una limpieza más completa que incluya, por ejemplo, el área detrás de los electrodomésticos y debajo del fregadero. Si los armarios se limpian con frecuencia, no tendrá de inquilinos a cucarachas u otros insectos dañinos.

Trabajo en familia

Algunos padres establecen normas para sus hijos y los educan para que por las mañanas, antes de irse a la escuela, dejen la cama tendida, la ropa sucia en su sitio y sus demás cosas ordenadas. Una regla válida para todo miembro de la familia es esta: Un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar.

También se pueden repartir tareas específicas o partes de la casa entre los miembros de la familia. Por ejemplo, ¿se encarga el padre de limpiar y poner en orden el garaje al menos una vez al año? ¿Puede alguno de los hijos ayudarle? ¿Quién se encarga de quitar la mala hierba del frente de la casa o de atender el jardín? ¿Con cuánta frecuencia hay que hacerlo para que la casa por fuera se vea digna? ¿Hay algún desván o cuarto de herramientas que deba revisarse para evitar amontonamientos y ponerlo en condiciones aceptables? ¿Quién se encargará de eso? Algunos padres asignan tales tareas a los hijos, y las alternan cada cierto tiempo.

Por lo tanto, trace un buen plan de mantenimiento para su hogar. Sea que lo haga usted mismo o con la familia, o tenga que pagar para que le ayuden, es necesario contar con un programa bien definido. Cierta mamá que mantiene su casa limpia y reluciente nos explica cómo coopera toda la familia para lograrlo: “Repartimos el trabajo entre mis tres hijas y yo. Norma Adriana atiende la sala, dos habitaciones, el patio y la calle. Ana Joaquina se encarga de la cocina. Yo lavo la ropa y atiendo otros deberes, y María del Carmen lava los platos”.

Buena apariencia exterior

¿Qué hay del exterior de la casa? Tanto si vive en una mansión como si vive en una casa muy humilde, también se necesita un programa para mantener el exterior en buen estado. Por ejemplo, quizás a la puerta de la cerca le falta una bisagra, y usted sabe lo mal que se verá esa puerta si se queda así hasta que se caiga. Lo mismo ocurre cuando se dejan las bolsas de basura a la entrada o en las aceras, o cuando se acumulan latas, herramientas y otras cosas fuera de la casa. Además, esos sitios se convierten en nidos de todo tipo de sabandijas.

Por eso, algunas familias han decidido barrer y limpiar los alrededores de la casa, incluida la acera y hasta la calle, todos los días o cada semana, según se necesite. Es cierto que en algunos sitios se cuenta con un buen programa de limpieza municipal para el vecindario, pero en otros, eso no existe. Como quiera que sea, no hay duda de que nuestro entorno lucirá mucho mejor y será más saludable si cada quien hace lo que le corresponde para mantenerlo limpio.

Además de tener un plan de trabajo, algunas familias lo ponen por escrito y lo colocan donde todos puedan verlo y seguir las instrucciones. Esto ha dado muy buenos resultados. Desde luego, no hemos mencionado cada detalle que usted deba saber sobre este asunto. Por ejemplo, usted tendrá que elegir los productos de limpieza que sean más adecuados en su caso, así como los utensilios que se ajusten a su presupuesto.

Estamos seguros de que estas sugerencias breves contribuirán a que toda la familia tenga conciencia de que es necesario cuidar de la casa y sus alrededores. Recuerde: la limpieza no depende de sus recursos económicos, sino de su modo de pensar.

[Recuadro de las páginas 20 y 21]

Un programa práctico de limpieza doméstica

Utilice los espacios en blanco para añadir sus propios puntos

Importante: puede ser muy peligroso combinar distintos productos de limpieza, especialmente amoníaco con blanqueador (también llamado lejía, lavandina o cloro)

Cada día

Dormitorio. Tender las camas y ordenar la habitación

Cocina. Lavar los platos y el fregadero. Despejar y ordenar la mesa y demás superficies. Barrer el piso o pasarle un trapo húmedo, según se necesite

Baño. Lavar el inodoro y el lavamanos. Poner las cosas en su sitio

Sala y demás habitaciones. Poner las cosas en su sitio. Quitar el polvo a los muebles. Barrer el piso o pasarle un trapo húmedo o la aspiradora, según se necesite

Toda la casa. Deshacerse de la basura de forma adecuada

Cada semana

Dormitorio. Cambiar la ropa de cama. Barrer el piso o pasarle un trapo húmedo o la aspiradora, según se necesite. Desempolvar los muebles

Cocina. Lavar la estufa (cocina) y los accesorios del fregadero; limpiar los utensilios y electrodomésticos de uso frecuente. Pasarle un trapo húmedo al piso

Baño. Lavar las paredes de la bañera y todos los accesorios. Limpiar con desinfectante el inodoro, los armarios y las superficies. Cambiar las toallas. Barrer el piso o pasarle un trapo húmedo

Cada mes

Baño. Lavar bien todas las paredes

Toda la casa. Limpiar los marcos de las puertas. Pasar la aspiradora a la tapicería o limpiarla bien

Jardín, patio y garaje. Barrer y limpiar según sea necesario. Evitar la acumulación de basura o de artículos innecesarios

Cada seis meses

Dormitorio. Lavar los cubrecamas siguiendo las instrucciones del fabricante

Cocina. Vaciar y limpiar completamente el refrigerador

Baño. Vaciar y limpiar los estantes y cajones. Deshacerse de los productos innecesarios o caducados

Toda la casa. Limpiar ventiladores, lámparas y elementos de iluminación. Limpiar las puertas. Lavar los mosquiteros, las ventanas y sus marcos

Cada año

Dormitorio. Vaciar y limpiar bien los roperos. Deshacerse de artículos innecesarios. Lavar las mantas (frazadas). Pasar la aspiradora a los colchones o desempolvarlos bien. Lavar las almohadas siguiendo las instrucciones del fabricante

Cocina. Vaciar y limpiar bien estantes, armarios y cajones. Deshacerse de los artículos innecesarios. Mover los electrodomésticos para limpiar la superficie o el piso donde están

Toda la casa. Lavar todas las paredes. Limpiar la tapicería y las cortinas siguiendo las instrucciones del fabricante

Garaje o cuartos de almacén. Barrer bien. Organizar los artículos y deshacerse de lo innecesario

[Ilustraciones de la página 22]

“Un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar”

[Ilustraciones de la página 22]

Pudiera ser útil deshacerse de los objetos que no se usan

Fuente: ¡Despertad!