Valor, Origen y Características de los Salmos
¿POR QUÉ ESTUDIAR LOS SALMOS?
¿Qué nos enseñan los Salmos? La pregunta es buena, porque como todas las Escrituras, el himnario de Israel es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia (2 Timoteo 3:16). Sin embargo, no fue escrito primordialmente para orientarnos, sino para adorar al Señor y clamar a él.
El título del libro en hebreo es “tehillim” que significa alabanzas, es muy adecuado, ya que casi todos los salmos alaban a Dios. ¿Qué es la alabanza? Es contar las virtudes de alguien, decir lo bueno que es y que ha hecho. Algunos de los salmos reconocen a Jehová por su poder y bondad, son oraciones. Otros se dirigen a la congregación como testimonio.
El segundo contenido principal es el clamor. Desde su más profunda angustia, los salmistas invocan a Dios, no ocultan su zozobra, pero confían en aquél que siempre ha sido fiel y por lo tanto, los librará nuevamente de la angustia.
CONTENIDO PRINCIPAL DE LOS SALMOS
- ALABANZA2. CLAMOR
De manera que, en primer lugar hallaremos que los salmos son medios inspirados para expresar nuestra alabanza y clamor al Señor. Y sí, también aprenderemos de ellos; nos enseñarán acerca de la fe, el éxito, las Escrituras, la justicia, el gobierno, el Mesías y muchas cosas más, pero la lección primordial será cómo adorar mejor al Dios de todo poder y compasión.
¡PENSEMOS! |
¿Cuál es su salmo favorito? ¿Por qué? ¿Cuenta algunas virtudes de Dios? ¿Cuáles son? ¿Clama a él por socorro? ¿Qué sentimientos expresa? ¿Le ayuda a expresar los mismos sentimientos? ¿Qué le enseña? |
¿HACIA DÓNDE NOS DIRIGIMOS?
En este libro no será posible exponer todos los salmos. Por lo tanto, los estudiaremos por grupos: de alabanza (tres clases), de clamor, de sabiduría, de la Ley, del rey, del Mesías y de imprecación. Explicaremos las características de cada categoría, y luego analizaremos por lo menos uno de ellos. La interpretación de estos poemas representativos nos ayudará a entender otros del mismo grupo.
Para mayor aprovechamiento, se debe prestar atención a las preguntas que se han incluido en las secciones ¡PENSEMOS! Las que están colocadas antes de la exposición del pasaje correspondiente, tienen que ver con el contenido e interpretación. El lector debe tratar de contestarlas antes de leer la exposición. Así descubrirá por sí mismo verdades preciosas. Las preguntas que vienen después de la exposición guiarán al lector en la aplicación del pasaje a su vida. En una clase de estudio bíblico, las secciones ¡PENSEMOS! deben ser usadas para involucrar al grupo en el aprendizaje y la reflexión.
¿CÓMO SE FORMÓ EL LIBRO DE LOS SALMOS?
Aunque no sabemos a ciencia cierta cómo fue compilado el libro, la Biblia nos proporciona algunas pistas. Investiguémoslas mediante las siguientes preguntas.
¡PENSEMOS! |
¿En cuántas secciones está dividido el libro? (ver caps. 1, 42, 73, 90 y 107) ¿Qué semejanzas hay entre las conclusiones de los Libros I–IV? (41:13; 72:18–20; 89:52; 106:48) ¿Por qué será que se parecen tanto? |
Según Salmos 72:20, ¿dónde terminan los salmos de David? ¿Hay más después? (ver 86, 101, 103, 108–110, 122, 124, 131, 133, 138–145) ¿Cómo podemos explicar esto? |
Salmos 14 (en el Libro I) y 53 (en el Libro II) son dos versiones del mismo asunto. Asimismo el pasaje de 40:13–17 (en el Libro I) y Salmos 70 (en el Libro II). En cada lugar donde el capítulo 14 tiene el nombre “Jehová”, ¿qué palabra utiliza el salmo 53? Cada vez que Salmos 40:13–17 dice “Jehová”, ¿qué palabra emplea el capítulo 70? De manera semejante, en todo el Libro I el nombre “Jehová” se usa 272 veces y “Dios” solamente 15 veces, pero en el libro II “Jehová” aparece 30 veces y “Dios” 164 veces. ¿Cómo podemos explicar estas diferencias? |
Según los títulos, ¿quién escribió los salmos del Libro I? ¿Qué capítulos del Libro I no llevan título? |
¿Cómo termina cada uno de los últimos cinco salmos? (146–150) ¿Qué título llevan? ¿Cómo comienza casi cada oración del último capítulo? |
Con base en los datos que hemos recopilado al contestar estas preguntas, podemos proponer la siguiente teoría sobre la formación del libro. Esta hipótesis da por sentado que no solamente los autores fueron inspirados por Dios, sino también los editores, o por lo menos el editor final.
- Cada salmo fue compuesto individualmente primero, y posteriormente coleccionado en los cinco libros.
- El Libro I, sin los primeros dos salmos, era la primera colección. Consistía casi en su totalidad, si no exclusivamente, de salmos de David.
- El Libro II fue formado en una época o lugar en que por reverencia, los israelitas usaban poco el nombre “Jehová”. En su lugar, los editores de esta colección pusieron “Dios”. De manera similar, en el Nuevo Testamento el vocablo “Jehová” no aparece ni una sola vez. Se le cambia por “Señor” (comp. Romanos 10:13 con Joel 2:32). Los judíos generalmente hacen la misma sustitución hoy en día.
- La oración “aquí terminan las oraciones de David” (72:20) fue colocada al final del Libro II cuando fue unido al Libro I. Posteriormente se agregaron los Libros III–V, incluyendo algunos otros salmos de David.
- En la etapa final, (a) las bendiciones se agregaron al final de los Libros I–IV (41:13; 72:18–19; 89:52; 106:48), o se colocó un salmo que terminara con una bendición (como 1 Crónicas 16:8–36) al final de cada libro, (b) los capítulos 1 y 2 fueron colocados al principio para introducir el libro poniendo énfasis en la ley y el Mesías, y (c) el Salmo 150, o tal vez los Salmos 146–150, fueron puestos al final para concluir el himnario con un gran crescendo de alabanza.
¿QUE NOS DICEN LOS TÍTULOS?
Los títulos de los salmos incluyen información sobre el autor, la situación histórica en la cual escribió (Salmos 3, 52, 54), la ocasión en que fue entonado (Salmos 30, 92), el tipo de salmo (cántico, oración, sigaión, miktam, masquil, alabanza, aleluya; el significado de los títulos en letra cursiva es incierto), el instrumento musical (neginot “instrumentos de cuerdas”, nehilot “flautas”) y la melodía (por ejemplo, “La paloma silenciosa en paraje muy distante” probablemente era el nombre de una canción conocida, cuya melodía se usaba para entonar el Salmo 56)
Estos títulos no eran parte original de los salmos, pero siempre datan de tiempos antiguotestamentarios. La información que aportan ha de ser generalmente fidedigna.
¿POR QUÉ SE DICE QUE LOS SALMOS SON POESÍA?
Comúnmente llamamos “poéticos” a los libros de Job a Cantares. Menos conocido es el hecho de que también en la mayor parte de los libros proféticos está plasmada la poesía hebrea. Además, hay algunos poemas en los libros narrativos, como la bendición de Jacob (Génesis 49), el cántico de Moisés y María (Éxodo 15:1–21), los oráculos de Balaam (Números 23:7–10, 23:18–24; 24:3–9, 15–24), el cántico y la bendición de Moisés (Deuteronomio 32 y 33), el cántico de Débora (Jueces 5), el cántico de Ana (1 Samuel 2:1–10), el lamento y el cántico de David (2 Samuel 1:19–27; 22).
Pero la poesía bíblica difiere de la que nosotros conocemos. Hay muy poca rima. Tampoco se detecta un ritmo fijo, otro rasgo notable de muchos versos en castellano.
Las características de los poemas hebreos son distintas. Algunas de ellas son evidentes solamente en el idioma original: usan oraciones breves, aproximadamente el mismo número de palabras y sílabas en líneas paralelas, inversión del orden normal de las palabras, vocabulario elevado y arcaico. Otras, como el lenguaje figurado y el paralelismo, se preservan en la traducción al español.
¿CÓMO FUNCIONA EL PARALELISMO?
La característica más sobresaliente de la poesía hebrea es el paralelismo, que sirve no solamente para embellecer los salmos, sino también para comunicar con mayor fuerza su mensaje. Veamos algunos ejemplos.
PARALELISMO EN SALMOS 24:1
A. De Jehová es | la tierra | y su plenitud |
B. | el mundo | y los que en él habitan |
En esta gráfica, las expresiones paralelas se han colocado en la misma columna. De manera que el texto siempre se lee horizontalmente, pero los paralelismos se indican verticalmente. “La tierra” y “el mundo” son sinónimos; es decir, significan lo mismo. Esta es la clasede paralelismo más común en la poesía hebrea.
“Su plenitud” y “los que en él habitan” también son sinónimos, pero esto no es inmediatamente evidente. Si leemos solamente la línea A, no sabemos qué es la “plenitud” de la tierra. No es hasta la última frase de la línea B que el salmista, a través del paralelismo, aclara que lo que él quiere decir por “plenitud” de la tierra es lo que la llena, es decir, sus habitantes. Así resalta que Jehová es dueño de todo ser viviente.
De la misma manera, con frecuencia la línea B, en especial su parte final, aclara algo que es ambiguo en la línea A. Esto ayuda en la interpretación. También aumenta el impacto del versículo, porque leemos esperando cierta explicación y énfasis al final.
PARALELISMO EN SALMOS 5:1–2B
A. Escucha | oh Jehová | mis palabras |
B. Considera | mi gemir | |
C. Está atento a | la voz de mi clamor | |
D. | Rey mío y Dios mío |
En este ejemplo hay cuatro líneas paralelas y aun otro paralelismo dentro de la línea D. Los verbos en la primera columna son más o menos sinónimos, pero con cada línea la acción de oír se intensifica. El salmista ruega que Dios le escuche (línea A), pero con interés y atención (líneas B y C). En la tercera columna los sustantivos también pueden considerarse sinónimos, pero van de lo general (línea A) a lo específico (líneas B y C). Las palabras (línea A) que el autor pide que Dios oiga se definen en las líneas B y C como gemido y clamor. La línea D invoca a Jehová mediante dos títulos suyos. Así el salmista concluye la unidad poética confesando su sumisión a Jehová y su dependencia de él, su rey y su Dios. Estos conceptos son subrayados por el paralelismo entre los dos títulos.
De manera que en la primera columna hay paralelismo sinónimo, pero con intensificación. En la segunda, hay paralelismo entre varios nombres y títulos de Jehová, y en la tercera, entre lo general y lo específico. Las tres clases de paralelismo se encuentran con frecuencia en los Salmos.
PARALELISMO EN SALMOS 5:2C–3
A. | Porque a ti oraré | |
B. De mañana | oirás mi voz | |
C. De mañana | me presentaré delante de ti | y esperaré |
En esta unidad hay tres líneas. En la segunda columna hallamos tres maneras distintas de decir más o menos lo mismo: que el salmista presentará su petición a Jehová. La repetición “de mañana” (la repetición es otra clase de paralelismo común) pone énfasis en su poema; recalca que desde temprano el autor clama a Dios cada día.
De nuevo el clímax se guarda hasta el final. El vocablo traducido “esperaré” no significa “esperar pacientemente”, sino “esperar velando, como un atalaya”. En Habacuc 2:1 está traducido “velaré”, y ese mismo versículo aclara bien su significado. Habiendo clamado a Dios por socorro, el salmista espera ansiosamente su respuesta (comp. 130:6).
¡PENSEMOS! |
¿Qué problemas le tienen preocupado? ¿Está clamando a Dios para que él le libre de ellos? ¿Espera su respuesta como atalaya, o cree que el Señor no responderá? ¿Reconoce a Jehová como su rey mientras espera? |
Estos tres ejemplos de paralelismo ilustran algunos principios que debemos tomar en cuenta al interpretar los Salmos.
- Donde hay paralelismo, debemos interpretar las palabras y frases a la luz de sus paralelos.
- El paralelismo más común es el sinónimo. No debemos procurar hallar grandes diferencias de significado entre los sinónimos.
- Aun cuando el paralelismo es sinónimo, muchas veces la línea B aclara, intensifica o agrega algo a la línea A.
- Donde hay líneas paralelas, con frecuencia la parte más enfática se guarda para el final de la última línea.
Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Alabanza y clamor a Dios (Salmos) (5). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.