CAPERNAUM

Mat 4:13; Luk 4:31 dejando .. vino y habitó en C
Mat 8:5 entrando Jesús en C, vino .. un centurión
Mat 11:23; Luk 10:15 C, que eres levantada hasta
Mar 1:21 entraron en C; y .. sinagoga, enseñaba
Luk 7:1 que hubo terminado todas .. entró en C


Capernaum (gr. Kafarnaóum o Kapernaóum [transliteración del heb. Kefar Nâjûm, “aldea de Nahum”]). Pueblo a orillas del Mar de Galilea. Como tení­a una aduana (Mat 9:9) y una guarnición romana, tal vez era el lí­mite entre los estados de Felipe y de Herodes Antipas. El capitán de la guamición era particularmente amigable con los judí­os, como lo indica el hecho de que construyó una sinagoga para ellos (Mat 8:5-13; Luk 7:1-10). Capernaum fue el hogar de Simón Pedro y Andrés (Mar 1:29; Luk 4:38), y donde Mateo (Leví­) recibió su llamado al apostolado (Mat 9:9-13; Mar 2:14-17; Luk 5:27-32). Jesús realizó allí­ muchos milagros (Mat 8:5-17; Mar 1:21-28; 2:1-13; Joh 4:46-54; etc.) y predicó muchos sermones (cf Joh 6:24-71; Mar 9:33-50). En realidad, se la conocí­a cómo “su ciudad” (Mat 9:1; cf Mar 2:1). Sin embargo, su ministerio no produjo una impresión grande sobre sus habitantes. Rehusaron arrepentirse, por lo que Jesús predijo la destrucción completa de la ciudad (Mat 11:23, 24; Luk 10:15). Todaví­a está en discusión la identificación del sitio. Una tradición tardí­a la ubica en Kh~n Minyeh, a unos 9,5 km al norte de Tiberias; pero una más antigua, que es la más aceptada, la ubica en Tell 2ûm, a unos 4 km de la desembocadura del Jordán, en la ribera noroccidental del Mar de Galilea. Las excavaciones en Tell 2ûm han revelado una sinagoga judí­a que se reconstruyó en parte. Proviene del s IV d.C., pero no se sabe con certeza si está sobre el mismo lugar de la sinagoga en la que Jesús predicó (Mar 1:21). Mapa XVI, C-4. Los trabajos arqueológicos dirigidos por V. Corbo desde 1968 han descubierto en Capernaum casas y otras estructuras que nos llevan hasta el s I a.C. Entre ellas hay una iglesia cristiana octogonal del s V d.C. (provista de bautisterio) y una iglesia-hogar del s IV, que los excavadores creen que se construyó sobre el lugar que en ese tiempo se creí­a habrí­a estado el hogar de Pedro. Inscripciones griegas, arameas, sirias y latinas pintadas en el enlucido de esa iglesia atestiguan que la ciudad fue frecuentemente visitada por peregrinos cristianos en el s IV d.C. Bib.: N. Avigad, EAEHL I: 287-290. 111. Ruinas de la sinagoga en Capernaum, con lo que habrí­a sido parte del edificio ubicado en el mismo sitio donde Jesús enseñó.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(gr., Kapernaoum, del heb. Kaphar-Nahum, villa de Nahúm).

Un pueblo en la playa noroeste del mar de Galilea donde Jesús tuvo su centro de operaciones durante su ministerio en Galilea (Mat 4:13; Mar 2:1). En las Escrituras el nombre se menciona solamente en los Evangelios. Era un pueblo de tamaño considerable: un cobrador de impuestos tení­a allí­ su oficina (Mar 2:14); un alto oficial del rey (Herodes Antipas) tení­a allí­ su residencia y construyó una sinagoga para el pueblo (Mat 8:5-13; Luk 7:1-10). Jesús realizó allí­ muchos milagros sorprendentes, entre ellos la sanidad del siervo paralí­tico del centurión (Mat 8:5-13), el paralí­tico al cual bajaron a través del techo cuatro amigos (Mar 2:1-12), el hijo de un noble (Joh 4:46-54). Fue allí­ donde Jesús llamó a Mateo al discipulado (Mat 9:9-13). Dio muchos mensajes allí­, incluyendo el del Pan de Vida (Mar 9:33-50). A pesar de las obras y enseñanzas notables de Jesús, la gente no se arrepintió y Jesús predijo la ruina completa del lugar (Mat 11:23-24; Luk 10:15). Su profecí­a se cumplió en forma tan completa que el pueblo ha desaparecido totalmente y el sitio exacto donde estaba es asunto de debate.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

El nombre Capernaum es la transliteración castellana del griego Kaparnao

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Ver “Cafarnaum”.

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Ciudad de Nahúm). Ciudad en la ribera del mar de Galilea. A pesar de su nombre no es el lugar de nacimiento del profeta †¢Nahúm. El Señor Jesús †œdejando a Nazaret, vino y habitó en C., ciudad marí­tima, en la región de Zabulón y de Neftalí­† (Mat 4:13), y la utilizó como centro para su ministerio, por lo cual fue llamada †œsu ciudad† (Mat 9:1). El evangelio de Marcos utiliza dos veces la expresión †œestar en casa† (Mar 2:1; Mar 9:28), lo que da una idea de la familiaridad del Señor con el lugar. Por lo menos cinco de sus apóstoles eran pescadores de C., ciudad que sirvió de escenario para muchos de sus milagros. Allí­ sanó al siervo del centurión (Mat 8:5-13), lo cual parece indicar que en C. habí­a una guarnición militar. Probablemente habí­a también una aduana o un puesto de recolección de impuestos a cargo de Leví­, o †¢Mateo, que se convirtió en un discí­pulo de Cristo (Mat 9:9).

Pedro tení­a su casa en C. y su suegra fue sanada allí­ de una fiebre (Mat 8:14-15). Jesús en †œlos dí­as de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba† en C. (Mar 1:21). El famoso sermón del †œpan de vida† fue predicado en esa sinagoga (Jua 6:59). Predicando un dí­a, la multitud era tan grande que tuvo que pedir a Pedro que apartara una barca para predicar desde ella (Mat 13:1-2). Asimismo sanó a un hombre †œque tení­a seca una mano† (Mat 12:9-13). Curó a un paralí­tico que le bajaron en su lecho desde el techo de una vivienda (Mar 2:3-12). Resucitó a la hija de Jairo (Mar 5:41-42). Fueron tantos los milagros que realizó allí­ que estando en Nazaret él mismo esperaba que le dijeran: †œDe tantas cosas que hemos oí­do que se han hecho en C., haz también aquí­ en tu tierra† (Luc 4:23). Sin embargo, el Señor mismo se quejó de la incredulidad de C.: †œY tú, C., que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida† (Luc 10:15). Las ruinas que se han encontrado en Tel Hûm son identificadas como el lugar de la antigua C. En las excavaciones se encontró una hermosa sinagoga de finales del siglo II o comienzos del III d.C. De igual manera restos de una iglesia del siglo IV d.C.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD ARQU

sit, a1, 487, 269

vet, “ciudad de Nahum”, o también “ciudad de consuelo”. Ciudad sobre la ribera noroeste del lago de Galilea, en la región de Zabulón y Neftalí­ (Mt. 4:13-16; cp. Lc. 4:31; Jn. 6:17-24). Era lugar de residencia de un recaudador de impuestos (Mr. 2:1, 14) e indudablemente habí­a una guarnición romana (Mt. 8:5-13; Lc. 7:1-10). Al comienzo de su ministerio procedente de Nazaret, Jesús fue a Capernaum, e hizo de esta ciudad su cuartel general con tanta frecuencia, que vino a ser llamada “su ciudad” (Mt. 9:1; cp. Mr. 2:1). Allí­ fue que sanó: la parálisis al servidor del centurión (Mt. 8:5-13; Lc. 7:1-10); de fiebre a la suegra de Pedro (Mt. 8:14-17; Mr. 1:29, 31). Jesús también sanó en esta ciudad a un endemoniado (Mr. 1:21-28; Lc. 4:31-37); un paralí­tico portado por 4 hombres (Mr. 2:1-13; cp. Mt. 9:1-8); al hijo de un oficial real (Jn. 4:46-54), y a un gran número de otros enfermos (Mt. 8:16, 17; Mr. 1:32-34; Lc. 4:23, 40, 41). El discurso recogido en Jn. 6:24-71, (después del milagro de la multiplicación de pan con el que comieron 5.000 hombres, y después de otras alocuciones), fue pronunciado en la sinagoga de Capernaum o en algún otro lugar de la ciudad (Mr. 9:33-50). Fue también en Capernaum que Jesús llamó a Mateo (también llamado Leví­) al apostolado mientras estaba en el despacho de recogida de impuestos (Mt. 9:9-13; Mr. 2:14-17; Lc. 5:27-32; cp. Mt. 17:24). A pesar de las enseñanzas y de las obras de Jesús, los habitantes de Capernaum no se arrepintieron. El Señor anunció la ruina total de su ciudad (Mt. 11:23, 24; Lc. 10:15), que efectivamente se cumplió. El AT no menciona Capernaum, siendo posible que no existiera sino hasta después de la cautividad. Por lo general se sitúa Capernaum en “Tell Hum”, a unos 4 Km. al suroeste de la desembocadura del Jordán en el lago. Se han hallado ruinas importantes, próximas a Betsaida y a Tabgha, con los restos de una sinagoga del siglo III d.C. No lejos de allí­ se halla la fuente de Capernaum, cuyas abundantes aguas regaban parcialmente la llanura de Genesaret. En la actualidad recibe el nombre de “Ain et-Tabighah”.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Este nombre significa “pueblo de Nahum”. Solamente se menciona en los cuatro Evangelios. Josefo solamente lo menciona dos veces. Era un lugar donde se recaudaban los impuestos y donde viví­a un alto oficial del gobierno romano. El comandante de algunos soldados romanos edificó allí­ una sinagoga para los judí­os. Cuando Jesús finalmente se retiró de Nazaret fue a Capernaum, y lo hizo el centro principal de su actividad por 18 ó 20 meses. Ha habido una diferencia considerable de opinión en cuanto al sitio exacto. Khan Minyeh situado en un extremo del llano de Genesaret, anteriormente era considerado como el lugar; pero ahora se cree que estaba localizado al lado noreste del mar de Galilea, a cuatro kilómetros de la desembocadura del Jordán, y ahora se representa por medio de algunas ruinas de una antigua iglesia y de una sinagoga que se han descubierto cerca de la ribera del lago. El lugar más a menudo sugerido hoy se llama Tell Hum. La sinagoga podrí­a haber sido aquella en la que Jesús enseñó e hizo su trabajo de sanidad.
Jesús lo hizo su lugar de residencia, Mateo 4:13-17; Lucas 4:31; Juan 2:12.
Aquí­, él llamó a Pedro, Andrés, Santiago, Juan y Mateo, y asistió a la fiesta de Mateo, Mateo 4:18-22; 9:9-13; Marcos 2:13-22; Lucas 5:27-39. Sanó al hombre que tení­a un espí­ritu inmundo, a la suegra de Pedro y a muchos otros, Mateo 8:14-17; Marcos 1:21-34; Lucas 4:31-41.
Sanó al criado del centurión, Mateo 8:5-13; Lucas 7:1-10.
Sanó al paralí­tico, Mateo 9:1-8; Marcos 2:1-12; Lucas 5:17-26.
Resucitó a la hija de Jairo, Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43; Lucas 8: 40-56.
Sanó a los ciegos y a los mudos, Mateo 12:22-45; Marcos 3:20-30; Lucas 11:14-23.
Sanó al hijo del noble, Juan 4: 43-54.
Sanó al que tení­a la mano seca, Mateo 12:9-14; Marcos 3:1-6; Lucas 6:6-11.
Discursos sobresalientes, Mateo 13; 15:1-20;18:15-35; Marcos 2:23-28; 7:1- 23; Lucas 6:1-5; Juan 6:22-71.
Pronunció una maldición sobre la ciudad que se cumplió con su destrucción, Mateo 11:23, 24; Lucas 10:15.
Aquí­ Pedro pescó un pez que tení­a una moneda en la boca, Mateo 17:24-27. Tiene uno que ser como niño para ser salvo, Mateo 18:1-6; Marcos 9:33-
37; Lucas 9:46-48.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(del heb., significa: †œAldea de Nahúm†, o: †œAldea de Consolación†).
Ciudad de gran importancia en el ministerio terrestre de Jesús, situada en la orilla noroccidental del mar de Galilea. Tení­a una oficina de impuestos, donde Jesús llamó a Mateo para que fuera su discí­pulo. (Mt 9:9.) Es probable que contara además con una guarnición militar, ya que en ella residí­a un centurión. (Mt 8:5.) Estos hechos y también el que viviera allí­ un servidor del rey suficientemente rico como para tener esclavos (Jn 4:46-53), permiten suponer que Capernaum era una población de considerable tamaño y relevancia: una †œciudad de Galilea†. (Lu 4:31.)
Las dos ubicaciones más plausibles de la antigua Capernaum son las ruinas de Khan Minyeh (Horvat Minnim) y Tell Hum (Kefar Nahum). Khan Minyeh está junto al mar de Galilea, en el extremo nororiental de la llanura de Genesaret. Aunque se consideró que estas eran las ruinas de Capernaum, las excavaciones allí­ realizadas indicaron que eran de origen árabe. De manera que Tell Hum parece ser la verdadera ubicación. Estas son unas ruinas extensas situadas a unos 4 Km. al NE. de Khan Minyeh, y más o menos a los mismos kilómetros al SO. de la desembocadura del Jordán en el mar de Galilea. La llanura costera es bastante estrecha en este punto, pero en tiempos antiguos un camino salí­a de las proximidades del Jordán, pasaba por Capernaum y la llanura de Genesaret y llegaba hasta el Camino del Mar, la gran ruta comercial que iba de Mesopotamia a Egipto pasando por Damasco y cruzando Palestina. En la llanura de Genesaret fluyen varios manantiales, que desembocan en las azules aguas del mar de Galilea. La gran cantidad de materia vegetal que transportan las aguas de estos manantiales atrae a los peces, lo que hace de esta zona un lugar ideal para los pescadores. (GRABADO, vol. 2, pág. 739.)
Al principio de su ministerio, después de la boda de Caná, donde ejecutó su primer milagro, Jesús viajó de Caná a Capernaum junto con su madre, sus hermanos y sus discí­pulos, y se quedó en esta ciudad unos cuantos dí­as antes de subir a Jerusalén para la Pascua del año 30 E.C. (Jn 2:12, 13.)
Tiempo después, cuando empezó su gran ministerio en Galilea, Jesús sanó desde Caná, donde se encontraba de nuevo, al hijo de un miembro de la corte real de Herodes Antipas que estaba en Capernaum, a unos 26 Km. de Caná. (Jn 4:46-54.) Las noticias de este milagro pronto se esparcieron a las poblaciones vecinas, de modo que cuando Jesús se mudó de Caná a la ciudad de su juventud, Nazaret, pudo decir a sus oyentes que probablemente le pedirí­an que hiciese en Nazaret †œlas cosas que [habí­an oí­do] que sucedieron en Capernaum†. (Lu 4:16, 23.) Después de salir de Nazaret, donde la gente habí­a intentado matarlo, Jesús †œse domicilió en Capernaum, a la orilla del mar, en los distritos de Zabulón y Neftalí­† (Mt 4:13-16; Lu 4:28-31), y así­ cumplió la profecí­a de Isaí­as (9:1, 2) que decí­a que los que andaban en la oscuridad verí­an una gran luz en aquella región.
Fue posiblemente en la cercana llanura de Genesaret, al SO. de Capernaum, donde Jesús se encontró de nuevo con Pedro y Andrés, ya discí­pulos suyos (Jn 1:35-42), y les extendió la invitación expresa de acompañarle en el ministerio, como hizo luego con Santiago y Juan. (Mr 1:16-21.) Más tarde, Jesús predicó en la sinagoga de Capernaum, donde curó a un endemoniado, y desde esta ciudad, ubicada estratégicamente, las noticias de su predicación y milagros †œsalí­an a todo rincón de la comarca†. (Lu 4:31-37; Mr 1:21-28; véase SINAGOGA.) Los pescadores Pedro y Andrés tení­an su hogar en Capernaum, y allí­ fue donde Jesús sanó a la suegra de Pedro. Después de la curación, multitudes de personas se reunieron †œjustamente a la puerta† de la casa con enfermos y poseí­dos por demonios para que los curase. (Mr 1:29-34; Lu 4:38-41.)
Después de la gira de predicación por Galilea acompañado de los cuatro discí­pulos llamados de la región de Capernaum, Jesús volvió a esta población, a la que para entonces se podí­a llamar †œsu propia ciudad†, el lugar donde podí­a decirse que estaba †œen casa†. (Mt 9:1; Mr 2:1.) De nuevo las muchedumbres se agolparon alrededor de la casa, y en esta ocasión Jesús sanó a un paralí­tico, al que bajaron por una abertura practicada en el techo. (Mr 2:2-12.) Más tarde, en la oficina de los impuestos extendió la invitación a Mateo y este llegó a ser el quinto discí­pulo que se le unió en el ministerio activo. En casa de Mateo, en Capernaum, Jesús asistió a una fiesta en la que habí­a muchos recaudadores de impuestos, un colectivo que despreciaban los fariseos. (Mt 9:9-11; Lu 5:27-30.)
Después de ir a Judea y Jerusalén y asistir a la Pascua del año 31 E.C., Jesús regresó a Galilea, y parece probable que fuera en una montaña de los alrededores de Capernaum donde escogió a los doce apóstoles y pronunció su famoso Sermón del Monte. (Lu 6:12-49.) Cuando entró en Capernaum, unos ancianos judí­os se le acercaron e hicieron de intermediarios en favor de un oficial del ejército que habí­a demostrado su amor a la nación judí­a hasta construyendo una sinagoga en la ciudad. Esta fe incondicional del oficial gentil en el poder de Jesús de sanar a su esclavo enfermo incluso a distancia (como habí­a hecho antes con el hijo del servidor del rey), maravilló a Jesús y resultó en que profetizara que personas †œde las partes orientales y de las partes occidentales† se reclinarí­an a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. (Mt 8:5-13; Lu 7:1-10.)
Hacia el final de esta segunda gira de predicación por Galilea, y después de trabajar en el paí­s de los gerasenos (gadarenos), al SE. del mar de Galilea, Jesús †˜pasó de nuevo a la ribera opuesta†™, probablemente a la región de Capernaum. (Mt 8:28; Mr 5:1, 21; Lu 8:26, 40.) Entre la muchedumbre expectante reunida en la orilla se encontraba una mujer que fue sanada simplemente tocando la vestidura de Jesús. Después él ejecutó un milagro mucho mayor, cuando volvió a la vida a la hija de Jairo, un presidente de la sinagoga. Aunque Jesús dio la instrucción de no hablar de esta resurrección, de nuevo †œla fama de esto se extendió por toda aquella región†. (Mt 9:18-26; Mr 5:22-43; Lu 8:40-56.) Posiblemente fue en Capernaum o en sus alrededores donde Jesús sanó a dos ciegos y a un mudo endemoniado. (Mt 9:27-34.)
Al final de su tercera gira de predicación por Galilea, poco antes de la Pascua del año 32 E.C. (Jn 6:4), Jesús anduvo sobre las aguas del mar de Galilea cuando se dirigí­a a la costa de Genesaret, cerca de Capernaum. Una vez que entró en Capernaum, lo localizaron las muchedumbres que lo habí­an seguido desde el otro lado del mar. Cuando Jesús pronunció un discurso con el fin de corregir el interés básicamente materialista que la mayorí­a tení­a en él, muchos de sus discí­pulos lo abandonaron. Este incidente redujo el número de sus seguidores fieles. (Mt 14:23-34; Mr 6:53; Jn 6:17-71.) Es probable que fuera en Capernaum, después de haber asistido a la Pascua de 32 E.C. en Jerusalén, donde Jesús reprendió a los fariseos tradicionalistas por criticar a sus discí­pulos y al mismo tiempo invalidar la Palabra de Dios por sus tradiciones. (Mt 15:1-20; Mr 7:1-23; Jn 7:1.)
Finalmente, un poco antes de la fiesta de las cabañas del año 32 E.C., cuando se acercaba el final del extenso ministerio de Jesús en Galilea y en la parte N. del paí­s, fue en Capernaum donde milagrosamente proveyó dinero para el impuesto del templo y presentó ilustraciones en cuanto a ser el mayor en el reino de los cielos, la oveja descarriada y el zanjar dificultades. (Mt 17:24–18:35; Mr 9:33-50; Lu 9:46-50.)
Jesús mostró que Capernaum, junto con las ciudades cercanas de Corazí­n y Betsaida, habí­a sido uno de los lugares en los que habí­a ejecutado la mayorí­a de sus obras poderosas. (Mt 11:20-24; Lu 10:13-15.) Se la habí­a †˜ensalzado hasta el cielo†™ de manera espiritual debido a la presencia, la predicación y los milagros de Jesús, pero se la iba a rebajar como si fuese †œhasta el Hades†, sí­mbolo en este pasaje de la profundidad de su degradación. Jesús dijo, valiéndose de una hipérbole, que incluso Sodoma no hubiese sido destruida si se la hubiera favorecido tanto como a Capernaum. Actualmente la ciudad de Capernaum ya no existe, como tampoco Sodoma; en Tell Hum (Kefar Nahum) solo quedan sus ruinas, que ocupan poco más de un kilómetro del litoral del mar de Galilea.

Fuente: Diccionario de la Biblia

I. Nombre

Los manuscritos del NT en general tienen Kafarnaoum, si bien Kapernaum aparece en minúsculos dependientes del códice alejandrino. Está claro que Kafarnaoum es la forma original, que transcribe directamente el sem. kefar naḥûm, ‘aldea de Nahúm’. Esta forma sem. se encuentra en Qohelet Rabbah 1.8 y 7.26. Josefo (GJ 3. 517) se refiere al manantial Kafarnaoum, que equivale al sem. ˓en-kefar-naḥûm. La mención en Vita 403 probablemente debería entenderse como Kefarnakōn (original de los ms(s). PRA, favorecidos por Thackeray). Esta es la misma palabra con terminación en nûn y con k en lugar de .

II. Ubicación

Las pruebas que ofrecen el NT, Josefo, los textos de los peregrinos cristianos, los itinerarios judíos medievales, restos de monumentos existentes, y las excavaciones modernas, indican que Capernaúm estaba ubicada indudablemente en Tell Hum, y que fue habitada en forma continua entre el ss. I a.C. y el VII d.C. Los evangelios son prácticamente suficientes en sí mismos para fijar el sitio, ya que indican que Capernaúm se encontraba (a) a la orilla del lago (Mt. 4.13); (b) cerca de una frontera política, de modo que hacía falta un puesto aduanero (Mr. 2.14) y un destacamento militar (Mt. 8.5–13; Lc. 7.1–10); (c) cerca de Genesaret (Mr. 6.53; Jn. 6.22, 59), que es una zona de tierras altamente productivas al NO del lago. En síntesis, Capernaúm era la aldea más próxima al río Jordán en la ribera NO del mar de Galilea, posición que en efecto ocupan las ruinas de Tell Hum. Esto lo confirma Josefo en Vita 403, el que indica una aldea cerca de Julias (et-Tell) en dirección a Magdala/Tariquea (Mejdel).

Capernaúm también se encontraba cerca de un manantial sumamente abundante que proporcionaba agua a Genesaret (GJ 3. 519) y que no puede ser otro que el sitio denominado et-Tabgha. Pero la forma ár. et-Tabgha es también indudablemente una corrupción del gr. Heptapēgōn (lugar de siete fuentes). Este lugar de las “Siete fuentes” lo mencionan Egeria ca. 383 d.C. (lat. septem fontes), y Teodosio (530 d.C.). Teodosio nos proporciona el único itinerario primitivo detallado en torno a la ribera NO del mar de Galilea, procediendo desde Tiberias hacia el N en millas romanas: 2 mi. Magdala, 2 mi. Heptapegón, 2 mi. Capernaúm, 6 mi. Betsaida. De modo que Capernaúm estaba 2 millas (3½ km) al N de Tabgha, lo cual corresponde exactamente a Tell Hum. La denominación Siete fuentes indica un original sem. que denota aguas abundantes, pero fue el término griego el que perduró. En árabe la sucesión es Mejdel, et-Tabgha, Tell Hum. Los dos primeros nombres corresponden a la lista de Teodosio, pero Hum en realidad no puede ser reducción de Nahúm—nombre que comienza con una sílaba larga—ni existe tampoco en realidad un tell (montículo) en dicho sitio, sino simplemente una jirbe o rujm (ruinas o montón de piedras). Hay itinerarios judíos medievales que proporcionan la respuesta. La tumba del rabí Tanhum estaba allí, según se creía; por una progresión natural los itinerarios se refieren al lugar simplemente como “Tanhum”. La degeneracion de Tanhum en tell hum (montículo oscuro) se entiende fácilmente. La lista de Teodosio ubica Capernaúm al N de et-Tabgha. Nótese que el sitio rival antiguo de Tell Hum, Jirbet Munja o Minyeh, se encuentra al S de et-Tabgha. Durante mucho tiempo se ha pensado que su nombre es lo que sobrevive del Munyant Hisam o el-Munya de fuentes árabes. Las excavaciones han confirmado esto al descubrir una mansión de Ummayad, y no una aldea judía (IEJ 10, 1960, pp. 240–243).

Los monumentos también son importantes para la confirmación del sitio de Capernaúm. Egeria vio allí una sinagoga de finos sillares, a los que se llegaba “por muchos escalones”. En efecto, se trata de un rasgo extraño de los restos de la sinagoga en Tell Hum que están ubicados sobre una plataforma elevada, y tienen un balcón al frente, al que se llega por una serie de gradas desde los lados. A Egeria se le mostró también una iglesia (ecclesia) cuando estuvo en Capernaúm (ca. 383 d.C.). Dice ella que se la construyó a partir de la casa del apóstol Pedro, y que las paredes de dicha casa fueron incluidas en la iglesia, y se encuentran todavía en su posición original (ita stant sicut fuerunt). El peregrino de Piacenza (570 d.C.) nos informa que entró en la casa de Pedro en Capernaúm, pero que había sido reemplazada por una basílica.

III. Historia

Hasta la conversión de Constantino el Grande (306–337 d.C.) hubo comunidades judías florecientes en Galilea bajo sus rabinos y patriarcas. Alrededor del 335 d.C. Constantino fue informado por un judío de Tiberias, el converso cristiano José, que Tiberias, Séforis, Nazaret, y Capernaúm estaban totalmente habitadas por gente de raza judía, que excluían rigurosamente a los gentiles de sus asentamientos. José obtuvo autorización del emperador para edificar “iglesias para Cristo” (ekklēsiai) en dichos lugares (Epifanio, Haer. 30.4.1 = PG 41. 425), y logró convertir un templo abandonado de Adriano en Tiberias y levantar una pequeña iglesia en Séforis. Sin embargo, quizá no fue sino hasta el ss. V d.C. que hubo gentiles cristianos plenamente establecidos en este “ghetto” judío. Resulta difícil determinar en qué medida la secta “judeocristiana” estuvo establecida en Capernaúm y otros lugares de Galilea en todo este período. Por los relatos en los rabinos nos enteramos de los minı̂m (herejes) en Tiberias, Séforis, y Capernaúm (ss. II/III d.C.). Sólo hay uno acerca de Capernaúm, de que R. Hananya fue persuadido por los minı̂m a quebrantar las disposiciones del día de reposo cabalgando un burro (ca. 110 d.C.). Estos cristianos judíos se aferraban a la ley, concurrían a la sinagoga, y evitaban el contacto con los gentiles; pero sanaban y hablaban en el nombre de Jesús. Jerónimo dice que los fariseos los llamaban “nazarenos”; que florecían todavía en su época (última parte del ss. IV/primera parte del V d.C.) “en las sinagogas del este”; y que no eran judíos fieles ni cristianos genuinos.

IV. Excavaciones

Las excavaciones realizadas por la entidad franciscana Custodia di Terra Santa, dirigidas por V. Corbo, comenzaron en Capernaúm (Tell Hum) en 1968 y continúan. La sinagoga ya había sido despejada mucho antes (1905) por Kohl y Watzinger hasta la altura del piso de losa, y fechada por comparación con monumentos de Severán en Siria en la última parte del ss. II o la primera parte del ss. III d.C. El plano que pusieron al descubierto los alemanes estaba formado por una sala de reunión larga con columnatas, dividida en una nave central y naves laterales; esta sala daba hacia el S, y por su lado E estaba conectada a un pabellón anexo imponente, o patio con columnatas. Tanto la sala como el pabellón anexo estaban sobre una plataforma elevada (podium), y tenían un balcón al frente, al que se llegaba por imponentes escalinatas situadas a ambos lados. Podría suponerse que esta era la sinagoga vista por Egeria (ca. 383 d.C.) en Capernaúm, a la que se llegaba por “muchos escalones”.

Pero si las fechas que propone Devos y que ha aceptado Wilkinson (381–384 d.C.) para el peregrinaje de Egeria son correctas, ella tiene que haber visto la sinagoga cuando estaba siendo edificada. Dieciocho fosos en la sinagoga y alrededor de ella han proporcionado ejemplares de cerámica (cuidadosamente estudiados por S. Loffreda) y monedas que indican que las obras comenzaron ca. 350 d.C. y se completaron ca. 450 d.C. El relleno de cascajo (estrato B) del podium descansa sobre casas destruidas (estrato A); está sellado desde arriba con una gruesa capa de argamasa (estrato C) en la que se colocaron las losas de la sala y el pabellón anexo. Las excavaciones en la sinagoga no han sido completadas aún, y se publicarán sus resultados en un tomo independiente cuando lo sean; las publicaciones definitivas hasta el momento son Caf. 1 y Stud. Hier. (véase bibliografía). Se piensa cavar un foso adicional a través de todo el ancho de la sala en sentido E/O (Stud. Hier., pp. 176). Según el material publicado hasta el momento, la fecha más antigua para el piso de la sala y la columnata E es 383 d.C., ya que las monedas más antiguas en el relleno sellado debajo de la argamasa pertenecen a 352–360 d.C. (Caf. 1, pp. 121, 163) y 383–408 d.C. (Stud. Hier., pp. 164, debajo del estilóbato para la columnata E). La moneda más reciente enterrada en la gruesa capa de argamasa antes de que se endureciera (foso 2, estrato C) también pertenece al 383 d.C. (LA 22, 1972, pp. 15–16). Estas fechas tardías para la sinagoga resultaron totalmente inesperadas y han provocado mucha controversia (IEJ 21, 1971, pp. 207–211; 23, 1973, pp. 37–45, 184; Ariel 32, 1973, pp. 29–43).

Dos santuarios consecutivos, totalmente diferentes entre sí, fueron desenterrados en el mismo sitio a una distancia de sólo un grupo de casas de la sinagoga. El santuario más tardío es la basílica que fue vista por el peregrino de Piacenza; un pequeño monumento conmemorativo completado ca. 450 d.C. en la forma poco usual de un doble octágono. Su círculo central está ubicado exactamente encima del cuarto principal de una casa construida en el ss. I a.C. La basílica reemplazó a un santuario de la primera parte del ss. IV d.C., posiblemente edificado por José de Tiberias, que abarcaba la misma casa antigua, con sus paredes originales en pie, tal como se le mostró a Egeria. La sala principal de esta casa había sido trazada nuevamente. En particular sus paredes estaban revocadas y animadas con diseños pintados en colores vivos. Sobre pedazos caídos de revoque se encontraron leyendas escritas en gr. (y unas cuantas en sem.), que incluían las palabras amén, Señor, y Jesús. Esta claro que se trataba de la casa tradicional de Pedro, visitada por peregrinos.

La excavación de estos monumentos y de cinco grupos (insulae) de casas indica que Capernaúm estuvo habitada constantemente entre la primera parte del ss. I a.C. y el VII d.C. Las casas son parte de una aldea que tenía una extensión de unos 800 x 250 m, como lo indican los fragmentos de alfarería y otros restos. De la zona excavada, las insulae 1–3 son las más antiguas, comenzadas en el ss. I a.C.; las insulae 4–5 se fueron formando a partir del ss. IV d.C. La casa tradicional de Pedro (insula 1) y el grupo entre esta y la sinagoga (insula 2) son las que más han sido estudiadas por los excavadores, y están reproducidas en forma de dibujos isométricos (Caf. 1, lám. X, XV). Corbo estima que la insula 2 pudo haber albergado 15 familias, alrededor de 130/150 personas. Tiene pocas conexiones con los caminos vecinos, y consiste en pequeños cuartos que se abren hacia una serie de patios internos. Subsisten algunos escalones que tienen que haber llevado a techos-terrazas de tierra y paja (como Mr. 2.4: la curación del paralítico), ya que las paredes de piedras basálticas y argamasa de tierra no podrían haber sostenido un piso superior. Los pisos son de guijarros de basalto cubiertos de tierra. La insula 2 estuvo ocupada desde el comienzo del ss. I d.C. hasta el ss. VII d.C. sin interrupción; sus paredes originales se usaron sin modificación. Una sucesión de pisos proporciona restos de alfarería y monedas para el fechamiento.

Bibliografía. °EBDM, t(t). II; °db; W. Keller, Y la Biblia tenía razón, 1956, pp. 362–363.

E. W. G. Masterman, PEQ 1907, pp. 220–229; id., Studies in Galilee, 1909; F.-M. Abel, Capharnaum, en DBS, 1, 1928; V. Corbo, The House of St Peter at Capharnaum, 1969; id., Cafarnao 1: Gli edifici della città, 1975; id., Studia Hierosolymitana in honore di P. Bellarmino Bagatti, 1976, pp. 159–176; S. Loffreda, Cafarnao 2: La Cerámica, 1974; A. Spijkerman, Cafarnao 3: Catalogo delle monete della città, 1975; E. Testa, Cafanao 4: I graffiti della casa di S. Pietro, 1972; R. North, Bib 58, 1977, pp. 424–431; EAEHL 1, pp. 286–290.

J.P.K.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico