COLUMNA

v. Baluarte, Fuego, Humo
Exo 13:21; Num 14:14; Neh 9:12 de día en una c de nube .. y de noche en una c de fuego
Jdg 16:25 a Sansón .. y lo pusieron entre las c
1Ki 7:21 estas c erigió en el pórtico del templo
Neh 9:19 la c de nube no se apartó de ellos de día
Job 9:6 remueve la tierra .. y hace temblar sus c
Psa 75:3 sus moradores. Yo sostengo sus c
Gal 2:9 que eran considerados como c, nos dieron
Rev 3:12 al que venciere, yo le haré c en el templo


Columna (heb. ammûd, qeresh; gr. stúlos, “pilar”). Apoyo vertical que sostiene el techo de un edificio, las cortinas, etc. (Jdg 16:29; Exo 36:35,36; etc.; las 3 partes de una columna son la basa/e, el fuste y el capitel). Simbólicamente se habla de columnas o pilares que sostienen el cielo y la tierra (Job 26:11; 1Sa 2:8); en el NT se compara a algunos apóstoles con “columnas” (Gá. 2:9), y a la iglesia se la llama “columna… de la verdad” (1 Tit 3:15). Moisés levantó 12 columnas como testigos mudos de la realización del pacto entre las 12 tribus y Dios al pie del Sinaí­ (Exo 24:4). Además, a la entrada del templo de Salomón se levantaron 2 columnas de bronce con capiteles ornamentales. Véanse Boaz; Jaquí­n 2; Templo I. Coliado. Hablando en términos generales, la distinción entre collado, colina y monte en la Biblia tiene que ver con su altura, donde collado es la elevación menor. Algunas veces, sin embargo, se usa “collado” y “monte” para el mismo lugar (ls. 31:4). Collado generalmente es la traducción del heb. gibâh (Exo 17:9; Jos 24:33; Jdg 7:1; etc.), y hâr, generalmente “monte” o “montaña” (Exo 19:18; Num 14:45; Deu 1:41; Jos 9:1; etc.). En el NT se usa el gr. bounós, que aparece 2 veces y se traduce como “collado” (Luk 3:5; 23:30); y el gr. óros, que se vierte como “monte” (Mat 5:14) y “montaña” (Rev 8:9). Collar. Véanse Cadenas; Cuello.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

pilar generalmente cilí­ndrico con basa y capitel, que sostiene un edificio. Sansón destruyó el templo filisteo en honor de Dagón, apoyándose en sus columnas, Jc 16, 25-30. Salomón construyó la sala delBosque del Lí­bano, que tení­a cuatro hileras de columnas de cedro; el pórtico del palacio también tení­a columnas, 1 R 7, 2-3 y 6; las columnas del Templo de Salomón fueron fundidas en bronce, 1 R 7, 15-22 y 40-41; 1 Cro 18, 8; 2 Cro 3, 15-17; 4, 12; las dos del pórtico se llamaban Jakí­n y Boaz. Los caldeos destruyeron estas columnas y se llevaron el bronce, 2 R 25, 13-16; Jr 52, 17. Simón Macabeo hizo, en Modí­n, un mausoleo para su familia en el que sepultó a su hermano Jonatán, siete pirámides rodeadas de columnas, 1 M 13, 25-30. Según los israelitas, la tierra descansaba sobre columnas, que temblaban con los terremotos, 1 S 2, 8; Jb 9, 6; 38, 6; Sal 75 (74), 4; 104 (103), 5. Las montañas en que descansa el firmamento son las columnas del cielo, Jb 26, 11. En sentido figurado, c. significa apoyo, Si 36, 24; Ga 2, 9; fundamento, 1 Tm 3, 15. En comparaciones, las piernas de la amada son columnas de alabastro, Ct 5, 15; las del ángel, en la visión de San Juan, columnas de fuego, Ap 10, 1.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver PIEDRA

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Soporte en un edificio, generalmente en forma de cilindro alargado que se apoya en el suelo. También se levantaban de la misma manera con fines ornamentales. Los materiales que se utilizaban para construirlas eran madera, piedra y adobe. Pero las c. del pabellón de †¢Asuero eran de mármol (Est 1:6). Se tiene entendido, por excavaciones arqueológicas, que las c. que Sansón derribó en el templo de los filisteos (Jue 16:25-30) eran de madera. Se usaron c. en el †¢tabernáculo para sostener los cortinajes (Exo 35:17; Exo 38:10-11, etcétera). Salomón usó c. de cedro en el †¢templo (1Re 7:2-6) y †œvació dos c. de bronce† a las cuales llamó †¢Jaquí­n y †¢Boaz (1Re 7:15-21), nombres cuyo significado es oscuro. En un lugar cerca de ellas se colocaba el rey en las grandes celebraciones (2Re 11:14). Poéticamente se dice que †œde Jehová son las c. de la tierra† (1Sa 2:8).

Se usa el término c. para señalar la forma en que la presencia de Dios dirigí­a a los israelitas en el desierto, por medio de una c. de nube y una de fuego (Exo 13:21-22). Se tení­a la costumbre de levantar una c. o un pilar con fines conmemorativos. Jacob erigió una en memoria de †¢Raquel (Gen 35:20). Absalón levantó †œuna c. … en el valle del Rey†, a la cual puso su nombre, para memoria suya porque no tení­a hijo varón (2Sa 18:18). También pueden considerarse c. †¢las piedras verticales, a veces traducidas como †œestatuas† que erigí­an los paganos en sus templos o lugares de culto. Los israelitas debí­an derribarlas (Exo 23:24; Deu 16:22).
, Cefas y Juan son llamados c. de la iglesia de Jerusalén (Gal 2:9). La iglesia es †œc. y baluarte de la verdad† (1Ti 3:15). Una promesa a los creyentes es: †œAl que venciere, yo le haré c. en el templo de mi Dios† (Apo 3:12).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Apoyo vertical que sirve para sostener ciertas partes de una construcción; pilar o cualquier cosa que por su aspecto se asemeja o es comparable a una columna.
En la antigüedad, algunos pueblos del Oriente Medio erigieron columnas sagradas relacionadas con su religión falsa, las cuales muy probablemente eran sí­mbolos fálicos. Cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida, se les dijo que destruyesen tales columnas sagradas, y se les prohibió erigir columnas de esa clase. (Dt 7:5; 16:22.) Sin embargo, en algunas ocasiones adoptaron prácticas religiosas paganas y erigieron columnas sagradas. (1Re 14:23; 2Re 3:2; véase COLUMNA SAGRADA.)
Aparte del uso impropio de las columnas, un uso que Dios odiaba, en las Escrituras Hebreas se hace mención de columnas o piedras erigidas con una intención conmemorativa. Estas no eran objetos de adoración idolátrica ni tampoco sí­mbolos de órganos sexuales; serví­an para recordar hechos o acontecimientos históricos.
Jacob levantó columnas de piedra en Betel en dos ocasiones. En ambas lo hizo en reconocimiento del trato especial que Jehová le habí­a dispensado en ese preciso lugar. (Gé 28:18, 19, 22; 31:13; 35:14, 15.) La columna que Jacob colocó sobre la tumba de Raquel debió ser de piedra, y todaví­a existí­a en los dí­as de Moisés. (Gé 35:19, 20.) Cuando los israelitas aceptaron las leyes que Moisés habí­a recibido de Dios, el propio Moisés edificó un altar y †œdoce columnas correspondientes a las doce tribus de Israel†. (Ex 24:4.) Más tarde, Josué dio instrucciones similares con relación a piedras que habí­an de representar a las tribus, aunque en el relato no reciben el nombre de columnas. Estas le servirí­an de memoria a Israel, y los padres podrí­an explicar a sus hijos su significado. (Jos 4:1-9, 20-24.)
Un pacto o una victoria podí­a señalarse erigiendo una piedra, que a menudo era una columna. (Gé 31:44-53; Jos 24:26; 1Sa 7:10-12.) El rey Saúl †˜se erigió un monumento en Carmelo†™ después de su victoria sobre los amalequitas. (1Sa 15:12.) La palabra hebrea que aquí­ se ha traducido †œmonumento† por lo general se traduce †œmano†, pero también se usa en 2 Samuel 18:18 con relación a la †œcolumna† que Absalón erigió y a la que se conoce como †œMonumento de Absalón† (NM, CI, NBE). Por lo tanto, Saúl debió erigir una columna o monumento de victoria. (Compárese con Isa 56:5; véase ABSALí“N.)
Es posible que en la profecí­a de Isaí­as 19:19 se haga alusión a una columna levantada como monumento conmemorativo. En esta profecí­a, escrita en el siglo VIII a. E.C., se habla de acontecimientos posteriores a la destrucción de Jerusalén en 607 a. E.C. Tal como se profetizó en Isaí­as 19:18, algunos judí­os que los babilonios no se habí­an llevado cautivos huyeron a Egipto y se establecieron en ciudades egipcias. (Jer 43:4-7; 44:1.) Por consiguiente, muchos comentaristas piensan que la promesa de que habrí­a †œuna columna a Jehovᆝ al lado del lí­mite de Egipto significa que se tendrí­a en cuenta o recordarí­a a Jehová en Egipto, sea que hubiese allí­ una columna literal o no. (Compárese con Isa 19:20-22.)

Columnas para la construcción. Las referencias bí­blicas y los descubrimientos arqueológicos muestran que en el Oriente Medio se usaban columnas de madera, piedra y ladrillo como soportes arquitectónicos. Las vigas del techo o pisos superiores solí­an apoyarse en columnas verticales. (Pr 9:1; Jue 16:25, 29; 1Re 7:2.) Las columnas de madera y de ladrillo a veces descansaban sobre bases de piedra. La Casa del Bosque del Lí­bano de Salomón tení­a filas de columnas de madera de cedro que sostení­an las vigas de las cámaras superiores. Al parecer, el nombre del edificio obedece bien a la procedencia de la madera de sus columnas, bien al parecido de estas con un bosque. El cercano Pórtico de las Columnas también fue sobresaliente por sus muchas columnas, aunque el registro no especifica ni la cantidad ni el material de que estaban hechas. (1Re 7:1-6; compárese con Eze 40:16, 48, 49.) En el patio del palacio de Asuero se usaron columnas de mármol. (Est 1:6.)
Las dos enormes columnas de cobre que estaban enfrente del pórtico, llamadas Jakí­n y Boaz, eran las más notables del templo de Salomón. (1Re 7:15; 2Re 25:17; Jer 52:21; véase CAPITEL.) El New Bible Dictionary (edición de J. Douglas, 1985, pág. 941) comenta que puede que el rey se pusiera de pie al lado de una de estas columnas en ocasiones ceremoniales, pero que no es posible confirmarlo, pues la Biblia solo dice que el rey estaba †œde pie junto a su columna a la entrada†. (2Cr 23:13; 2Re 11:14; 23:3.) Cabe la posibilidad de que se pusiera de pie junto a una puerta del patio interior o en cualquier otro lugar elevado para dirigirse al pueblo.
En el tabernáculo se utilizaron columnas de menor tamaño: cuatro de madera de acacia para sostener la cortina que separaba el Santo del Santí­simo y cinco para sustentar la pantalla de la entrada. (Ex 26:32-37.) Otras sesenta columnas sostení­an las colgaduras de lino que habí­a alrededor del patio y la pantalla de la puerta del mismo. (Ex 27:9-16.)
Es posible que el baldaquino de la litera de Salomón se apoyara en pequeñas columnas ornamentales de plata. (Can 3:9, 10.)

Uso figurado. Tanto el material del que están hechas como su función en la construcción hacen de las columnas sí­mbolos apropiados de apoyo fuerte. Pueden ilustrar aquello que sostiene algo con firmeza. A la congregación cristiana se la pudo llamar †œcolumna y apoyo de la verdad† porque sostiene la verdad en contraste con el error religioso. (1Ti 3:15.) De Santiago, Cefas y Juan se decí­a que †œparecí­an ser columnas† en la congregación primitiva, tal vez porque estaban establecidos sólidamente y eran firmes apoyadores de ella. (Gál 2:9.) Los cristianos que venzan serán hechos columnas en el †œtemplo† de Dios, obteniendo una posición permanente en el edificio espiritual. (Rev 3:12.) La idea de la solidez de las columnas se halla en la alusión que a ellas se hace en la descripción de los pies de un ángel fuerte. (Rev 10:1.) Las piernas del pastor que amaba a la sulamita eran como †œcolumnas de mármol†, hermosas y fuertes. (Can 5:15.)

¿Por cuánto tiempo estuvieron con el campamento de Israel las columnas milagrosas de nube y de fuego?
Jehová condujo milagrosamente a los israelitas fuera de Egipto y a través del desierto, yendo †œdelante de ellos durante el dí­a en una columna de nube […] y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir†. (Ex 13:21.) No se trataba de dos columnas, sino de una †œcolumna de fuego y nube† que normalmente tení­a la apariencia de una nube durante el dí­a y de fuego durante la noche. (Ex 14:24.) Cuando los egipcios persiguieron a los israelitas, la columna se desplazó hacia atrás, quizás extendiéndose como un muro. (Sl 105:38, 39.) Así­ se dejó en oscuridad a los egipcios, aunque alumbraba el lado de los israelitas. (Ex 14:19, 20.) La presencia de la columna encima del tabernáculo cuando este se edificó era una señal de que Jehová estaba en su lugar santo. (Ex 40:35.) Esta columna le representaba, y El habló desde ella. (Nú 14:14; 12:5; Sl 99:7.) La última vez que se hace mención de esta columna en el contexto histórico fue justo antes de que Israel entrase en la Tierra Prometida. (Dt 31:15.) Una vez que los israelitas se establecieron en la tierra de la promesa, ya no necesitaban una columna que los guiara como durante el tiempo de su vagar por el desierto. (Compárese con Ex 40:38; Isa 4:5.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

stulos (stu`lo”, 4769), columna que sostiene el peso de un edificio. Se usa: (a) metafóricamente, de aquellos que tienen responsabilidades en las iglesias, como los ancianos de la iglesia en Jerusalén (Gl 2.9); de una iglesia local en cuanto a su responsabilidad, en su capacidad colectiva, de mantener las doctrinas de la fe por la enseñanza y la práctica (1Ti 3:15); los hay que relacionarí­an esta y las siguientes palabras a la afirmación en el v. 16; parece preferible la versión tal como se da en las versiones castellanas; (b) figuradamente, indicando una posición firme y permanente en el templo espiritual, celestial, y eterno de Dios (Rev 3:12); (c) ilustrativamente, de los pies del ángel en la visión en Rev 10:1, vistos como llamas surgiendo como columnas de fuego indicativas de santidad y de poder consumidor, y reflejando así­ la gloria de Cristo tal como se presenta en 1.15; cf. Eze 1:7:¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

a. Estructural

Desde los tiempos más antiguos se usaron columnas de madera, piedra, o adobes para sostener los techos de habitaciones grandes, o para proporcionar decoración monumental (como en Erec en Mesopotamia meridional; H. Frankfort, Art and Architecture of the Ancient Orient, 1954, lám. 2). A partir de la última parte del 2º milenio se usaron columnas de piedra rectangulares, o postes de madera sobre bases de piedra, en las casas palestinas más grandes, para sostener la planta alta o los balcones en uno o todos los lados de un patio central (* Casa). Los indicios en los sitios arqueológicos filisteos sugieren que las columnas que sostuvo Sansón eran de madera, colocados sobre bases de piedra (Jue. 16.23–30; cf. R. A. S. Macalister, Bible Sidelights from the Mound of Gezer, 1906, pp. 135–138).

De la monarquía temprana han sobrevivido varios ejemplos de almacenes oficiales con filas de columnas (cf. las siete columnas de la casa de la Sabiduría, Pr. 9.1). En Meguido estas columnas servían también como postes para atar los caballos (véase ANEP, Nos. 741–742, y para edificios oficiales, Z. Herzog en Y. Aharoni, Beer-Sheba, 1, 1973, pp. 23–30). De calidad más fina son los capiteles tallados, que imitan la parte superior de una palmera (llamados protoeólicos o jónicos), que se han encontrado en varios sitios. Si bien la mayoría eran para unir a columnas rectangulares (p. ej., los del palacio de Samaria, cf. W. F, Albright, Archaeology of Palestine, 1960, pp. 127, fig(s). 35; trad. cast. Arqueología de Palestina, 1962), unos cuantos pertenecían a columnas libres. El templo de Salomón puede haber sido adornado con capiteles similares, heb. timorâ, 1 R. 6.29ss; 7.36; cf. Ez. 40.22ss; 41.18ss; 2 Cr. 3.5; véase Y. Shiloh, PEQ 109, 1977, pp. 39–52. Este diseño simple se fue volviendo más complejo, hasta producir finalmente los complicados capiteles de los palacios persas de Persépolis y Susa (Est. 1.6, véase R. Ghirshman, Iran, 1954, lám. 17b). Se han encontrado pilares sencillos de este período en Laquis (PEQ 69, 1937, pp. 239) y posiblemente en Bet-el (BASOR 137, 1955, fig(s). 3).

Durante los períodos helenístico y romano se emplearon las columnas ampliamente como elementos decorativos, p. ej. para bordear las calles principales de las ciudades, como en Jerás (G. L. Harding, Antiquities of Jordan, 1959, lám. 10). La entrada al templo de Salomón estaba flanqueada por dos columnas de bronce gigantescas de significación incierta (1 R. 7.15–22; véase * Jaquín y Boaz). Aparentemente el rey se ponía al lado de una de ellas en ocasiones ceremoniales (2 R. 11.14; 23.3; 2 Cr. 23.13; cf. la coronación de Abimelec, Jue. 9.6).

El vocablo “columna” se usa también para describir: A la mujer de Lot que fue recubierta de sal (Gn. 19.26; °vm, “pilar”); el humo y el fuego que protegían el campamento de Israel (Ex. 13.21); una columna de humo en forma de palmera que se abre arriba (Cnt. 3.6; Jl. 2.30, heb. tı̂mārâ; cf. timorâ, sup.). La función de servir de sostén se usa también figuradamente en relación con: (i) las columnas del cielo y de la tierra sobre las que sólo Dios tiene poder (1 S. 2.8; Job 9.6; 26.11; Sal. 75.3); (ii) las piernas del amado y los pies del ángel (Cnt. 5.15; Ap. 10.1); (iii) la iglesia como apoyo de la verdad (1 Ti. 3.15); (iv) la posición de Jacobo, Cefas, y Juan en la iglesia de Jerusalén (Gá. 2.9).

b. Monumental

En todo el mundo antiguo se encuentran piedras colocadas verticalmente, y con frecuencia están asociadas con un santuario o templo (p. ej. un santuario neolítico primitivo en Jericó contenía un nicho en el que había un cilindro de piedra, véase PEQ 84, 1952, pp. 72, lám. XIX. 1), y otras veces solas (el menhir celta). La consideración de todos los pasajes del AT en que se mencionan tales pilares o columnas (heb. maṣṣēbâ, algo erigido) demuestra que la significación básica era la de conmemoración. La tumba de Raquel fue señalada en esta forma (Gn. 35.20), y Absalón, no teniendo hijo, levantó una columna, a la que le dio su propio nombre, en conmemoración de sí mismo (2 S. 18.18). El nombre conferido a la piedra la relacionaba con el que llevaba dicho *nombre (* Palabra). Los acontecimientos importantes solían conmemorarse también de esta forma. Jacob levantó la piedra que había usado como almohada, indudablemente una losa pequeña, después de la primera teofanía en Bet-el, y otra piedra después de la segunda teofanía. Sobre ambas se derramó una libación, para diferenciarlas de otras piedras. Poniéndoles a las piedras el título de “Casa de Dios” (heb. bêṯ’ēl), Jacob destacaba el significado de las mismas para él (Gn. 28.18–22; 35.13–15). Los pactos entre Jacob y Labán y entre Yahvéh e Israel fueron indicados también visiblemente de este mismo modo (Gn. 31.45–54; Ex. 24.4; Jos. 24.26–27). Así también ocurrió en el caso del cruce del Jordán (Jos. 4.1–9) y la victoria sobre los filisteos en Mizpa (1 S. 7.12, designada “piedra de auxilio”, heb. ˓eḇen hā˓ēzer). Esta es la significación del cristiano victorioso que será columna en el templo de Dios, y llevará escrito el nombre de Dios, la nueva Jerusalén y el nuevo nombre del Hijo del hombre (Ap. 3.12).

En la religión cananea la columna o pilar se había llegado a identificar a tal punto con la deidad (particularmente la deidad masculina) que llegó a convertirse en objeto de veneración. Por lo tanto a los israelitas les estaba prohibido erigirlas, y debían destruir todas las que encontrasen (Ex. 23.24, °vm; Dt. 16.22; cf. * Asera). De las muchas piedras encontradas en pie, en y alrededor de Palestina (p. ej. en Gezer, Lejjun, Biblos, Ras Shamra), los mejores ejemplos son los de Hazor. Una piedra vertical, con la parte superior quebrada, se encontró a la entrada de un importante edificio en la ciudadela cananea, con una ofrenda colocada ante ella (BA 22, 1959, pp. 14, fig(s). 12). En la ciudad inferior había un pequeño santuario que contenía una hilera de losas de unos 45 cm. de altura y muchas más almacenadas en un cuarto contiguo (BA 19, 1956, pp. 10, fig(s). 7). Estas bien podrían ser monumentos ancestrales destruidos por los israelitas (cf. ANEP, Nos. 630, 635). La práctica continuó en países vecinos, e Isaías predijo que los egipcios erigirían una columna a Yahvéh en su frontera cuando se volvieran a él (Is. 19.19). Véase C. F. Graesser, “Standing Stones in Ancient Palestine”, BA 35, 1972, pp. 34–63.

Bibliografía. Z. Fronman, “Arte hebreo”, °EBDM, t(t). I, cols. 789–807; A. Parrot, El templo de Jerusalén, 1960.

A.R.M.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

En arquitectura el término columna se utiliza para designar un pilar redondo, una estructura cilíndrica sólida o un prisma de muchos lados, cuyo cuerpo es a veces juncoso o estriado, pero prácticamente de forma cilíndrica, y que soporta otro cuerpo en una dirección vertical. Una columna tiene, como su parte más esencial, un cuerpo largo sólido, llamado el fuste, fijado verticalmente sobre un estilóbato, o sobre un cúmulo de molduras que forman su basa, y el eje es coronado por una masa más o menos voluminosa, que forma su capitel.

Las columnas se distinguen por los nombres de los estilos de la arquitectura a la que pertenecen; así hay columnas hindúes, egipcias, griegas, romanas y góticas. En la arquitectura clásica se distinguen además por el nombre de la orden a la que pertenecen, como dóricas, jónicas, compuestas o toscanas. También pueden caracterizarse por alguna peculiaridad de la posición, de la construcción, de la forma o del ornamento, como adosadas, retorcidas, anilladas, etc. Las columnas son aisladas o adosadas. Se dice que son embebidas o entregadas cuando forman parte de una pared, y proyectan sólo la mitad o más, pero no la totalidad su substancia. Las columnas anilladas son las que tienen sus estrías llenas con cables o astrágalos hasta un tercio de su altura. Las columnas carolíticas tienen sus fustes adornados con hojas.

En la primera arquitectura de columnas, la de los egipcios, y en el dórico griego, no había basas. Los capiteles, sin embargo, son universales, pero son principalmente de carácter decorativo. En la arquitectura griega y romana se establecieron las proporciones, y varían de acuerdo a la orden.

El término se aplica a veces a las columnas o pilares de la arquitectura gótica y normanda. En el uso moderno el término se aplica a soportes de hierro o madera.

Fuente: Poole, Thomas. “Column.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908. 12 Dec. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/04150a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina.

Fuente: Enciclopedia Católica