CUERNO

v. Bocina, Poder, Trompeta
Gen 22:13 miró .. un carnero trabado .. por sus c
Jos 6:4 llevarán siete bocinas de c de carnero
1Sa 16:1 llena tu c de aceite, y ven, te enviaré a
1Ki 1:50 y se fue, y se asió de los c del altar
Dan 7:7 bestia .. era muy diferente .. tenía diez c
Dan 7:8 este c tenía ojos como de hombre, y una
Dan 8:3 un carnero .. tenía dos c .. los c eran altos
Dan 8:5 y aquel macho cabrío tenía un c notable
Mic 4:13 haré tu c como de hierro, y tus uñas de
Zec 1:18 alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro c
Rev 12:3; 13:1


Cuerno (heb. qeren, “cuerno” [de macho cabrí­o, de carnero o de cualquier animal]; aram. qeren, “cuerno” [de carnero o de cabra]; heb. shôfâr [cuerno de carnero]; gr. kéras [Luk 1:69, DHHI). Como Palestina era un paí­s ganadero, desde el comienzo de su historia los israelitas usaron los cuernos de sus animales de diversos modos. 1. Como instrumentos para transmitir señales (Jos 6:4, S). El término hebreo es generalmente shôfâr, a menudo traducido como “trompeta”;* pero en 4 pasajes (1Ch 15:28; 2Ch 15:14; Psa 98:6; Hos 5:8) se lo traduce por “bocina” para distinguirlo de las trompetas de metal (jatsôtserâh). En Dan 3:5, 7, 10, 15 se tradujo el término arameo como “bocina”. 2. Como recipientes para el aceite que se usaba en el ungimiento (1Sa 16:1, 13; 1Ki 1:39). 3. Como salientes o proyecciones en los altares; a veces con la forma de cuernos (Exo 30:10; 1Ki 1:50, 51; etc.; véase CBA 3:41, 42). 143. Dos cuernos judí­os. Arriba: cuerno judí­o del s XII DC.; abajo cuerno grabado perteneciente a la Gran Sinagoga de Londres. En sentido figurado, el cuerno era el sí­mbolo de la arrogancia y la insolencia -(Psa 75:4, 5; la primera parte del v 5 dice literalmente: “No levantéis vuestro cuerno”; cf BJ)-, de fuerza o poder polí­tico (porque los cuernos de un animal eran sí­mbolo de su fuerza; Psa 132:17, literalmente “cuerno de David”; Jer 48:25, literalmente “cuerno de Moab”). En el simbolismo profético, los cuernos representan reyes, reinos u otros poderes (Dan 7:8, 20, 21, 24; Rev 17:12, 16). Cuerno pequeño. Sí­mbolo, en el libro de Dn. (cps 7 y 8), de un gran enemigo del pueblo escogido de Dios. Para los hebreos, una nación muy pastoril -familiarizada con la forma en que los animales domésticos, como los carneros y los toros, usaban su cornamenta en defensa propia y en ataque-, los cuernos naturalmente llegaron a representar poder. Los textos que describen el “cuerno pequeño” y sus actividades son los cps 7:8, 20-26 y 8:9-14, 23-25. Pasajes paralelos, que por su contexto, evidentemente, describen en lenguaje literal el mismo poder y los mismos hechos, son 9:26, 27; 11:29-45 y 12:1, 6-11. Las caracterí­sticas y obras que se le atribuyen en los cps 7 y 8 llevan a la conclusión de que las 2 visiones describen al mismo poder en diferentes aspectos de su actividad y desde un punto de vista ligeramente diferente. En cada caso, el “cuerno” es “pequeño” cuando se lo ve por primera vez en el escenario profético (7 8; 8 9), pero con el tiempo crece hasta hacerse muy grande (7:20; 8:9). En el cp 7 surge “entre” (v 8) los 10 cuernos de la 4ª bestia terrible (v 7) y “tras” ellos (v 24), desplazando a 3 de los 10 al levantarse (vs 8, 20, 24); mientras que el cuerno pequeño del cp 8 aparece después de los “cuatro cuernos notables” (que reemplazaron al “gran cuerno” del carnero), hacia el fin del dominio ejercido por ellos “cuando los transgresores lleguen al colmo” (vs 23, 24). Del cuerno pequeño del cp 7 se dice que tiene “ojos como de hombre” (vs 8, 20); del cuerno pequeño del cp 8, que tiene “sagacidad” en relación con su obra (v 25). La interpretación del cuerno pequeño del cp 7 implica claramente que representa a un “rey” (v 24), mientras que del cuerno del cp 8 se dice textualmente que es un “rey” (v 23). El cuerno del cp 7 hace “guerra contra los santos”, los vence y los quebranta (vs 21, 25); el del cp 8 echa por tierra “parte del ejército” (es decir, “el pueblo de los santos”) y los pisotea (vs 10, 13, 24). Con su “boca que hablaba grandes cosas”, el cuerno del cp 7 “hablará palabras contra el Altí­simo” e intentará o “pensará en cambiar los tiempos y la ley” ordenados por el Altí­simo (vs 20, 25); el cuerno del cp 8 “se engrandeció contra el prí­ncipe de los ejércitos” (v 11), a quien se describe como “el Prí­ncipe de los prí­ncipes” (v 25) -evidentemente nuestro Señor-, y “echó por tierra la verdad” (v 12). Se dice que el perí­odo durante el cual el cuerno pequeño oprime a “los santos del Altí­simo” es “tiempo, y tiempos, y medio tiempo” (7:25; cf 12:7, “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo”). El cuerno pequeño del cp 8 quita “el continuo sacrificio” y echa por tierra “el lugar de su santuario” (v 11), pero después de un perí­odo, llamado “dos mil trescientas tardes y mañanas” (v 14), el santuario es “purificado” (o “reivindicado”, BJ). En el cp 7 la venida del “Anciano de dí­as” al juicio priva al cuerno pequeño de su poder y otorga el reino a los “santos 286 del Altí­simo” (vs 13, 18, 22, 26, 27). En el cp 8, al fin del perí­odo indicado de tiempo, el santuario es “purificado” de la “prevaricación asoladora” que el cuerno pequeño habí­a establecido en él (vs 13, 14). En 9:26, 27 el mismo poder destruye Jerusalén y el templo, haciendo “cesar el sacrificio y la ofrenda” y asolando el santuario. En 11:30 y 31 el mismo poder entra en “la tierra gloriosa” -Palestina- (vs 16, 41, 45), se levanta contra “el prí­ncipe del pacto” (v 22), contamina el santuario y quita el continuo sacrificio, pone la abominación desoladora (vs 30, 31) y conspira para eliminar la adoración del verdadero Dios (v 30), todo durante “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo” (12:7). Los judí­os del s I a.C. y del s I d.C. aplicaron la profecí­a del cuerno pequeño a Antí­oco Epí­fanes, que en el 168 a.C., y por el perí­odo de unos 3 años, sustituyó el sacrificio diario en el templo con un altar idólatra, y quien por unos 3 1/2 años oprimió cruelmente al pueblo judí­o y procuró eliminar todo vestigio de religión judí­a (1 Mac. 1:19-64; 4:36-60). Durante ese tiempo las Escrituras judí­as fueron proscriptas y destruidas, y se prohibieron los ritos del judaí­smo. Durante el s I d.C. algunos intérpretes judí­os comenzaron a aplicar la profecí­a a los romanos. Nuestro Señor aplicó la profecí­a paralela de Dan 11:31 y 12:11 a los romanos (véase Mat 24:15-20; cf Luk 21:20-24), la que se cumplió en el 70 d.C. cuando éstos destruyeron Jerusalén y el templo, y asolaron la nación judí­a. Algunos intérpretes protestantes han adoptado la antigua interpretación judí­a; otros han aplicado la profecí­a del cuerno pequeño primero a los eventos del 70 d.C., y luego a la Roma papal de los siglos pasados, cuando no toleraba la disensión y los disidentes y persiguió a los que no aceptaban su autoridad. Bib.: FJ-AJ x.11.7; xii.5.3,4; xii.7.6, 7; FJ-GJ i.1.1, 2; FJ-AJ x.11.7; CBA 4:852-861, 868-870, 890-960.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

latí­n cornu, hebreo sofar. Parte dura y cónica que se forma en la cabeza de ciertos rumiantes. Con los cuernos se confeccionaban instrumentos musicales, a manera de trompeta, cuyos sonidos serví­an para llamar la tropa, transmitir alguna señal o mensaje, proclamar a los reyes, para alabar a Yahvéh, Ex 19, 13; Lv 25, 9; Jos 6, 4 y 13; Jc 3, 27; 6, 34; 7, 16-18; 1 S 13, 3; 2 S 2, 28; 15, 10; Sal 47 (46), 6-7; 98 (97), 6; 150, 3; Is 18, 3; Mt 24, 31. También recipientes para los perfumes, el óleo, 1 S 10, 1; 16, 1 y 13; 1 R 1, 39. La tercera hija de Job, se llamaba Queren Happuc, esto es, †œC. de afeites†, Jb 42, 14. El altar tení­a cuatro salientes, uno en cada esquina, llamados cuernos, a los que se aplicaba la sangre del sacrificio, Ex 27, 1; 29, 12; 37, 25-26; 38, 2; Ez 43, 20; igual el altar de los perfumes, Ex 30, 1-3 y 10; Lv 4, 7. El altar era sitio de refugio, de cuyos cuernos se así­a el perseguido, 1 R 1, 50-51; 2, 28.

Los cuernos simbólicamente, significan fuerza, Nm 23, 22; 24, 8; Dt 33, 17; 1 R 22, 11; 2 Cro 18, 10. El poder de los reyes de la tierra, como en la visión de Daniel, de las bestias, Dn 7; 8; lo mismo que en las visiones de San Juan, Ap 13. Para significar derrota, pérdida del poder, del trono, se dice que el c., su sí­mbolo, se parte, Jr 48, 25.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb. y arameo, qeren; gr., keras, un cuerno de animal). Un tintero de escribano (Eze 9:2-3, Eze 9:11, tal como aparece en la RVR-1960), en heb. es qeseth, traducido como cartera de escribano (BA), instrumentos de escribir (DHH), y los útiles de escriba (RVA). En Josué 6, el término heb. yovel, de una raí­z que significa carnero, parece referirse a los cuernos de carnero que se hací­an sonar en ocasiones solemnes, y cuyo uso dio origen al término jubileo en relación con el cincuentavo (50) año, el año de liberación o el año (de los cuernos) del carnero. Qeren se refiere a los cuernos de los animales (Gen 22:13), a los cuernos usados como instrumentos musicales (Jos 6:5; 1Ch 25:5), o a un recipiente para los lí­quidos (1Sa 16:1, 1Sa 16:13; 1Ki 1:39). En Eze 27:15 se usa el término colmillos.

Los †œcuernos del altar† eran de una sola pieza con el marco del altar de las ofrendas quemadas, hecho de madera de acacia recubierto con bronce (Exo 27:2; comparar Eze 43:15); de la misma manera el altar del incienso (Exo 30:2; Exo 37:26; comparar Rev 9:13), pero recubierto con oro. En ciertas ocasiones se poní­a algo de la sangre de los animales sacrificados sobre los cuernos de ambos altares (Exo 30:10; Lev 4:7, Lev 4:18, Lev 4:25, Lev 4:30, Lev 4:34; Lev 16:18; comparar Eze 43:20). Cortar los cuernos de un altar hací­a que éste ya no fuera útil para propósitos religiosos (Amo 3:14). Una persona buscando refugio podí­a asirse de los cuernos del altar en el templo, pero esto no salvó a Adoní­as (1Ki 1:50-51; 1Ki 2:28-34). Jeremí­as pensaba que el pecado de Judá estaba grabado en los cuernos de sus altares (Jer 17:1). En el Psa 118:27b, la RVA tiene: Atad ramas festivas junto a los cuernos del altar.

Los cuernos representan fuerza agresiva (1Ki 22:11; 2Ch 18:10; Dan 8:7, simbólicamente; Deu 33:17; Psa 22:21; Psa 92:10; Zec 1:18-21; Luk 1:69, figuradamente). En Hab 3:4 el término común para cuernos se traduce rayos (RVA, RVR-1960, DHH, BA), quizá por el contexto (luz). Varios cuernos en un solo animal denotan naciones o gobernantes sucesivos (Dan 7:7-24; Dan 8:3-22; Rev 13:1; Rev 17:3-16); siete a la par de cuernos (Rev 5:6; Rev 12:3) indica perfección de poder, sea bueno o malo. La bestia con dos cuernos semejantes a los de un cordero, y hablaba como un dragón (Rev 13:11), sugiere una semejanza externa a la de un cordero e impiedad interna.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Protuberancia dura que se forma sobre la cabeza de ciertos animales. Debido a que muchos de ellos la usan como arma defensiva y ofensiva, llegó a convertirse en sinónimo de poder. Así­, hay pasajes donde la palabra c. es traducida como †œpoder† o †œpoderí­o†. (†œMi poder se exalta en Jehovᆝ [1Sa 2:1]; †œCortado es el poder de Moab† [Jer 48:25]). En lenguaje figurado aparece a menudo el c. como significado de un rey o una potencia (Dn. 7 y 8; Zac 1:18-21; Apo 13:1; Apo 17:3, Apo 17:12). El poderí­o de Cristo se presenta por la figura del Cordero con siete c. (Apo 5:6). Los c. se usaban para guardar lí­quidos preciosos, como aceite y perfume (1Sa 16:1). Igualmente se preparaban de tal manera que pudieran servir como instrumentos musicales. En la toma de Jericó †œsiete sacerdotes [llevaban] siete bocinas de c. de carnero† (Jos 6:4). †¢Sofar. Con ese tipo de instrumento se convocaba al pueblo para la guerra (Jue 3:27; Jue 6:34).

Los c. del altar eran salientes en las cuatro esquinas de los altares de bronce y de oro, en forma de c. En dí­as especiales, como el de la Expiación, la sangre de los sacrificios era rociada sobre los c. del altar. Los fugitivos, siempre que no lo fueran por homicidio voluntario, recibí­an asilo si se agarraban de los c. del altar. Cuando Joab hizo eso, sin embargo, Salomón lo mandó matar, porque Dios habí­a dicho que si la muerte habí­a sido †œcon alevosí­a, de mi altar lo quitarás para que muera† (1Re 2:28; Exo 21:14).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, LEYE UTEN TIPO

vet, Se usaba como trompeta (Jos. 6:13) o redoma para aceite (1 S. 16:1; 1 R. 1:39). Era sí­mbolo de poder y prosperidad (1 S. 2:10; Sal. 89:24). En Sal. 75:4, 5, la expresión indica arrogancia. Los “cuernos” o esquinas prominentes del altar se consideraban como especialmente sagrados (Ex. 29:12; Lv. 4.7; Sal. 118:27; 1 R. 1:50; 2:28).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Los cuernos de los animales se usaban en Israel como vasijas para el aceite y para beber, como tinteros y recipientes para cosméticos y como instrumentos musicales o para emitir señales. (1Sa 16:1, 13; 1Re 1:39; Eze 9:2; véase TINTERO DE SECRETARIO.)

Instrumentos musicales y para emitir señales. El término hebreo qé·ren es el que suele usarse para referirse al cuerno de un animal. (Gé 22:13.) Hay una ocasión en la que se utiliza con referencia a un instrumento de viento, a saber, en la expresión †œcuerno [heb. qé·ren] de carnero† de Josué 6:5. Esta expresión se coloca en paralelo con la palabra hebrea schoh·fár (cuerno), que siempre se refiere al cuerno de carnero usado como instrumento musical. El schoh·fár moderno es un cuerno de carnero hueco de unos 36 cm. de longitud, enderezado por la aplicación de calor y curvado hacia arriba en su extremo ancho. Va provisto de una boquilla separada para facilitar su uso. Se cree que el schoh·fár de tiempos bí­blicos carecí­a de una boquilla separada, y según el Talmud, el cuerno de carnero no se enderezaba, sino que se le dejaba su forma natural.
El schoh·fár se empleaba sobre todo para emitir señales. Serví­a para reunir a las fuerzas israelitas, emitir la †œseñal de alarma† para atacar una ciudad o dirigir otras maniobras bélicas. (Jue 3:27; 6:34; 2Sa 2:28; Joe 2:1; Sof 1:16.) En caso de un ataque del enemigo, con el schoh·fár se daba advertencia. (Ne 4:18-20.) Puesto que por lo general solo una persona tocaba este instrumento para emitir señales en la batalla, en circunstancias normales el sonido de 300 de estos cuernos podí­a indicar un ejército de tamaño considerable. Por esa razón, †œel campamento entero [de los madianitas] echó a correr† sobrecogido de terror cuando oyó a los 300 hombres de Gedeón tocar sus cuernos. (Jue 7:15-22.)
El cuerno serví­a para anunciar la luna nueva y proclamar el año de Jubileo, y además contribuí­a al espí­ritu gozoso de otras ocasiones. (Sl 81:3; Le 25:8-10; 2Sa 6:15; 2Cr 15:14.) Cuando Jehová fijó los términos del pacto de la Ley, el sonido milagroso de un cuerno constituyó uno de los rasgos del espectáculo que tuvo lugar en el monte Sinaí­. (Ex 19:16-19; 20:18.) Parece ser que la costumbre de proclamar el comienzo y el final del sábado con el schoh·fár era anterior a la era común.
Al parecer, la mayor parte de los israelitas sabí­an usar el schoh·fár. Los sacerdotes lo tocaron cuando marchaban alrededor de Jericó, y es probable que fueran ellos quienes anunciaran el año de Jubileo con él. (Jos 6:4, 5, 15, 16, 20; Le 25:8-10.) El que lo tocaran Ehúd, Gedeón y sus 300 hombres, Joab y también los vigí­as, que no eran necesariamente levitas, indica que la mayorí­a estaban familiarizados con este instrumento. (Jue 3:27; 6:34; 7:22; 2Sa 2:28; Eze 33:2-6.)
El término hebreo yoh·vél (carnero) se usa como sinónimo de schoh·fár en Exodo 19:13, donde se traduce †œcuerno de carnero†. En Daniel 3:5, 7, 10, 15, aparece la palabra qé·ren en arameo como parte de la orquesta babilonia. (Véase TROMPETA.)

Los cuernos de los altares. Tanto los †œcuernos† del altar de incienso como los del altar de sacrificio del tabernáculo estaban colocados en las cuatro esquinas y dirigidos hacia afuera. Estaban revestidos del mismo material que el altar, ya fuera cobre u oro. (Ex 27:2; 37:25, 26.) Parece probable que los altares del templo de Salomón estuviesen hechos según el modelo de los que habí­a en el tabernáculo. (1Re 6:20, 22.)
Fue en los cuernos del altar de sacrificio donde Moisés puso algo de la sangre del toro de la ofrenda por el pecado durante el servicio de instalación para †œpurificar de pecado el altar†. (Le 8:14, 15.) En conformidad con el mandato de Jehová, el sacerdote tení­a que poner la sangre de ciertos sacrificios sobre los cuernos de uno de los dos altares, según el sacrificio que se ofreciese. (Le 4:7, 18, 25, 30, 34; 16:18.)
Jehová dijo que los pecados de Judá estaban grabados †œen los cuernos de sus altares† (Jer 17:1), haciendo inmundos los altares e inaceptables los sacrificios; y en Amós 3:14 Jehová declara su propósito de profanar los altares para la adoración de becerros de Betel cortándoles los cuernos.
Las palabras de Exodo 21:14 tal vez signifiquen que hasta a un sacerdote se le tení­a que ejecutar si era culpable de asesinato, o que el acto de agarrarse a los cuernos del altar no protegerí­a a ningún homicida intencionado. (Compárese con 1Re 2:28-34.)
Los altares de las visiones de Ezequiel y Juan también tení­an cuernos. (Eze 43:15; Rev 9:13, 14.)

Uso figurado. El cuerno de un animal (heb. qé·ren; gr. ké·ras) es un arma temible, y en la Biblia, en especial en las Escrituras Hebreas, suele usarse en sentido figurado. A los monarcas y las dinastí­as reinantes —buenas o malas— se les ha representado mediante cuernos, y sus conquistas, por medio de la acción de empujar con los cuernos. (Dt 33:17; Da 7:24; 8:2-10, 20-24; Zac 1:18-21; Lu 1:69-71; Rev 13:1, 11; 17:3, 12; véase BESTIAS SIMBí“LICAS.)
En una ocasión Jehová le dijo a su pueblo que †˜cambiarí­a a hierro el cuerno de la hija de Sión†™, es decir, que obtendrí­a la victoria sobre sus enemigos. (Miq 4:13.) Mientras Jehová eleva o exalta el cuerno de su pueblo, se advierte a los inicuos que no alcen su cuerno con arrogancia, pues los cuernos de los inicuos serán cortados. (1Sa 2:10; Sl 75:4, 5, 10; 89:17; Am 6:12-14.) Cuando se sintió completamente abandonado, Job dijo pesaroso: †œHe arrojado mi cuerno en el polvo mismo†. (Job 16:15.)
La palabra †œcuerno† también se puede usar para describir un objeto con la forma de un cuerno. La expresión †œcuernos de marfil†, de Ezequiel 27:15, probablemente haga referencia a los colmillos del elefante. En Isaí­as 5:1 se emplea la expresión †œuna ladera fértil† como traducción de la expresión hebrea literal †œun cuerno el hijo de aceite [o gordura]†, en la que el término †œcuerno† se usa para representar la ladera ascendente de una colina (NM, nota).

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. qeren; gr. keras). 1. Literalmente empleado para los cuernos del carnero (Gn. 22.13; Dn. 8.3), la cabra (Dn. 8.5), y el búfalo (heb. reēm, Dt. 33.17; Sal. 22.21; 92.10; °vrv1, “unicornio”). Se utilizaba como receptáculo para aceite en las unciones ceremoniales (1 S. 16.1., 13; 1 R. 1.39). El cuerno de carnero (qeren hayyôḇēl) también se utilizaba como instrumento musical (* Música e Instrumentos Musicales) (Jos. 6.5; cf. 1 Cr. 25.5, bj, °bla).

2. Las protuberancias en forma de cuerno en las cuatro esquinas del *altar en el tabernáculo y en el templo, un ejemplo de las cuales se ha encontrado en Meguido. Se las salpicaba con la sangre ceremonial del sacrificio (Ex. 29.12; Lv. 4.7, 18, etc.), y se las consideraba como lugares de refugio (cf. las suertes respectivas de Adonías y Joab, 1 R. 1.50ss; 2.28ss).

3. Los cuernos simbolizaban poder, en la acción profética de Sedequías (1 R. 22.11) y en la visión de Zacarías (Zac. 1.18ss), y con frecuencia se usa el término metafóricamente en escritos poéticos. Dios exalta el cuerno del justo y quiebra el cuerno del impío (Sal. 75.10, etc., °vrv1). Hace reverdecer el cuerno de David (Sal. 132.17, °vrv1; cf. Ez. 29.21). Se afirma que es “el cuerno de mi salud [salvación]” (2 S. 22.3; Sal. 18.2, °vrv1; cf. Lc. 1.69, °vrv1), pero esto podría ser una metáfora basada en los cuernos del *altar como lugar de expiación. Am. 6.13 “cuernos”, en algunas vss. (véase °ci mg, etc.; y cf. °nbe “Doscuernos”), debe leerse como nombre de lugar, Karnaim (°vrv3 Carnáyim”).

4. En el peculiar uso apocalíptico de Dn. 7 y 8 y Ap. 13 y 17 los cuernos de las bestias en las visiones representan gobernantes individuales de cada imperio mundial.

J.B.Tr.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico