EN-GUEDI

(heb., †™en gedhi, vertiente o fuente del cabrito o de la cabra montés). Oasis en la costa oeste del mar Muerto; aprox. la mitad estaba en Judá (Jos 15:62). Aquí­ David fortificó un refugio en contra de Saúl (1Sa 23:29; 1Sa 24:1). Josafat derrotó a los amonitas, moabitas y edomitas desde el monte Seí­r cuando atacaron por los estrechos senderos en las empinadas pendientes desde la costa (2Ch 20:2). Allí­ se identifica En-guedi con Hazezon-tamar, ocupada por los amorreos, invadida por Quedorlaomer en la época de Abraham (Gen 14:7). Su vegetación abundante, debida a vertientes calientes, era famosa en la época de Salomón (Cantar de los Son 1:14). Ezequiel profetizó que los pescadores se pararí­an allí­ en la tierra restaurada (Eze 47:10).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(Fuente [Manantial] del Cabrito).
Nombre de una ciudad de Judá y del desierto circundante. (Jos 15:62; 1Sa 24:1.) Por lo general se identifica a esta ciudad con Tell Jurn (Tel Goren), cerca de la población moderna de `En Gedi, a unos 37 Km. al SSE. de Jerusalén, a orillas del mar Muerto.
Con la expresión †œramillete de alheña […] entre las viñas de En-guedí­†, la doncella sulamita hizo referencia a la fertilidad de aquella región. (Can 1:14.) Sin embargo, esta referencia solo menciona parte de la abundante vegetación que florece en ese lugar incluso hoy en dí­a. La ubicación particular de En-guedí­ en la depresión del mar Muerto es propicia para el crecimiento de vegetación semitropical, palmeras y plantas balsámicas, además de una variedad de frutas, todo lo cual convierte a En-guedí­ en un oasis que contrasta con el cercano desierto de Judá, totalmente desolado. (Véase JUDí, DESIERTO DE.)
La abundante vegetación de la región de En-guedí­ y su inaccesibilidad la convirtieron en un escondite ideal para David cuando huí­a del rey Saúl. Por eso la Biblia habla de ciertos †œlugares de difí­cil acceso de En-guedí­† (1Sa 23:29), y los visitantes del dí­a moderno han descrito de manera similar los desfiladeros rocosos, escarpados y peligrosos de aquella zona. La expresión †œlas rocas peladas de las cabras monteses† también indica que algunas partes de ese terreno eran muy escarpadas. (1Sa 24:2.) Algunos eruditos opinan que es un nombre propio, por lo que ciertas traducciones la vierten como: †œlas Rocas de las cabras monteses†, †œlas Peñas de las Cabras salvajes† (1Sa 24:3, CI, LT), dando a entender que se trataba de un lugar en particular donde quizás se juntaban las cabras, como aún sucede hoy en la región de En-guedí­. Sin embargo, otros eruditos creen que con esa expresión tan solo se describen las accidentadas montañas y colinas de esa región habitadas por cabras. En las rocas de En-guedí­ abundan las cuevas espaciosas, y es posible que David y sus hombres se hayan escondido en una de ellas. (1Sa 24:3.) Hay quien piensa que los †œapriscos de piedra† donde Saúl se detuvo eran cuevas con un muro tosco edificado enfrente como protección contra las inclemencias del tiempo. (1Sa 24:2-10.)
Las fuerzas unidas de Ammón, Moab y la región montañosa de Seí­r fueron contra Judá en los dí­as del rey Jehosafat por la ruta de †œHazazón-tamar, es decir, En-guedí­†. (2Cr 20:2; véase HAZAZí“N-TAMAR.) En la visión de Ezequiel del agua de mar †œsanada† se profetizó que los pescadores estarí­an de pie †œdesde En-guedí­ aun hasta En-eglaim†. (Eze 47:8-10.)

Fuente: Diccionario de la Biblia