HISOPO

Exo 12:22 tomad un manojo de h, y mojadlo en
Psa 51:7 purifícame con h, y seré limpio; lávame
Joh 19:29 una esponja, y poniéndola en un h, se


Hisopo (heb. ‘êzôb; ac. zûpu; gr. hússí‡pos). Los términos hebreo y griego así­ traducidos muy probablemente se refieren a la mejorana o 550 mayorana de hojas verde-grisáceas. Es una planta pequeña con tallos vellosos que terminan en una masa de pequeñas flores blancas. Tiene un aroma acre y fragante, y su gusto se parece a el de la menta. Sus hojas y tallos son suculentos y en tiempos modernos la planta ha sido usada como una especia o condimento, y también en medicina. Se la encuentra por todas partes en Palestina, brotando entre las rocas, en las terrazas y en las paredes (1Ki 4:33). Además de su uso en los ritos de la Pascua (Exo 12:22), el hisopo se empleaba en el dí­a de la purificación de un leproso o de una casa (Lev 14:6, 7, 49), en relación con la ofrenda de la becerra roja, y en la purificación de hombres y cosas que tuvieron contacto con muertos (Num 19:6, 17, 18). De acuerdo con Heb. 9:19 y 20, Moisés usó el hisopo en la ratificación del pacto. Para el salmista, el hisopo era un sí­mbolo de purificación (Psa 51:7). Mucha discusión ha suscitado el término “hisopo” en Joh 19:29, pues parecerí­a que fuera parte de una planta de tallo largo. Algunos conjeturan que la lectura original deberí­a ser hússos, “jabalina [venablo]”, en vez de hússopos, “hisopo”. En un manuscrito del s XI d.C. se lee, efectivamente, hússos. Otros conjeturan que tiene relación con el hisopo de la primera Pascua (Exo 12:22). Bib.: PB 160-162, 222.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

nombre común de las especies de un género de pequeñas herbáceas, de la familia de las labiadas, planta aromática, alcanza unos 60 centí­metros de altura, cuyas ramas de hojas alargadas tienen forma de escobilla, sus flores son de color azul violáceo, aunque hay otras variedades con flores rojas o blancas. En la antigüedad la infusión de sus hojas se usaba con fines medicinales. Del h. también se extrae aceite y esencia aromatizante. Con ramas de h. los israelitas untaron con sangre de la ví­ctima, en la Pascua en Egipto, el dintel y las jambas de las puertas, como señal para que el Exterminador pasara de largo, cuando Yahvéh hirió a los egipcios, Ex 12, 21-23. De igual manera, el h. se usaba en varios ritos de purificación para las aspersiones, como en la purificación de los leprosos, Lv 14, 4-6; de las casas, Lv 14, 49-52. En el sacrificio de la vaca roja, se echaba h. en la hoguera en que ardí­a el animal, con cuyas cenizas se hací­a el agua lustral, que también se usaba para purificaciones, Lv 19, 6 y 18.

En 1 R 5 13, se dice que Salomón, en su sabidurí­a, trató sobre plantas, desde el cedro del Lí­bano hasta el h., que crece en los muros. El salmista, como en los ritos mencionados antes, le pide a Dios que lo rocí­e con h., hasta quedar limpio, Sal 51 (50), 9. En Jn 19, 29, se dice que los soldados empaparon una esponja con vinagre, la sujetaron en una rama de h. y se la acercaron a la boca de Cristo, cuando agonizaba en la cruz.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver PLANTAS

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Planta pequeña muy abundante en Israel. Crece entre las rocas. Tomando ramas de hisopo con sus hojas se hací­a un haz que serví­a magní­ficamente para rociar lí­quidos en forma de aspersión. De ahí­ su uso ritual. Con †œun manojo de h.† se salpicó la sangre sobre los dinteles de las casas de los israelitas en el éxodo (Exo 12:22). Se usaba también en la limpieza ritual de los leprosos (Lv. 14), de donde sale la expresión de David †œpurifí­came con h.† (Sal 51:7). Cuando el Señor Jesús estaba en la cruz le pasaron vinagre en †œuna esponja … poniéndola en un h.† (Jua 19:29). Nombre cientí­fico: Majorana syriaca. †¢Plantas de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, FLOR LEYE ARBU

vet, (heb. “‘esõb”). Planta aromática de Egipto y Palestina, de la familia de las labiadas, que también comprende las mentas. Es un arbusto de unos 30 a 45 cm. de altura, con hojas pequeñas y vellosas, que se aferra a los muros y a las rocas (1 R. 4:33). Se usaba frecuentemente un manojo de hisopo para llevar a cabo la aspersión de la sangre expiatoria durante la Pascua (Ex. 12:22), para la purificación del leproso (Lv. 14:4-7), o para la de una casa pronunciada leprosa (Lv. 14:48-53). Asimismo, se tomaba el hisopo para hacer y aplicar el agua de la purificación de las cenizas de la vaca alazana (Nm. 19:2, 6, 18; cfr. He. 9:19). El salmista clama: “Purifí­came con hisopo, y seré limpio” (Sal. 51:7), pensando en realidad en la aspersión de la sangre de la expiación hecha con el hisopo, y que es lo único que puede cubrir el pecado (He. 9:22). Cuando Jesús fue clavado en la cruz, uno acercó a sus labios una esponja empapada en vinagre, fijada a un hisopo (Jn. 19:29). Por otra parte, en Mt. 27:48 y Mr. 15:36 se habla de una caña. Con respecto a esto, no puede tratarse de una contradicción, como algunos adversarios de la Biblia han supuesto gratuitamente. El hisopo podrí­a haber estado fijado a una caña, o quizá la palabra caña pudiera referirse a una rama larga de hisopo. Haley supone que la bebida fue ofrecida dos veces a Jesús.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

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Instrumento de uso litúrgico que sirve para asperjar o rociar con agua bendita a los fieles de una asamblea. Suele ser un instrumento de metal terminado en una esfera hueca y agujereada que retiene el agua que se toma de una calderillo o “acetre”. Pero puede ser también un manojo de ramitas que retienen entre sus hojas el agua bendecida.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

(heb. ´e·zóhv; gr. hýs·so·pos).
Los términos originales hebreo y griego pueden referirse a varias clases de plantas. La identificación con el hisopo no es segura.
Algunos eruditos modernos dicen que el hisopo al que se hace referencia en las Escrituras Hebreas quizás sea la mejorana (Origanum maru). Esta planta pertenece a la misma familia que la hierbabuena, y es común en Palestina. En condiciones favorables alcanza una altura de 50 a 90 cm. Sus ramas y sus gruesas hojas son lanuginosas, y, como se indica en 1 Reyes 4:33, crece en las grietas de las rocas y en los muros.
Los israelitas utilizaron el hisopo en Egipto para salpicar la sangre de la ví­ctima pascual sobre los dos postes de la puerta y la parte superior de la entrada de sus casas. (Ex 12:21, 22.) En la inauguración del pacto de la Ley, Moisés empleó hisopo para rociar el libro de la Ley y al pueblo. (Heb 9:19.) El hisopo también figuraba en la ceremonia de limpieza que se hací­a a favor de las personas o las casas que habí­an estado infectadas de lepra (Le 14:2-7, 48-53; véase LIMPIO, LIMPIEZA [Lepra]), así­ como al preparar las cenizas que tení­an que usarse en el †˜agua de limpieza†™, y al salpicar esta agua sobre ciertas cosas y personas. (Nú 19:6, 9, 18.) Por eso fue apropiado que David pidiese en oración que se le purificase del pecado con hisopo. (Sl 51:7.)
Hay quien cree que el hisopo mencionado en relación con la ejecución de Jesús en un madero (Jn 19:29) se refiere a la durra, una variedad del sorgo común (Sorghum vulgare), una planta alta, de grano pequeño, con hojas largas y anchas. Puesto que en Palestina esta planta suele alcanzar una altura de casi 2 m., podrí­a haber proporcionado un tallo o †œcaña† de suficiente longitud como para acercar la esponja empapada en vino agrio a la boca de Jesús. (Mt 27:48; Mr 15:36.) Otros opinan que incluso en este caso se podrí­a tratar de la mejorana, y dicen que quizás se ató un manojo de mejorana a la †œcaña† que mencionan Mateo y Marcos. Un tercer punto de vista es que Juan 19:29 decí­a originalmente hys·soi (pica; venablo), no hys·so·poi (hisopo); de ahí­ que en algunas versiones se traduzca †œazagaya† (Ga), †œlanza† (BR), †œpalo puntiagudo† (Sd) o †œvenablo† (NC).

Fuente: Diccionario de la Biblia

jussopos (usswpo”, 5301), ramo que se usaba en los rociamientos rituales. Se halla en Heb 9:19: En Joh 19:29 la referencia parece ser a una rama o vara de hisopo sobre la que se puso una esponja, y se la ofreció al Señor en la cruz. Se ha sugerido que la palabra en el mss. original puede haber sido husos, jabalina; no parece haber ninguna razón válida para mantener tal suposición.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

(Setenta hyssopos).

Planta mencionada en algunos pasajes de las Sagradas Escrituras, y que no se puede identificar con certeza en el día de hoy. Su existencia en Egipto se demuestra por Éxodo 12,22, donde se representa a Moisés instando a los ancianos de Israel a tomar un manojo de hisopo y untar con él la sangre del cordero pascual en el dintel y las jambas de las puertas de sus viviendas. En el desierto también había hisopo disponible a la mano, como se puede deducir por Éx. 24,8, complementado por Heb. 9,19, según la cual el gran legislador de Israel roció a los hebreos con el hisopo empapado en la sangre de las víctimas, en el sellado de la antigua alianza entre Yahveh y su pueblo.

Las referencias al hisopo contenidas en el ritual mosaico muestran claramente que se trataba de una planta común en la península del Sinaí y en la tierra de Canaán, y da a conocer sus principales usos entre los hebreos. Por lo tanto, es con hisopo que se ha de rociar la sangre de un pájaro ofrecido en sacrificio para la limpieza de una casa o un hombre afectados con lepra (Lev. 14,4-7.49-51); es con él, también, que se hará la aspersión del agua de purificación en la limpieza de una tienda, una persona o un vaso contaminado por el contacto de un animal muerto (Núm. 19,8). Además de ser utilizado así como un instrumento en el acto de aspersión, el hisopo se usaba como uno de los elementos a ser quemados en la preparación del agua de la purificación misma (Núm. 19,6). Por ello no es sorprendente encontrar que esta múltiple e íntima relación del hisopo con las diversas purificaciones de la antigua Ley llevase al salmista (Sal. 51(50), 9) a considerar la aspersión con el hisopo como símbolo de una purificación completa del corazón, una visión que la Iglesia Católica ha hecho suya en la ceremonia del asperges que suele comenzar la solemne ofrenda de la Santa Misa.

Tampoco es de extrañar que esta misma relación del hisopo con las diversas limpiezas de la Ley mosaica le sugiriese a muchos escritores la identificación de la planta con la Hyssopus officinalis, o hisopo común, con el que estaban particularmente familiarizados, y cuyas propiedades detergentes pensaron naturalmente pensaron que había inducido al legislador a seleccionarlo como especialmente apto para la servicios purificadores en Israel. Aunque ampliamente aceptada en el pasado, tal identificación es ahora comúnmente rechazada por este motivo, entre otros, que el Hyssopus officinalis parece haber sido desconocido en la antigua Siria y Egipto. La planta, que en la actualidad, se considera más probablemente el hisopo del ritual mosaico, es la Origanum maru. Como el Hyssopus officinalis pertenece a la familia de las labiadas (labiatæ), tiene propiedades aromáticas y detergentes, y se puede convertir fácilmente en un manojo para propósitos de aspersión.

Las siguientes son algunas de sus reclamaciones particulares para ser considerado como el hisopo mencionado en el Antiguo Testamento. En primer lugar, es al Origanum —no al Hyssopus officinalis— que apuntan todas las tradiciones antiguas cuando se refieren al hisopo de las Escrituras. En segundo lugar, su nombre egipcio de supho, está claramente aliado al arameo zufo y al equivalente hebreo. Por último, el Origanum maru crece en las paredes de todas las terrazas a lo largo de Palestina y Siria. Esta última afirmación a favor de la identificación del hisopo del Antiguo Testamento con el Origanum maru está en clara armonía con 1 Rey. 4,33 (Heb. 1 Sam. 4,33) donde leemos que Salomón “trató sobre los árboles desde el cedro que está en el Líbano, hasta el hisopo que sale de la pared”.

La principal dificultad en el camino de esta identificación se extrae de Juan 19, 29, donde se afirma que algunos de los presentes en la Pasión de Cristo “pusieron una esponja empapada en vinagre en el hisopo, y se la pusieron en la boca”. Se supone a menudo que el tallo de la Origanum maru sería demasiado corto y demasiado delgado para los fines descritos en este pasaje, y que otra planta con un tallo más largo y firme, por ejemplo, el alcaparro (capparis spinosa) es el denotado por el cuarto evangelista. Sin embargo, a muchos comentaristas no le parece necesaria esta suposición. Ellos piensan que la Cruz sobre la que Jesús estaba no era tan alta como asumen los opositores a la identificación, y que en consecuencia la Origanum maru, de unos 40 ó 50 centímetros de longitud, y, sin duda, a la mano en el Calvario, se utilizó ya sea sola o junto con una caña (cf. Mt. 27,29; Mc. 15,36) para llevar la esponja humedecida en vinagre a los labios del Salvador. También se han considerado numerosas otras plantas, más o menos similares a la Origanum maru, de hecho, con cierta probabilidad, como el hisopo mencionado en la Sagrada Escritura.

Bibliografía: (Se marca con un asterisco a los autores católicos.) GESENIO, Thesaurus linguæ hebrææ et chaldææ, I (Leipzig, 1829); ROYLE, On the Hyssop of Scripture in the Journal of the Asiatic Society, VIII; TRISTRAM,Natural History of the Bible (2da ed., Londres, 1868); Fauna and Flora of Palestine, (Londres, 1885); FILLION*, Atlas d’histoire naturelle de la Bible (Lyon, 1884); GROSER, Trees and Plants Mentioned in the Bible (Londres, 1895); FONCK*, Streifzüge durch die biblische Flora (Friburgo im Br., 1900); LEVESQUE*, in VIGOUROUX, Dict. de la Bible, s.v. (París, 1901); LE CAMUS*, Life of Christ, tr., III (Nueva York, 1908).

Fuente: Gigot, Francis. “Hyssop.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. 28 Jan. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/07612a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina

Fuente: Enciclopedia Católica